Preguntas que duelen.
Podrías decirme que hiciste con el oso peluche
que te regalé por el cumple.
Dónde escondes el libro de cuentos con aquella dedicatoria en francés.
Y con la paleta del primer helado que lamimos juntos.
Quieres contarme cual es el apodo cariñoso de tu nueva pareja
Será acaso Din-Don-Corazón
quién sabe si le llames Osito-melero.
Me puedes explicar las coordenadas del lucero que han descubierto
o en cual se encuentran cuando están separados
Me contarás de animales que se revuelcan en las nubes del atardecer
serán las mismas ardillas
o los corderos blancos que veíamos nosotros
y los perros orejudos o los pueblos desiertos.
Te escribirá notas terroristas en las libretas de la Universidad
te voy a comer una orejita cuando vengas
o si no vienes pronto soy hombre muerto.
Te llevará la mitad de su merienda por las tardes
y un ramo de mariposas con un te amo
en una servilleta.
Jugarán de manos antes de acostarse
y seguirán jugando después con aquel cariño que jugábamos.
Te partirás de risa con sus chistes pesados
y bailarán en la terraza desnudos cuando llueve
Quieres contarme las canciones que le cantas
Empinada en la cornisa del caserón viejo.
Podrías decirme de qué lado de la cama duermes
con los pies por encima de que recuerdos
Serías tan amable de enseñarme donde reciclas mis poemas
en que océano tiraste nuestros sueños.