¿Qué son y cómo afectan los antidepresivos en nuestras vidas?
Uno de los efectos adversos que ha traído consigo la pandemia por COVID-19 es la proliferación de cuadros depresivos en la sociedad. Los casos de este trastorno mental común han experimentado un incremento nunca antes visto.
Ante ello, acudir al especialista de cabecera es imprescindible para así sobrellevar la situación.
Según la severidad del caso, será necesario la receta de tratamientos antidepresivos. Hoy día, son más seguros de lo que se piensa; pero también tienen algunos efectos nocivos, quédate hasta el final y descubre todo acerca de estos medicamentos.
¿Qué son los antidepresivos?
Los antidepresivos son un tipo de fármaco o medicina utilizada para el tratamiento de la depresión mayor o biológica. Son indicados únicamente cuando los cuadros depresivos son avanzados, crónicos y con componentes fisiológicos alterados.
En síntesis, permiten regular o aprovechar de mejor manera moléculas conocidas como neurotransmisores. La disminución de la biodisponibilidad de algunos de ellos como la serotonina, noradrenalina y dopamina, está implicada en la depresión.
Con la receta de un tratamiento idóneo, los neurotransmisores descritos conservan sus funciones y duración normal.
Al estar involucrados en el correcto ejercicio del cerebro y las conexiones del sistema nervioso, se antojan de gran utilidad orgánica.
¿Para qué sirven?
El tratamiento farmacológico para la depresión ha evolucionado con el paso de los años. Ahora son más eficaces, con menor reacción, comparada con otros medicamentos, y sus efectos adversos son pocos.
Su mecanismo de acción se basa en normalizar la acción conjunta que ejercen ciertos neurotransmisores. Tanto la serotonina y la noradrenalina son sustancias orgánicas implicadas en el correcto desempeño del individuo en lo cognitivo, emocional y el comportamiento.
Cuando la depresión es de carácter biológico más que psicológico, se acude directamente a la prescripción de fármacos especializados. Lo que explica que no todo trastorno depresivo necesariamente debe ser abordado farmacológicamente.
A la larga, los antidepresivos en dosis terapéuticas bien estipuladas mantienen a raya los cuadros depresivos. Al regular la actividad sináptica de los neurotransmisores, disminuyen los sentimientos tanto psíquicos (tristeza, incapacidad, apatía) como somáticos (físicos).
Tipos de antidepresivos manejados internacionalmente
El tratamiento antidepresivo es uno de los más extensos que existe debido a la variedad de presentaciones de la depresión. En concreto, también dependen exclusivamente del tipo de neurotransmisor implicado.
Aunque su uso y connotación está ligado al criterio médico, hoy en día se consideran efectivos contra la depresión. Poseen menos componentes adictivos, mejorando igualmente el margen de acción en el que actúan. Categóricamente, son los siguientes:
Antidepresivos tricíclicos.
Antidepresivos tetracíclicos.
Antidepresivos no tricíclicos
Antidepresivos atípicos.
Selectivos.
No selectivos.
Cada uno de los diferentes tipos de antidepresivos actúa según su propio mecanismo de acción. Por supuesto, el resultado es el mismo: lograr el equilibrio mental y emocional en el paciente.
Mecanismo de acción
Bioquímicamente hablando, la depresión mayor o biológica es el resultado de una alteración de ciertos neurotransmisores. La serotonina y la noradrenalina son los principales afectados y desencadenantes del cuadro depresivo.
Hace más de 50 años, se comprobó que ambas sustancias orgánicas, conocidas también como monoaminas, integran un papel especial.
Ellas son las responsables de regular el sistema límbico del cerebro, implicado en los procesos cognitivos y emocionales del paciente.
La biodisponibilidad reducida de tales neurotransmisores es el precursor de los estados apáticos que se viven en la depresión. A la par, dan rienda suelta al resto de síntomas psicológicos y somáticos ya descritos.
Dentro de ese orden de ideas, todos los tipos de antidepresivos tienen un objetivo en común: aumentar dicha biodisponibilidad. Para tal fin, recurren a dos mecanismos imprescindibles:
1. Inhiben la recaptación de serotonina y noradrenalina en el espacio intersináptico de las neuronas. De ese modo, se incrementa su biodisponibilidad.
