Redes
¿Sientes una imperiosa necesidad de saber qué han dicho tus amigos hoy e inmediatamente que despiertas, vas a ver las notificaciones en las redes? ¿Te molesta que tus amigos no hicieran ningún comentario sobre el enlace que aconsejaste relacionado con las tendencias de la moda para este verano? ¿Será posible que solamente hay dos manos con el pulgar hacia arriba, ningún corazón y para colmos, ni un solo comentario?
¿Solamente compartes fotos que has encontrado en el muro de otros, que pillaste de Instagram, que te llamaron la atención? ¿No te atreves a compartir las fotos que has hecho tú, porque piensas que no tienen mucho valor? ¿No te atreves a escribir, porque no confías en que pudiera interesar a alguien, porque temes ser criticado? Si has respondido que si a la mayoría de las preguntas puede ser que estés atrapado en la red.
¿Buscas en las redes un reconocimiento de otros a alguna cualidad, puede ser física, intelectual, profesional? ¿Necesitas desesperadamente que otros reconozcan que eres guapa, hábil en alguna profesión, inteligente por tus opiniones, que tienes muchos conocimientos sobre algo, que has viajado mucho y conoces medio mundo?
¿Buscas esos comentarios que hablan del gran corazón que tienes, lo buen padre que eres, el genial hermano, filántropo y altruista, y cuando los encuentras te llenas interiormente de regocijo y sales a la calle inflado como un globo? ¿Persigues los grupos que puedan ser proclives y alabar tus cualidades, ahí compartes una y otra vez, mueves el anzuelo buscando que el pez muerda, para engancharlo y encontrar la forma de recibir algún beneficio personal?
No creo que la profesión de pescador sea un sacrilegio, siempre que intentes calmar tus necesidades elementales de alimentación, y si lo haces buscando saciar la sed de tu ego, entonces no te auguro grandes éxitos.
¿Sientes un profundo respeto por ti, sabes que eres una individualidad irrepetible y que eres hijo unigénito de una inteligencia superior, a la cual no tienes acceso? ¿Reconoces en todo lo que te rodea esa misma divinidad y percibes que somos, a la vez, diferentes en las formas, e iguales en esencia, y aspiras a expandir la divinidad que habita en ti?
¿Sabes profundamente que la compasión ante el sufrimiento de todo ser vivo, es la manifestación más alta del amor que somos? ¿Eres plenamente consciente de que una sonrisa en una imagen compartida, una palabra de aliento, una perspectiva que puedas afrecer a otros, sobre una circunstancia, podría arrojar luz sobre alguna zona oscura?
Si la fuerza que te empuja a entrar en la redes es la hermandad y la compasión, si el respeto sobresale ante la divinidad que somos, entonces tu humilde presencia construirá una red de asombro, de curiosidad impresionante ante todo lo que ocurre y el campo amoroso de tu corazón se verá amplificado en una conexión milagrosa con otros seres humanos, con las mariposas y hasta con las hojas de árboles. Entrarás de verdad en las redes.