Xavi Hernández no puede hacer milagros con el Barcelona
Este martes el Barcelona se enfrentó contra el Benfica por la fase de grupo de la Champions League en lo que se convertía en el segundo encuentro de Xavi Hernández como entrenador del club catalán. Tras una tarde lluviosa y con menos de media entrada en el Camp Nou, los azulgranas no pudieron pasar de un empate a cero goles.
Desde un comienzo del partido el Barcelona jugo muy rápido y pensando muy bien cada uno de sus movimientos, fue así como exigieron bastante a la defensa visitante. Un césped mojado y un balón que se deslizaba muy rápido por el terreno de juego.
Como se ha vuelto costumbre en el conjunto de Cataluña, el equipo generaba peligro, mostraba calidad en el juego, pero se seguía manifestando la falta de ideas para poder rematar directamente al arco rival. Fue así como se vieron muchos inicios muy buenos, pero finales muy decepcionantes.
Un Barcelona sin claridad de juego
Mucha intensidad en los primeros minutos por parte de los dirigidos por Xavi, tanto así que a los 20 minutos se les notaba el cansancio y su poca capacidad de generarle presión a equipo del Benfica.
Por suerte, para los españoles el equipo rival tampoco era capaz de mostrar nada de peligro, e incluso no se le veía la capacidad de poder llegar a marcar un gol.
Hasta el minuto 26 del primer tiempo se pudo ver la primera ocasión de peligro por parte del Barcelona que llegaría de Jordi Alba y sería detenido por Vlachodimos, quien sigue demostrando que es un arquero de muy buen nivel. Sin embargo, los delanteros azulgranas siguen dejando muchas dudas, ya que no son capaces de generar estos tipos de peligros que llegan por parte de la defensa.
Por otro lado, Gavi continúa demostrando toda su calidad de juego, mientras que Lenglet es todo lo contrario y sigue dejando muchas dudas en el equipo, para muchos no merece estar vistiendo esta camiseta.
Al minuto 32 llegaría la primera ocasión importante para los visitantes, esta vez sería a través de un tiro libre donde Yaremchuck casi marca el primero tras un cabezazo que logra sacar Ter Stegen con las piernas. Los primeros quince minutos del Barcelona habían desaparecido, perdían el balón y la atención de las jugadas.
Eran minutos muy malos para los azulgranas, todo esto fruto de cansancio por todo lo mostrado durante los primeros quince minutos de juego.
Xavi desesperado y preocupado
El mal momento que atravesaba el equipo tenía muy enfadado al nuevo técnico culé, quien en su segundo partido como entrenador podía ver lo mal que está el Barcelona y darse cuenta de que no la tiene tan fácil. Además, tuvieron la suerte de tener un rival poco efectivo en frente, el Benfica básicamente no era un peligro para nadie en este partido.
Básicamente se podía ver un Barcelona donde brillaban las individuales, pero colectivamente no pasaba lo mismo, Nico y Gavi eran los más destacados del club español. Fue así como se terminaba el primer tiempo en el Camp Nou y se podía ver a un Xavi Hernández bastante preocupado y desconcentrado.
Claramente el técnico español esperaba otro tipo de presentación de su equipo y no lo que se estaba viendo en cancha que era más de lo mismo de siempre. Lo mismo que pasaba con Ronald Koeman durante su gestión. Fue así como lo planteado en cancha en este partido no estuvo tan lejos a lo que se veía con Ronald Koeman cuando colocaba a Dembélé como carrilero.
Pocas esperanzas para los de Xavi
Comenzaba la segunda mitad del compromiso y todo pintaba mal para los de Xavi Hernández, el Benfica se veía mucho más entero, mientras que el Barcelona se seguía mostrando cansado, un poco torpe y sin sentido de juego. Demir se veía completamente agotado por todo lo que hizo durante la primera mitad.
Era así como Demir necesitaba ser cambiado urgentemente, pero Xavi insistía en dejarle. Memphis fallaba una ocasión clara de gol donde se vio demasiado lento, aunque la defensa del conjunto portugués también tuvo mérito en ese partido.
Pasaban los minutos y Xavi Hernández no tomaba la decisión de hacer cambios mientras se seguía viendo un equipo sin ideas en el campo. Fue así como hasta el minuto 62 el español llamo a Dembélé para ingresar al campo y fue recibido por el Camp Nou como la esperanza del equipo.
Dembélé y un nuevo aire para el Barcelona
Con la entrada del francés, el Barcelona volvió a tomar un respiro y comenzó nuevamente a desequilibrar y a presionar mucho más arriba por lo que lograría encerrar al Benfica en su propio campo. De Jong estuvo muy cerca de marcar tras un cabezazo para los locales, pero nuevamente Vlachodimos salvaba a los portugueses.
Desde la entrada de Dembélé el panorama cambió para los locales tanto así que el Benfica parecía desaparecerse del partido poco a poco. Sin embargo, los dirigidos por Xavi no tenían ocasiones claras de gol a pesar de mostrar un mejor juego.
El entrenador del Benfica, Jorge Jesús tomaría una muy buena decisión y lograría neutralizar al francés con Grimaldo y con Lazaro. Finalmente en los minutos de descuento Seferovic fallaría un gol de manera inexplicable. Un falló que le permite al Barcelona seguir con vida en la fase de grupo de la Champions League.
Pese a esto el panorama actual en la Copa de Europa para los de Xavi es bastante crítica, están prácticamente obligados a ir a ganar a Alemania al Bayern de Múnich, un partido realmente complicado para los culés que coloca su pase a octavos de final en riesgo.
Una eliminación en fase de grupos que dejaría en evidencia el mal momento del club y que claramente demostraría que Xavi no es el salvador del equipo.
Cambiaron de técnico en busca de una esperanza, pero realmente los que están en cancha siguen siendo los mismos de todo este tiempo por lo que los milagros son difíciles de ocurrir.