¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?
Alrededor de 6 millones de personas en todo el mundo, sufren de trastorno dismórfico corporal.
Se trata de una patología psiquiátrica caracterizada por una percepción propia errónea sobre el cuerpo.
Esto tiene como consecuencia, que estas personas no disfruten de la vida, ya que se enfrascan en pensamientos negativos acerca de su propio cuerpo, resaltado los defectos y no las virtudes.
¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?
Este trastorno psiquiátrico tiene otros nombres como dismorfia corporal o dismorfofobia. Básicamente, la persona que lo sufre, siente un rechazo profundo a las características de su cuerpo.
Sin embargo, el individuo puede rechazar todo su cuerpo o una parte en específico. Además, este defecto solo es percibido por la persona y no por terceros.
Entonces, hay una distorsión de la autopercepción. En el área psiquiátrica, pertenece al grupo de los trastornos obsesivos - compulsivo.
Igualmente, todo lo que puede sentir acerca del aspecto de su cuerpo, puede ocasionar malestar emocional y pensamientos negativos recurrentes.
Por lo general, la crítica principal suele enfocarse en la cara, especialmente, en el aspecto de la nariz, el color de los ojos, la forma de la cara, la apariencia de la piel, entre otros.
¿Cuál es la causa del trastorno dismórfico corporal?
Como es de esperarse, no se conoce una causa que genere toda la cascada de emociones en el trastorno. Aunque, no se descarta la posibilidad de que la raíz del problema sea genético.
Al igual, que en otras alteraciones de la mente, episodios traumáticos de la vida pudieran tener una repercusión, así como las experiencias desagradables y las características de la personalidad.
Otros estudios muestra, que la adolescencia por ser una etapa de pleno desarrollo y búsqueda de la identidad, puede ser un factor clave para el desarrollo del trastorno dismórfico corporal.
La edad más frecuente según algunas investigaciones realizadas se ubica entre los 12 y 13, sin que esto signifique que no pueda presentarse en otra edad.
Lo que sucede es que los adolescentes se involucran más con su círculo de amistades, adoptando comportamientos, actitudes y apariencias socialmente aceptables para no ser rechazados por su grupo.
¿Cómo se comporta un individuo con trastorno dismórfico corporal?
Los casos clínicos pueden ser de leves a graves, entonces, de esto depende la expresión clínica de la alteración mental.
Habitualmente, las personas que se pueden categorizar como casos leves, sienten que no son atractivas. Adicionalmente, una gran parte del tiempo pueden estar angustiados por su aspecto.
Sumado a esto, los casos más graves se describen a sí mismo como personas "espantosas".
A medida que transcurren los años, el individuo va anidando más pensamientos negativos sobre su aspecto corporal.
Por supuesto, que las inseguridades se pueden identificar a flor de piel, ya que son unas personas como una autoestima baja. Otras de las manifestaciones de la enfermedad son.
Dedican horas a buscar defectos en su cuerpo.
Constantemente se comparan con otras personas, sobre todo, personalidades del mundo del espectáculo, amigos o familiares.
Se miran al espejo muchas veces al día para vigilar su aspecto físico.
Buscan cirugías que puedan cambiar la apariencia de la parte del cuerpo que no les agrada.
Son personas obsesivas con el ejercicio físico.
Uso de maquillaje para disimular las imperfecciones.
Requieren que otras personas aprueben su aspecto físico.
Desarrollan sentimientos negativos como, por ejemplo, vergüenza, molestia, ansiedad, entre otros.
Siente temor a ser rechazados.
¿Cómo afecta el trastorno dismórfico corporal en la vida diaria?
La interacción con las demás personas se torna en tortuosa, porque el individuo es inseguro.
Aunado a esto, el trastorno puede extenderse al ámbito laboral, social, académico, sentimental, es decir, no existe una área personal que no se afecte ante la presencia de esta enfermedad mental.
También, una persona con esta patología, tiene la idea que es observado por su grupo social, cuando la verdad es que no es así.
Cabe mencionar, que no es una enfermedad que deba pasar desapercibida, ya que hay una serie de investigaciones que resaltan la incidencia de ideas suicidas.
Al mismo tiempo, este trastorno no cursa solo, sino que hay presencia de otras entidades clínicas que acentúan la situación como, por ejemplo, depresión, uso de sustancias ilícitas, fobias sociales, entre otros.
A su vez, con el avance de las redes sociales, los pacientes con esta enfermedad están más expuesto a visualizar estereotipos y estanderes de belleza que solo cumple una minoría de personas.
Por ende, se recomienda el uso limitado de las redes sociales, con el objetivo de minimizar los síntomas.
¿Cómo se realiza el diagnóstico del trastorno dismórfico corporal?
Es importante hacer notar, que lo más idóneo es que la persona afectada pueda recibir una evaluación mental por parte de un psiquiatra.
Ahora bien, para confirmar el diagnóstico, se deben cumplir una serie de factores, algunos de los cuales son.
El tiempo de percepción de los defectos debe ser de una hora diaria, aunque algunas personas pueden enfocar sus energías hasta por 8 horas diarias.
Se debe determinar el impacto que tienen los síntomas en el desenvolvimiento normal del individuo.
Identificar patrones reiterados.
Conversar con el paciente sobre los defectos que le incomodan.
¿El trastorno dismórfico corporal tiene cura?
La enfermedad no es curable, pero sí tratable. Es fundamental realizar un diagnóstico precoz, con la finalidad de evitar pensamientos exageradamente negativos.
No obstante, es bueno que sepas, que todas las personas sienten inseguridades con su cuerpo, indistintamente, si es hombre o mujer y, no por esta razón significa que tienen el trastorno mental.
Con relación a lo anterior expuesto, el inconveniente es que esas conductas se tornen obsesivas y sean apreciaciones no objetivas.
Por este motivo, es bueno que acudas con un profesional de los trastornos de salud mental.
¿Se requiere el uso de fármacos para lidiar con los síntomas?
Los medicamentos no son la terapéutica de primera elección, aunque depende del caso. En los escenarios más graves es requerido fármacos antidepresivos y ansiolíticos.
La terapia farmacológica tiene que ir de la mano con la psicoterapia, durante las sesiones el individuo puede comenzar a aprender sobre el aspecto de su cuerpo, principalmente, a aceptarlo, cuidarlo y respetarlo.
Lo que se espera de estas terapias cognitivas conductuales tienen la misión de canalizar esas emociones y que aprenda a afrontar de manera práctica la obsesión.
También, es útil para que pueda descartar los malos pensamientos y la necesidad de recurrir a actitudes desfavorecedoras.
Conclusión
Aunque no se trate de un trastorno orgánico, sino mental, algunas veces se le puede restar importancia.
En este sentido, las personas con el diagnóstico necesitan de un apoyo emocional durante todo el proceso. Del mismo modo, paciencia y comprensión.
Por último, es una enfermedad que se mantiene en el anonimato, ya que las personas que la padecen no buscan ayuda profesional, lo que acarrea consecuencias emocionales significativas en la vida del individuo.