Delito de la alcoholemia
El delito de alcoholemia nace de la necesidad de regular y castigar los peligros y consecuencias de personas que, tras el volante y con mucho alcohol ingerido previamente, causan o podrían causar accidentes que en ocasiones llegan hasta la muerte de los implicados en los mismos.
Importante: Este articulo sobre el delito de la alcoholemia esta basado en la legislación española, sin embargo, hemos consultado las leyes de otros países y se aplicaría sanciones similares e incluso mas fuertes como es el caso de Colombia.
El delito de la alcoholemia ¿En qué consiste? Consecuencias y agravantes
Gracias al avance de la sociedad al respecto, en este momento nadie tiene duda del efecto negativo y el riesgo que implica tanto para el conductor como para otros conductores o transeúntes el conducir en estado de ebriedad y también es conocido y aceptado que para la persona en ese estado las consecuencias pueden ser peores al momento mismo de un accidente que si no estuviese bajo efectos del alcohol.
De hecho, uno de los debates más comunes por quienes defienden los clubes de Cannabis o su consumo moderado es la baja tasa de accidentes o delitos relacionados con el consumo de marihuana y la contraparte, la alta tasa de delitos y accidentes relacionados con el consumo de alcohol.
Medidas legales en el delito de alcoholemia
Por eso en la sociedad se estableció la alcoholemia como un delito y más allá de las campañas de concientización, charlas que se dictan a los jóvenes y adultos en diversos espacios y los folletos o publicidad para recomendar no consumir alcohol al conducir, existen medidas para prevenir, controlar y castigar este delito que pone en riesgo la vida de la persona que comete alcoholemia y la de los demás.
¿La alcoholemia conlleva sanciones administrativas o penales?
Por la complejidad de situaciones que pueden presentarse en hechos donde una persona cometa el delito de alcoholemia y, sobre todo, en razón de que la esencia del delito está vinculada al tema del tránsito, tenemos una doble sanción en casos extremos, donde lo penal y lo administrativo van de la mano en el castigo de la pena.
Tanto en las leyes de tráfico como en el Código Penal están estipuladas las circunstancias en que la persona tendrá que pagar, bien a través de sanciones administrativas, bien con sanciones penales según el delito.
Sanciones administrativas por Alcoholemia
Las sanciones administrativas nacen o de la conducción con tasas de alcohol por encima del mínimo permitido por las leyes de tránsito o por la negativa de parte de los conductos a hacerse los exámenes de alcoholemia para determinar esta tasa de alcohol.
En estos casos varias circunstancias confluyen y las multas pueden ir de 500-1000 euros hasta cantidades superiores en caso de reincidencia.
Del mismo modo, la licencia o carné de conducción podrá ser retirado o anulado en casos extremos o reincidencia y para casos no tan graves, la persona pierde algunos puntos.
La tasa de alcohol en la sangre estipulada como tope para considerar que la persona entra en el delito de alcoholemia varía según el tipo de vehículo, siendo para los vehículos personales/familiares el mínimo de 0,5 gramos por litro en las pruebas de sangre y de 0,25 miligramos por litro en los mecanismos de detección por aire espirado.
En el caso de los vehículos de carga, considerados así aquellos con un peso máximo autorizado de más de tres toneladas y media, así como transportes de pasajeros, buses escolares, transporte/ruta de compañía o transportes especiales, será de 0,3 gramos por litro en las pruebas de sangre y de 0,15 miligramos por litro en pruebas de aire espirado.
Sanciones penales por alcoholemia
En este caso el escenario se vuelve mucho más complejo, por cuanto las circunstancias que se presentan consideradas como delito penal por alcoholemia, van desde conductas obscenas en la vía pública, atropellar a una persona, hasta ser responsable en choques donde existan fallecidos.
Pero incluso cuando no hubiere un accidente de peso, algunos niveles de alcohol en las pruebas sobrepasan las sanciones administrativas.
Si una persona conduce con una tasa de alcohol en la sangre de 1,2 gramos por litro o de 0,60 miligramos por litro de aire espirado, se considera que está persona está incursa en la alcoholemia como delito penal.
De este modo, ya no trataremos con una infracción administrativa sino con penas que podrán ser prisión de tres a seis meses, multas y/o suspensión de la licencia de seis a doce meses, realizar trabajos comunitarios en un plazo que va de treinta a noventa días o terminar privado del derecho a conducir vehículos a motor por un tiempo que va entre uno y cuatro años.
¿Cuáles son los síntomas evidentes de alcoholemia?
En realidad, los síntomas son similares para el abuso de muchos tipos de sustancias, no solo de alcohol y siempre puede presumirse la alteración de las respuestas del cuerpo/organismo de la persona por otras circunstancias (por ejemplo, alguien que fue drogado sin saberlo con determinadas intenciones), igual entre estos síntomas tenemos:
- Falta de coordinación
- Dificultad para expresarse verbalmente
- Alteración de las facultades cognitivas de la persona
- Vomito o expulsión de orina y /o heces sin control
Entre otros, son los síntomas más frecuentes que sirven no solo a los cuerpos de seguridad para detectar esta falta, sino para los pasajeros del vehículo como un aviso de que el conductor no está en un estado adecuado para manejar.
En casos en los que el choque o accidente provocado por un conductor bajo efectos del alcohol terminase en lesiones de gravedad o muertes, automáticamente las acusaciones pasan a ser por estos delitos como causas penales más severas, pero la alcoholemia queda presente en la escena como un agravante en contra del culpable.
¿Qué hago si me acusan de alcoholemia sin base?
Si usted no manifiesta estos síntomas o los manifiesta por algún medicamento utilizado legalmente y necesita defenderse de un arresto injusto, lo más recomendable es recurrir a un bufete de abogados con especialistas en temas de alcoholemia y el planteamiento de esta como falta administrativa o penal.