2. Impiden su destrucción o catabolismo en el espacio pre-sináptico neuronal. ¿Cómo? Imposibilitando la acción de la enzima precursora de tal proceso: la monoaminoxidasa.
Posibles consecuencias de tomar antidepresivos
Las consecuencias de tomar antidepresivos están latentes como al momento de ingerir cualquier otro fármaco.
Los medicamentos son sustancias, en su mayoría biosintéticas, que pueden infligir daños en el organismo de no dosificarse adecuadamente.
Bajo las circunstancias idóneas, las consecuencias de tomar antidepresivos no son peligrosas ni mortales. De hecho, con una buena prescripción médica y excelente visión profesional, se presentan solo en un mínimo porcentaje.
Antidepresivos y sus efectos secundarios
Los efectos secundarios de los antidepresivos son variados y suelen presentarse cuando la terapia está avanzada. Como ya se mencionó, mientras no se incurra en una sobredosis, se resuelven espontáneamente o aplicando ciertas estrategias certificadas.
El consenso médico establece que lidiar con los efectos secundarios de los antidepresivos puede ser poco satisfactorio para el paciente. Es una situación que agrega más incertidumbre al cuadro clínico que está atravesando. Algunos de ellos son los siguientes:
1. Náuseas y vómitos: conforman la sintomatología adversa en gran parte de tratamientos farmacéuticos. Por lo general, a medida que el organismo se adapta, desaparecen de un momento a otro.
2. Aumento de peso: la pérdida del apetito es recurrente y característica de las crisis depresivas. Al ser aliviada con los tratamientos antidepresivos, el regreso súbito de las ganas de comer puede influir en la ganancia de peso descontrolada.
3. Fatiga, somnolencia o insomnio: su mecanismo de acción en los neurotransmisores descritos contribuye a la aparición de tales síntomas.
4. Disminución de la libido: la afectación del campo sexual y erótico es otro efecto secundario de los antidepresivos. La pérdida momentánea del deseo sexual o la incapacidad de alcanzar el orgasmo es muestra clara de ello.
5. Exacerbación de problemas cardíacos: al padecer arritmias o hipertensión, los antidepresivos representan un riesgo para tales condiciones de salud.
Otras consecuencias o efectos contraproducentes, pero con menos carácter protagónico, es la resequedad de la boca, mareo y molestias gastrointestinales. No es inverosímil tomar consciencia y acudir al médico en caso de cualquiera de estos síntomas.
Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud
El tabú que gira en torno a la salud mental y sus tratamientos puede provocar desconfianza en los pacientes. Lo cierto es que la OMS y diversas sociedades médicas certificadas del mundo, han comprobado la eficiencia de los antidepresivos.
1. La Organización Mundial de la Salud recomienda, primordialmente, no abandonar los antidepresivos una vez recetados. Por más que se sienta mejoría, es una terapéutica que se prolonga en un tiempo determinado.
2. Tampoco se debe prescindir de ellos ante la consolidación de ciertos efectos adversos comunes. En su lugar, asistir al médico de cabecera para contrarrestar tal eventualidad incrementará la efectividad y sensibilidad de los antidepresivos.
3. De presentar malestares gastrointestinales como náuseas, vómitos o estreñimiento, lo aconsejable es su consumo alejado de las comidas.
4. Practicar actividades relajantes o de ejercicio físico contribuirá a una mayor oxigenación del cerebro. Será un fundamento clave para que los medicamentos en cuestión sean excelentemente procesados.
5. Buscar el apoyo en familiares o amigos cercanos sopesa todo el proceso en general. Ellos aportarán una visión que capaz el propio individuo no posea, beneficiando el alcance de un camino exitoso.
La salud mental es tan o más importante que el bienestar físico, por lo cual tiene que ser tomada como una prioridad. En tiempos de incertidumbre, donde la pandemia parece arreciar de nuevo, la asistencia psiquiátrica o psicológica es de excelsa utilidad.