El director de Dark Phoenix explica qué salió mal con la cinta
Este pasado viernes 14 de julio el director de la cuarta entrega de películas del nuevo universo de Xmen: Simon Kinberg, ha ofrecido unas declaraciones con respecto a qué (según él) “salió mal” en el proceso de culminar la recién estrenada X-men: Dark Phoenix.
Dark Phoenix es la última película de la saga de X-men que comenzó con X-men: First Class en el 2011. Esta nueva saga de películas prometía ser un reinicio y cuenta nueva con respecto a la saga original, y en su mayoría lo fue, entregándonos grandes películas como X-men: Days of the future past, y hoy por hoy, viernes 14 de julio, culminando la franquicia con su cuarta entrega.
Dark Phoenix estaba publicitada como la pieza final que cerraría de una vez por todas la franquicia de los X-men que FOX produjo. Una franquicia llena de altos y bajos, naturalmente, pero que nos dejó a todos con ganas de más con filmes tan icónicos como: ‘Logan’ o la anteriormente mencionada "X-men: Days of the future past", al igual que con actuaciones que llevaron vida a personajes legendarios como Wolverine, por Hugh Jackman ó Charles Xavier, por Patrick Stewart.
Sin embargo, el material promocional de la película no demostraba del todo estar a la altura de las expectativas, aunado a un conjunto de críticas negativas que surgieron por parte de audiencias que lograron tener acceso a proyecciones tempranas del filme, todo indicaba que la cinta dirigida por Simon Kinberg no estaba a la altura de las demandas de los fans, por no decir que no fue capaz de generar el suficiente interés en las masas para suponer una opción atractiva en el cine, hecho que se vio reflejado en el desastroso fin de semana de apertura que solo pudo recolectar $32.8 millones de dólares en taquilla; cifra considerablemente baja en comparación a entregas anteriores en la franquicia.
Recientemente, el director Simon Kinberg ofreció una entrevista al podcast “The Business” en KCRW donde explica específicamente como los cambios en las fechas de salida (del filme) y la reciente adquisición de Fox por Disney fueron factores que impactaron la realización de la cinta y de como él no hará uso de estos anteriormente mencionados para excusarse a si mismo.
"Claramente [Dark Phoenix] es una película que no fue capaz de conectar con la audiencia que no la vio. Claramente [la película] no conectó lo suficiente con las audiencias que sí la vieron, así que es mi culpa", dijo Kinberg, a pesar de que a lo largo de la producción hubo (de hecho) distintos inconvenientes que Kinberg fue capaz de recalcar, como la fecha de lanzamiento forzada, la cual nunca fue planeada personalmente por él.
"Siempre sentí que teníamos [asignado] una fecha [de lanzamiento] particularmente dura para esta película, [Dark Phoenix] no fue hecha como una película de superhéroes clásica, fue hecha como una cinta más dramática e íntima. Originalmente iba a salir en noviembre, luego iba a salir en febrero y esas eras las fechas que a mí me hubiesen parecido más apropiadas."
“Piensa también que lanzarla [la película] cinco o seis semanas después de lo que podría perfectamente ser la película más importante, o la segunda más importante en la historia del cine, que también sucede que pertenece al género de superhéroes, fue duro para nosotros.” Explicó, “y yo siempre anticipé que iba a ser duro estar en la estela dejada por esa película, pero no le echaría la culpa al fin de semana [de apertura]”.
Kinberg también dio breves declaraciones referentes a la adquisición de FOX por parte de Disney, sugiriendo que durante todo el proceso existían grandes cantidades de empleados siendo despedidos o renunciando por su cuenta, además de una falta notable de rendimiento en distintos departamentos como el de publicidad debido a la situación caótica, cosa que devino en una situación donde él siempre se veía más preocupado por las condiciones de sus colegas y familiares que por su filme.
A pesar de las posibles causas, Simon Kinberg asumió completa responsabilidad por el estado en el que fue proyectada su cinta, mientras muy cordialmente reconocía que (según él) Disney eran los mejores en lo que hacían y que estaba al tanto de que los inconvenientes que ocurrieron durante la filmación de su película fueron circunstanciales.