Cremas CBD: ¿nuevo tratamiento innovador?
El cannabidiol (CBD) es principio activo común en las plantas de Cannabis Sativa, la marihuana. Su descubrimiento y aprovechamiento para la ciencia médica hasta la fecha, ha dejado excelentes resultados.
Si bien es utilizado comúnmente en extractos, su comercialización ha avanzado hasta la creación de lociones y/o cremas. Pero la pregunta es la siguiente: ¿es un tratamiento innovador que de verdad funciona?
¿Cannabidiol es lo mismo que marihuana?
La planta Cannabis Sativa, también conocida como marihuana, es una de las principales sustancias psicotrópicas comerciadas en el mundo. En torno a ella gira todo un tema polémico acerca de su legalización, generando distintos debates interesantes.
Uno de ellos es su comprobado beneficio para la salud, pero bajo ciertas condiciones.
De la planta en cuestión, se extrae el cannabidiol, uno de los dos componentes esenciales de la misma. Este en particular, no está sujeto a los bien sabidos efectos alucinógenos.
Abreviado como CBD, es una sustancia orgánica que ha recibido elogios por la OMS. A diferencia del THC (Tetrahidrocannabinol), verdadero principio activo de la marihuana (también presente en Cannabis Sativa), no produce manifestaciones psicotrópicas.
El CBD es extraído mediante diferentes procesos industriales y consumado en forma de extractos o aceites. Del mismo modo, es incluido en cápsulas, líquido vaporizado y, recientemente, en cremas y/o lociones particulares.
CBD en cremas: ¿tratamiento efectivo?
Con el paso del tiempo y su aval por parte de la ciencia, el cannabidiol ha experimentado un auge en su producción. Una muestra clara de ello es que se avanza progresivamente hacia otras formas de ser utilizado, como en el caso de las cremas.
Estos productos contienen un porcentaje adecuado de CBD para aprovechar por completo sus beneficios para la salud. Sin embargo, la comunidad muestra escepticismo por considerarlos como simples derivados cosméticos con un trasfondo científico.
Conviene aclarar que la evidencia médica ha determinado satisfactoriamente su impacto ventajoso para la salud. Por lo tanto, en comparación con la cosmética simple, son productos con un nivel superior. Dentro de ese mismo orden de ideas, destacan los siguientes:
Cremas
Las cremas y/o lociones corporales están diseñadas para untarse en la piel según el criterio médico. Además del cannabidiol, poseen vitaminas esenciales como la E, aunado a extractos naturales de otras especies de plantas.
Los efectos combinados de todos sus elementos hidratan y nutren los estratos superficiales y profundos de la piel.
Al mismo tiempo, refuerza sus componentes celulares impidiendo la descamación prolongada y otras consecuencias.
Aceites corporales
Además de las cremas, otro tipo de tratamiento untado a base de CBD son los aceites corporales. Su composición es en su totalidad oleosa con un mínimo o nulo porcentaje de agua.
Por su parte, también combina concentraciones adecuadas de cannabidiol con otros elementos vitamínicos y naturales competentes. En relación con sus beneficios, no solo hidrata, refuerza y rejuvenece la piel, sino que lo hace de manera prolongada.
Compensa el hecho de no traspasar a estratos córneos más profundos con una mayor duración en sus capas principales. En pro de ello, igualmente alberga una propiedad protectora superior a las cremas y lociones antes descritas.
Bálsamos
Los bálsamos a base de CBD poseen cualidades compartidas de las cremas y los aceites. Dicho de otra manera, son productos con una consistencia específica que combina lo mejor de los dos ejemplares mencionados.
Su estructura integrada también está encabezada por el cannabidiol en concentraciones terapéuticas u oportunas. Junto a él, otros extractos esenciales y orgánicos, así como complejos vitamínicos relevantes como el B o E, complementan la acción.
Ellos protegen, humectan, rejuvenecen y refuerzan los estratos de la piel, penetrando hacia partes esenciales. Son un todo en uno que garantiza un buen cuidado de la dermis y sus partes.
¿Qué propiedades terapéuticas están asociadas al CBD?
La usanza de cannabidiol en cualquiera de sus presentaciones está bien tolerada por el organismo. Conforme se sigan los parámetros establecidos o sirva de guía el conocimiento médico, los pocos efectos adversos no se presentarán.
A la inversa, los tratamientos cimentados en cannabidiol son innovadores, efectivos y seguros. Con el paso del tiempo, se ha comprobado con exactitud cuáles son sus propiedades terapéuticas llamativas:
Antiinflamatorio.
Analgésico.
Antioxidante.
Neuroprotector.
Anticonvulsivante.
Cabe destacar que su acción anticonvulsivante es la más probada en comparación con las demás. Como dato curioso, un medicamento a base de CBD llamado Epidiolex fue aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) dados sus buenos resultados concluyentes.
Gracias a ello, el tratamiento y prevención de los episodios convulsivos posee un mejor pronóstico. Un punto similar es considerado para el caso de los medios tópicos.
Las cremas, lociones, bálsamos y aceites de cannabidiol reducen las complicaciones por reacciones alérgicas. La inflamación, prurito (picazón), dolor y otra sintomatología por reacciones de hipersensibilidad son bien abordadas por tales productos.
Precauciones a considerar para su aplicación
No existe fármaco o producto en su amplia extensión que no sea partidario de ciertos efectos adversos. Por consiguiente, las cremas o lociones de CBD no están exentas de la ecuación.
Desde la perspectiva tópica o de la piel, los estudios no han arrojado resultados tajantes sobre sus posibles consecuencias. Más allá de alergias a los componentes de los preparados, no se constatan otros de interés o lo suficientemente notorios como para su descripción.
Cabe aclarar que en otros escenarios, como sus presentaciones ingeridas, las pautas son otras. Consultar al especialista o informarse mejor será clave previo a iniciar una etapa terapéutica con tales derivados.
Tampoco se recomienda la automedicación o el tratamiento prolongado con cualquier producto que incluya CBD.
El manejo de ellos debe estar encapsulado desde un punto de vista límite, sin sobrepasar las indicaciones medicinales ya preestablecidas.
En definitiva, igualmente es importante tomar en cuenta ciertas condiciones como el embarazo o la lactancia. Aunado a enfermedades de base y su uso en niños, se deberá proceder con mayor cautela, ya que la evidencia no es sustancial.