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El silencio huye

¿Qué es realmente el silencio?

Están de moda las técnicas relacionadas con la atención plena y la introspección para alcanzar paz interior. Y hay "pillos y espabilados" que organizan un viaje al Tibet y cobran por ese servicio, lo cual no es que esté mal, ni sea delito, pero...

¿Realmente hace falta ir a la conchinchina a buscar el silencio?

Reconozco que cuando leí un libro llamado "El Silencio habla" me obsesioné en la búsqueda de espacios sin ruido y llegué a querer mudarme a la montaña, alejarme de las multitudes, hasta que me dí cuenta que tal vez, había otro camino. Puede ser que el verdadero silencio no sea la ausencia de ruidos, sino la habilidad para escuchar, desde tu divinidad, el maravilloso parloteo de la mente.

Lao Tse entendió seguramente, lo superfluo que hay en la ignorancia humana de identificarnos con nuestra mente, cuando dijo que "la única batalla que se gana es la que no se libra" Al batallar contra algo, al no aceptar lo que YA ocurre, simplemente lo fortaleces: ¿batallas contra el cáncer, contra el gobierno, contra el clima, contra el estrés...? prepárate a sufrirlo. Y sé que mi mente es divina, que es una maravilla de la creación, ¿qué sentido tiene que le haga la guerra? Voy aprendiendo a tratarla como a un niño: La amo, uno ama a los niños, y les da la mano para cruzar la calle, les prepara la comida, uno se encarga de su supervivencia, hasta que sean adultos. Uno trata a los niños con firmeza y amor: "cariño: no te permito que juegues con fuego por tu seguridad y si aún no ,lo comprendes, ya lo comprenderás, y de momento, ¡no te permito!. Así podemos relacionarnos con nuestra mente:

"Te amo mucho, mente divina, te admiro y te estoy muy agradecido. Me sirves para tener la experiencia de este sueño que es la vida: tu y tus sentidos me ayudan a sentir frío, calor, hambre y deseos sexuales. Hacen que sepa que es la alegría y la tristeza, el entusiasmo y el desaliento, la rabia y la ternura. Me ayudas a planificar y recordar, a pensar e imaginar, a prever y adelantar el futuro, a tomar decisiones prácticas... Y para comprender el propósito de la vida, la esencia de la existencia humana, tengo a tu Hermana Mayor, La Consciencia.

Photo by Devanath on Pixabay

He visto que la observación sin juicios, es la luz que hace que las sombras de la ignorancia salgan huyendo.

¿Quieres silencio? Encuéntralo en las multitudes, en una conversación con tu pareja, con tus hijos... Hazte experto en observar tus pensamientos, tus emociones y tus sentimientos.

Busca ese escalón un milímetro más alto desde donde observar: "siento hambre, sueño, cansancio, estoy en desacuerdo (o de acuerdo) en lo que dice la tele, o fulano, o mi hijo, o mi pareja... hay tristeza en mí, o alegría, optimismo, desaliento... Yo, en cambio soy quien observa, quien está curioso, quien se asombra de lo que ocurre, quien tiene la humildad de permitir que eso se manifieste, estando al margen, sabiendo con una sapiencia que no es de este mundo, que TODO es transitorio, efímero y cambiante, menos el que observa, el que vive, el que tiene libre albedrío para decidir lo que piensa y siente.

Esa es para mí la esencia del silencio. La comparto con amor y respeto, porque comprendo que para ti, puede ser otra cosa, y sólo si resuena contigo, si estamos en una gama similar de frecuencias, es posible que este mensaje, te sirva para algo. Abrazo. Gracias Universo!!

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Cubano, emigrante en España, disfrutando de esta parte de mi vida. Compartir es mi camino.

Percibo que soy más que cuerpo físico, mental y emocional. No se quien soy, pero SOY MAS, MUCHO MÁS!!