Conoce los mejores pasos para crear o dejar un hábito
Los hábitos suelen nacer o cultivarse, y por lo general son acciones que ejecutamos casi qué de manera inconsciente. Pero al existir buenos y malos, surgen preguntas claves sobre ¿cómo producirlos o dejarlos?
Existen muchas guías que te ofrecen técnicas de cómo dejar un vicio, que a la final no es más sino un mal hábito, pero poco se habla de cómo generar uno, lo cual es necesario si requieres añadir una práctica sana a tu rutina diaria.
Aquí te muestro paso a paso, que debes hacer si quieres un buen hábito en tu vida, y como bono extra, también te daré algunos consejos de cómo eliminar algunos que no te agraden.
Pasos para crear buenos hábitos
Ya sea lectura, ejercicio, o simplemente levantarse a una hora en específico, los buenos hábitos convienen cultivarlos, y si quieres lograr estos o algún otro, lo que debes hacer es lo siguiente:
1. Un hábito a la vez: Claridad y enfoque
Para generar un hábito se requiere concentración y disciplina, lo que es difícil de conseguir si la mente se divide en varios frentes.
Primero, establece cuál es la práctica que quieres lograr añadir a tu ritmo de vida, estudia sus beneficios y ten clara la meta que quieres.
No inicies varias rutinas a la vez o te será más complicado, y sé muy específico en lo que quieres conseguir, ya que entre más definido este tu plan, más fácil te resultará cumplirlo.
2. No te dejes llevar por las emociones
Es muy probable que al inicio te sientas muy emocionado por los primeros resultados, pero esto no es motivo para que subas el ritmo a lo que haces. Los hábitos los define la constancia, no la intensidad, así que preocúpate más por el tiempo que llevas practicándolo.
3. Utiliza fuentes de motivación
La primera que puedes aplicar, es contarle a todo el mundo lo que quieres lograr, claro está, mientras esto no sea algo más privado. Esto ayuda a que sientas un compromiso con las personas a las que le comentaste de tu reto, lo cual te motiva a no rendirte.
Puedes utilizar otras fuentes, como póster o elementos visuales que te reten a cumplir tu meta. Rodéate de frases y personas con actitud positiva, que te impulsen y te hagan saber que sí puedes lograrlo.
4. Reconoce cuando falles
Las excusas solo conseguirán que poco a poco pierdas el interés, lo más sano es aceptar cuando no cumplas con tu meta diaria. Evalúa los factores que contribuyeron a que fallaras y esfuérzate porque no se vuelva a repetir.
La disciplina es productiva cuando no posee mucha flexibilidad, y si estamos hablando de hacer que el cuerpo adopte una rutina, los pretextos y las excusas no van a ayudar al progreso.
5. Los recordatorios son necesarios
Las alarmas, carteles, calendarios y todo lo que te resulte útil para que no olvides tu meta diaria, es necesario que lo apliques al máximo cuando se está iniciando.
La mayoría de quienes fallan al cultivar un hábito, es por no recuerdan los horarios y días que establecen.
En la actualidad no hay excusas para estas fallas de la memoria, en tu celular se puede programar toda una serie de recordatorios diarios, que te ayuden a conseguir tus objetivos.
6. Mide el progreso
De acuerdo a tu meta mide como ha sido tu avance, debes evaluar si has visto resultados, cuánto tiempo continuo has podido cumplir con el hábito, cuántas veces has fallado, y si con el paso de los días se te ha hecho más cómodo o incómodo cumplirlo.
Es esencial que midas el progreso, esto puedes realizarlo en periodos semanales, solo así sabrás si vale la pena continuar o si debes desistir, reajustar o reiniciar con tu meta.
7. Celebra los logros
Por más mínimo que sea el avance, asegúrate de celebrarlo de alguna manera, con alguna acción sencilla que te motive.
Los pequeños pasos son los que te llevaran a los grandes cambios, y debes de tener en cuenta que aunque que falles, rendirse no es opción.
Consejos para dejar un mal habito
Si crearlos no resulta fácil, dejarlos mucho menos, pero no quiere decir que sea imposible, solo enfócate en lo siguiente:
Comienza por definir el problema: Debes tener claro cuál es la falla, cómo y por qué te afecta, en que momento lo ejecutas y con cuanta frecuencia.
Debes interrumpir el proceso del hábito: Busca la manera de hacer que su rutina no se lleve a cabo. Si conoces bien como procede y qué lo provoca, te será fácil interrumpirlo.
Reemplazar el hábito es más fácil que eliminarlo: Se da muy bien para enfrentar adicciones como la comida chatarra, cigarrillos o dispositivos móviles. La idea es que cuando sientes la necesidad de alguno de estos, utilices un suplemento más sano.
Reflexiona sobre los riesgos y casos extremos: Todo mal hábito tiene consecuencias, conocerlas a profundidad hace que seamos motivados a persistir en abandonarlos.
La clave es perseverar: No importa cuántas veces falles, debes seguir intentando, porque tu cerebro asimila gradualmente el progreso, y tarde o temprano lo lograras.
¿Cuánto tiempo se necesita para establecer, cambiar o dejar un hábito?
Comúnmente, se nos ha dicho que solo con ejecutar una actividad continua durante 21 días, se consigue hacerlo rutina, pero esto no aplica a todos los casos.
Según estudios, el verdadero estimado está entre, 18 a 254 días, pero la mayoría lo consigue a los 66.
Esto responde a una gran verdad, y es que no todas las personas; ni sus organismos, trabajan igual. Tampoco todos los hábitos contienen el mismo grado de dificultad.
La regla de los 21 días se aplica a las rutinas más sencillas, sin embargo, no puede asegurarse del todo.
En resumen, lo que hay que tener claro, es que lo que va a conseguir el establecimiento de un hábito más que el método es la determinación y la constancia.