Una receta única de galletas de jengibre navideñas
Las galletas de jengibre son típicas de las épocas decembrinas en muchos países, especialmente en el Norte de América. De hecho, no hay nada más navideño que el olor a galletas de jengibre inundando la casa y comerlas en la víspera de la Noche Buena.
Estas galletas son muy sencillas de hacer y a continuación te explicaremos como elaborarlas. Además, te ofrecemos algunas recomendaciones adicionales para que las galletas te queden perfectas y las disfrutes junto a tus niños.
Ingredientes de las galletas de jengibre navideñas
50 cc de Agua
150 gramos de Azúcar negra
50 gramos de Miel de abeja
1 cucharadita de Jengibre en polvo
1 cucharadita de Canela en polvo
1 cucharadita de Clavo de olor
10 gramos de Bicarbonato de sodio
150 gramos de Manteca/Mantequilla sin sal
400 gramos de Harina de trigo para todo uso o sin leudante (la más refinada que consigas)
Pasos para la elaboración de las galletas de jengibre navideñas
Nota: Dividiremos el proceso de elaboración de las galletas en varias fases.
Elaboración de la masa para las galletas
Calienta el agua en una cacerola a fuego medio en la estufa.
Coloca en un bol amplio 50 cc de agua, seguidos de 150 gramos de azúcar negra, 50 gramos de miel de abeja y una cucharada colmada de jengibre en polvo, una de canela y una clavo de olor.
Bate la mezcla muy bien hasta obtener una masa homogénea.
Coloca el bol a baño de María para que el azúcar negra se derrita. Mientras se derrite el azúcar lo ideal es que batas con un batidor de varillas. Esto lo haremos hasta que notemos que todos los ingredientes se han derretido y unido en una mezcla homogénea.
Agrega 10 gramos de bicarbonato de sodio y continuamos batiendo mientras se integra y se sigue cocinando. Una vez que notes que esfervece y vuelve a bajar mientras sigues batiendo, retira del fuego.
En un bol aparte, coloca la mantequilla en un bol y seguidamente, cuela la mezcla del paso anterior, dejando caer el líquido en el bol.
Toma la batidora eléctrica y comienza a batir la mezcla para que se enfríe en el proceso.
Una vez que tengas una mezcla homogénea y fría, agrega la harina, tamizándola previamente y dejando caer la harina tamizada en el bol.
Comienza a mezclar con la ayuda de una paleta para integrar la harina a la mezcla.
Estirar la masa y cortar las galletas
Mientras la masa está sin hidratar, coloca en la base papel plástico transparente para que estires la masa.
Divide la masa en dos y coloca la masa sobre el papel plástico y coloca otra capa de papel plástico sobre la masa.
Con la ayuda de un rodillo, estira la masa hasta que quede con tres milímetros de espesor.
Coloca la masa estirada entre los dos papeles de plástico sobre una placa y seguidamente, coloca una capa de papel de mantequilla encima. Esto último es para que sea más sencillo despegar la masa de las placas.
Repite los pasos dos al cuatro con la segunda mitad de la masa y coloca sobre ella otra placa.
Lleva las masas al refrigerador y deja enfriar por una hora y media hasta que sea fácil de manipular.
Toma la primera masa estirada, retira una capa del papel plástico y con la ayuda de unos moldes de galleta, corta las formas.
Coloca las galletas cortadas sobre las placas de galletas.
Hornear las galletas
Lleva las galletas al congelador nuevamente por 90 minutos apenas las coloques en la placa.
Al cabo de noventa minutos, saca las galletas del congelador y lleva inmediatamente las galletas al horno precalentado a 180 ºC. Deja que se horneen por 8 minutos. Al cabo de 8 minutos, baja la temperatura a 100 ºC por 3 minutos.
Decorar las galletas
Coloca en un bol una clara de huevo, tres cucharaditas de zumo de limón y 250 gramos de azúcar pulverizada tamizada.
Con la ayuda de una batidora eléctrica, bate todos los ingredientes hasta obtener una consistencia deseada. El punto ideal del glaseado dependerá de tu gusto personal, pero es mejor que quede un poco cremoso y que caiga fácil.
Agrega el colorante de tu preferencia y continúa batiendo para que quede consistente en toda la mezcla.
Coloca la mezcla en una manga pastelera con el adaptador y pico de tu preferencia.
Coloca las galletas en una superficie plana y decora una a una como gustes. No olvides primeramente probar la manga pastelera aparte para evitar arruinar el diseño de tus galletas.
Una vez terminadas, sirve en un plato con cocoa caliente o leche tibia y disfruta.
Recomendaciones y consejos para unas galletas de jengibre perfectas
Necesitarás un bol o cacerola que puedas llevar a baño de María. En caso de que lo hagas en un bol de vidrio, el agua la debes comenzar a calentar junto con el bol, pero si lo harás con un bol de acero o acero, no será necesario.
En caso de que no consigas azúcar negra en tus tiendas locales, puedes usar azúcar morena.
Para colar la mezcla recién elaborada en baño de María, recuerda que debes usar un colador de acero.
Recuerda que al pasar la mezcla de baño de María a la mantequilla, esta última debe estar fría.
Toma en cuenta de que la masa se debe estirar mientras esté caliente y sin hidratar, pues de otro modo será más difícil de estirar.
Es mejor calcular la cantidad de galletas que podrás cortar con una de las masas estiradas. Puedes colocar los moldes sobre la masa, pero sin cortar y marcar el espacio para garantizar una buena distribución de la masa.
Es vital que al momento de cortar las galletas, la masa esté muy fría y que la trabajes muy rápido, pues se calienta rápidamente.
Puedes conservar las galletas en un recipiente hermético por hasta diez días luego que las has terminado.
Las galletas de jengibre son un clásico navideño que tanto los niños como los adultos aman y disfrutan. Es por ello que te recomendamos intentar realizar esta receta en casa y sorprender a toda tu familia, amigos o seres queridos con este delicioso snack navideño.