Intento de atracar a sus abuelos

Querido nieto:

Se me ocurrió escribir la respuesta a tu pregunta aquí porque veo que entras mucho en Facebook últimamente y además no tenemos tu número de móvil para llamarte. Nos habría encantado hablarlo personalmente, pero te fuiste corriendo.

Primero tengo que decir que nos sorprendió mucho a tu abuelo y a mí, verte llegar hoy por la mañana con esa cara de preocupación y miedo, porque hacía mucho tiempo que no venías a visitarnos, ni siquiera el día de la madre, que recuerdo que siempre lo hacías cuando eras más pequeño.

Entendemos que tienes muchas ocupaciones, que no paras de buscar algún trabajo y creo que también juegas futbol algunos días por la tarde. Sabemos que María está muy ocupada con el niño y ahora no tiene un segundo para otra cosa.

Nos cuentas que están en un aprieto económico gordo y que el banco amenaza con ejecutar la hipoteca, que la letra del coche y otros demonios les aprietan el cuello de mala manera. En esta situación pensaron en nosotros que saben perfectamente que vivimos desahogados porque tenemos nuestras pensiones de Suiza que son altas, estamos recuperando una inversión de capitales desde que nos jubilamos, ya no pagamos hipotecas ni otros gastos fijos. Lo estuvimos hablando el abuelo y yo y queremos responder lo siguiente:

Podríamos perfectamente asumir algunos de vuestros gastos, y para ser sinceros no creemos que eso hiciera cambiar bruscamente nuestro estilo de vida, y la primera razón para negarnos a hacerlo es que hemos llegado a la conclusión de que os haríamos mucho daño. Creemos que es hora de enfrentar solos los retos de vuestra vida, de enfocarse en las soluciones y no en los problemas.

Nosotros tuvimos poco apoyo de nuestras familias cuando eramos jóvenes como vosotros, no porque se negaran a ayudarnos, sino porque no podían y salimos del País en su momento, dejamos atrás nuestras costumbres y nuestro clima, nos enfrentamos con el reto de una lengua extraña, pasamos frío al principio y puede decirse que hasta hambre.

Entonces buscamos desesperadamente hasta encontrar empleo y defendimos ese derecho a conservarlo con mucho sacrificio y nos fuimos ganando la consideración de los jefes.

Tu abuelo consiguió milagrosamente un préstamo para comprar patatas a granel al por mayor, porque se dio cuenta que a las amas de casa les costaba traerlas del mercado, y las envasaba y las llevaba a cuesta casa por casa para ganar algo, pagar y obtener algunas ganancias.

Ahora el mundo ha cambiado, y la crisis nos azota y son tiempos duros y a la vez tiempos excelentes para los que buscan excusas. A ver quién podría discutir que hay pocas ofertas de empleo, que poner un negocio es asumir un riesgo de tener que cerrar antes de seis meses y quedarse endeudado, pero sabes una cosa cariño: cuanto más grandes son los retos, estarás más obligado a crecer para enfrentarlos.

Buscad una solución, que en la biblia dice que el que busca encuentra. Es más no salgáis a buscar, salid a encontrar y poned todo vuestro empeño en servir de algún modo, tratad de ser los mejores en lo que hagáis, sea lo que sea.

Si decidís ser empleados de alguien, tenéis que haceros imprescindibles y si por el contrario encontráis la forma de hacer algo por vuestra cuenta, tenéis que convertiros en titanes en el sector que toquéis. Durante las crisis hay también muchas oportunidades.

Para ser buen trabajador, también hay que ser buena persona, buen amigo, buen hijo, buen padre, buen nieto y buen marido. Y siempre se puede ser un poco mejor porque la perfección no es cuestión de humanos. Esa es nuestra respuesta hijo, y como eres tan dado a compartir opiniones en Facebook, pues he querido compartirla por aquí contigo. Te queremos mucho y te deseamos suerte. Un abrazo de tus abuelos.