Abdominoplastia: despeja todas tus dudas sobre ella
La abdominoplastia es el caviar de la medicina estética, siendo una intervención quirúrgica muy frecuente. Incluso, está tan popularizada como los implantes de seno.
Sin embargo, al igual que muchas clases de operaciones similares, genera variedad de dudas. A continuación, podrás despejar todas ellas sin problemas, profundizando eficazmente acerca del tema.
¿En qué consiste una abdominoplastia con exactitud?
El término de abdominoplastia hace referencia a una palabra compuesta o neologismo. En sí, une “abdomino” que significa abdomen con “plastia”, que es reparar o propio de cirugía plástica.
Por tanto, etimológicamente se traduce como aquella cirugía destinada a corregir el abdomen. Bien sea desde el punto de vista estético o para reducir los niveles de grasa, exceso de piel y dar una forma esbelta. Con respecto al último paso, se emplea un método para tensar el músculo.
En definitiva, la abdominoplastia se deshace por completo del tejido adiposo excedente. Promueve y esculpe una zona abdominal de ensueño, así como otorga mayor autoestima a los pacientes.
Por otra parte, se realiza en un intervalo de 1 a 2 horas dependiendo de la zona o la cantidad de grasa. Tras ello, lo común es que se tenga que cumplir un período estricto de 48 horas de postoperatorio en vigilancia. Luego, partiendo de una buena evolución, se promulga el alta médica.
No confundir abdominoplastia con liposucción
Un error muy ordinario es confundir la liposucción con abdominoplastia o viceversa. Es una situación que nace a raíz de un mal asesoramiento médico o la desinformación circulante en el medio.
La liposucción es un tipo de intervención quirúrgica en donde exclusivamente se remueve la grasa de más. De hecho, la palabra es un neologismo para hacer referencia exacta a la “succión de grasa”.
Conjuntamente, la liposucción puede aplicarse en varias zonas del cuerpo. Extremidades, abdomen y glúteos son los objetivos primordiales de esta técnica quirúrgica. Y, como es de entrever, en la otra acera, la abdominoplastia se dedica exclusivamente a la zona abdominal.
Por su parte, la abdominoplastia va más allá, reconstruyendo por completo el abdomen. No solo se basa en retirar o remover grasa, sino proporcionar una apariencia distinta y de ensueño para el paciente. Por ende, ofrece mayores resultados estéticos en comparación.
Dicho de otra manera, con la abdominoplastia se apega a un abordaje de grasa, piel y músculos. Del lado de la liposucción, la adiposidad es el objetivo primordial, sin tocar el resto de elementos anatómicos mencionados.
En conclusión, la plastia del abdomen es una intervención quirúrgica de superior nivel. Provee resultados excelsos y completos, escenario que la liposucción no puede alcanzar.
Perfil del paciente ideal para una abdominoplastia
Aunque en realidad es una cirugía bastante común, el acceso a la misma no es sencillo. Ni siquiera todo el dinero del mundo podrá contra un criterio médico férreo que haga velar las condiciones para ejecutar la operación.
En ese sentido, emerge el denominado “perfil del paciente ideal para una abdominoplastia”. Particularmente, son todas aquellas características que debe reunir un individuo para ser candidato:
Primeramente, se requiere un nivel de hemoglobina en sangre adecuado, superior a los 10 u 11 gramos por decilitro. De lo contrario, el trauma quirúrgico no será bien sopesado.
Si bien pretende disminuir el exceso de grasa, lo recomendable es que los individuos estén en condiciones de sobrepeso. No confundir con la obesidad u obesidad mórbida, que es prácticamente jugar con un escenario complejo a la hora de la cirugía.
Adicionalmente, las mujeres con varios embarazos tienden a padecer un déficit de flacidez a nivel de los músculos abdominales. Por medio de esta cirugía, lo que se pretende es dar un nuevo nivel de tensión, hasta obtener la figura anhelada.
Es una metodología quirúrgica válida tanto para hombres como para mujeres. No distingue entre género al instante de querer proporcionar una mejor calidad de vida a las personas.
La eliminación del tabaco, al igual que regular la ganancia de peso, son factores beneficiosos para la intervención. De ese modo, se garantiza un proceso de recuperación mayor.
¿Cómo es la recuperación?
El porcentaje de éxito en la abdominoplastia es elevado, pero será precisa la colaboración del paciente. De lo contrario, las complicaciones graves e infecciones tienden a aparecer.
La rehabilitación inicia inmediatamente cumplido el acto quirúrgico. Como ya se mencionó, el paciente será vigilado durante 48 horas para constatar su evolución satisfactoria.
Cuando reciba el alta médica, la cicatriz operatoria tardará en sanar aproximadamente 15 días. Sin embargo, se recomienda un período de reposo total al menos por un mes. Seguidamente, es posible retornar a las actividades rutinarias, pero sin cargar peso extra por 3 meses en total.
Algunas recomendaciones respaldadas científicamente
Se aconseja el uso de una faja en cuanto a la herida quirúrgica para prevenir la dehiscencia de las suturas. Igualmente, contribuirá a conservar la tensión aplicada.
El cuidado de la cicatriz operatoria se sustenta con antibióticos orales recetados por el especialista médico. Asimismo, la limpieza con soluciones tópicas antisépticas una vez al día será suficiente.
La toma de antiinflamatorios o analgésicos solo está indicada cuando se sienta dolor y no superar dosis máxima cada 6 a 8 horas.
Lo normal es dormir en decúbito supino o lo que es igual a la posición boca arriba. Así pues, se fomenta un mayor cuidado de la quirúrgica.
Nunca cargar peso de sobra o caminar largas distancias en las primeras 3 a 4 semanas de recuperación. De incurrir en ello, existe un alto riesgo no solamente de infecciones, sino de rotura y pérdida de suturas quirúrgicas.
Nunca está de más hablar de los riesgos
Nada es perfecto y en lo que concierne al ámbito médico, existirá cierto porcentaje de riesgos y complejidades. En estos casos, lo prudente es hacer eco de ellos y no simplemente dejar a la deriva al paciente.
La mala cicatrización es uno de los problemas más comunes. Influye el medio hospitalario, así como el poder de coagulación del paciente o la poca asepsia de la herida quirúrgica.
Los hematomas son una acumulación de sangre anormal bajo la piel. Cuando no se ejecuta una buena cicatrización, estos pueden manifestarse como parte de complicaciones en el postoperatorio.
La dehiscencia de la sutura o la infección del sitio operatorio son parte de las más graves. De allí que sea imprescindible cumplir al pie de la letra el reposo preestablecido.
Mientras el paciente se entregue a un cirujano plástico especializado y certificado, las garantías de éxito son inmensas. Por consiguiente, asesorarse e informarse acerca de los mejores marcará la diferencia.