Alcohol durante el embarazo: mitos y verdades
El alcohol durante el embarazo es una de las prácticas que se encuentra contraindicada desde un principio. No existe método seguro ni estudio científico que avale, siquiera, cierta cantidad limita para su consumo.
En definitiva, se trata de una sustancia cuyos componentes pueden alterar el crecimiento y desarrollo del embrión, posteriormente feto. Si todavía se tiene dudas al respecto, conviene aclarar las mismas para no caer en errores.
Las 5 realidades asociadas al consumo de alcohol durante el embarazo
La peligrosidad de las bebidas alcohólicas radica en su capacidad de difundirse pasivamente a través del cordón umbilical. Alcanzan con facilidad la circulación sanguínea fetal, atribuyéndose una serie de efectos contraproducentes.
Los mismos varían en intensidad, pero hasta un pequeño porcentaje de consumo puede causar déficits estructurales importantes.
Encima, está comprobado que la muerte fetal o intra-útero es capaz de manifestarse.
Defectos en el potencial de crecimiento intrínseco del bebé
La toxicidad proveniente de las bebidas alcohólicas afecta directamente el potencial de crecimiento del bebé.
Abre paso a una serie de padecimientos congénitos y perinatales conocidos como "trastornos del espectro alcohólico fetal" o TEAF por sus siglas.
En marco de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades, se sabe que generan discapacidades importantes. Desde malformaciones en la apariencia física, hasta daños leves, moderados o severos en sistemas orgánicos como cerebro, corazón, hígado y más.
Ninguna cantidad de alcohol es aceptable en este período
Existe la falsa creencia en la que las madres se sienten seguras tomando "solo un poco" de alcohol. Pero, lastimosamente hasta los famosos "tragos sociales" son controversiales.
Todos los estudios realizados y sobre todo recalcados por organismos influyentes como los CDC, concuerdan lo mismo. No se tiene constancia de que ninguna medida mínima de alcohol pueda NO afectar el desarrollo del embarazo.
Su restricción es para cualquier etapa de la gestación
Así como no está permitida ninguna gota de alcohol, tampoco ningún instante de la gestación es oportuno para su consumo. Igualmente existe la creencia en la que mientras más terminado el embarazo, menor riesgo de toxicidad se manifiesta.
Lo cierto es que la sustancias nocivas o tóxicas como estas no tienen fecha de descanso y su difusión rápida condiciona todo.
Antes de siquiera caer en cuenta de su estado gestacional, los efectos adversos del alcohol ponen en riesgo el desarrollo posterior del bebé.
Datos alarmantes sobre bebidas alcohólicas y el embarazo
La educación acerca de un correcto desenvolvimiento en el embarazo es cada vez menos accesible.
Asimismo, la tasa de gestaciones no deseadas y/o adolescentes, son factores de riesgo biológicos y sociales que predisponen a estas prácticas alcohólicas.
Tan solo en Estados Unidos, una nación considerada como "líder mundial", 1 de cada 7 mujeres con esta condición tomó alcohol. En ese mismo orden de ideas, 1 entre 20 casos ingirió estas bebidas de forma excesiva sin importar las consecuencias.
Los TEAF son prevenibles, pero no curables
El control prenatal es la consulta especializada por el servicio de gineco-obstetricia para secuenciar el embarazo.
El seguimiento de mismo y el correcto abordaje, permitirá identificar factores de riesgo, malos hábitos y otras costumbres que comprometen al feto.
Uno de los principales objetivos es educar no solo a la mujer, sino a los padres en general sobre el alcohol. Los trastornos del espectro alcohólico fetal son ciento por ciento prevenibles si se estructura una campaña idónea.
De no ser así, los progenitores se verán enfrentados a consecuencias prenatales o postnatales que son incurables.
Es decir, el producto del embarazo no tendrá una vida digna debido a sus problemas de base relacionados con esta habituación.
Alcohol y otras sustancias ANTES del embarazo
El alcohol no solamente es preocupante en este período, sino en varios ámbitos de la vida. Los adolescentes son la principal población o grupo etario que yace en estrecho contacto con productos alcohólicos.
Asimismo, tienden a combinarlos con otras sustancias nocivas, psicotrópicas o de carácter adictivo. Aunque no lo parezca, son situaciones complejas que predisponen a la concepción no deseada.
La bebida desproporcionada con alcohol da rienda suelta a problemas neurológicos. Los componentes tóxicos de este compuesto tienen predilección por el sistema nervioso central, comprometiendo el crecimiento y desarrollo cerebral.
A raíz de ello, los trastornos cognitivos o asociados al comportamiento y la personalidad cambian drásticamente. Las conductas agresivas o desinhibidas son comunes, conllevando a una apertura sexual sin protección.
La alta tasa de embarazos no deseados, violaciones e infecciones de transmisión sexual son secundarias a este factor de riesgo. Por consiguiente, es un grave panorama a tratar para la salud pública.
Recientes hallazgos expuestos por los CDC revelan que la población entre 12 a 20 años consume más alcohol del debido. Sin ánimos de exagerar, tal estudio científico de alto calibre concluyó que tal grupo etario ingiere hasta un décimo del alcohol total en Estados Unidos.
Anexo a ello, las mismas estadísticas aplicadas a colegios y escuelas, agregan datos demoledores. En el trayecto comprendido entre 9.º a 10.º grado, más de la mitad de los alumnos consumió marihuana combinada con bebidas alcohólicas.
Dudas frecuentes acerca del alcohol durante el embarazo
El acceso a la información es realmente escaso y las falsas creencias, religiones y costumbres dominan el terreno.
La realidad es que no todos los casos son iguales y la mayoría de las madres buscan informarse para aclarar sus dudas más frecuentes.
"No sabía que estaba embarazada y tomé alcohol: ¿Qué puedo hacer?"
Es común que los síntomas del embarazo no se manifiesten rápidamente en gran cantidad de escenarios. Por consiguiente, la madre continúa su cotidianidad como de costumbre, siendo propensa a "tragos sociales".
Los CDC recomiendan dejar de beber inmediatamente y establecer una pauta sobre cuánto alcohol se ingirió. A posteriori, es importante entrar en control prenatal estricto en conjunto con atención perinatal para el despistaje de complicaciones.
Si bien existe riesgo, es de recordar que no todos los organismos son iguales. Pero no significa que no sea una advertencia para ser precavidos (madre y padre), sobre todo estando en la búsqueda inicial de la concepción.
"Supongo que las bebidas saborizadas con poco alcohol no harán daño"
Como ya se expuso en párrafos previos, toda clase de bebida alcohólica está prohibida en el embarazo. No se conocen datos fidedignos que permitan una ingesta mínima de él o de algún tipo en particular.
Desde el mismísimo vino, pasando por la cerveza y/o los cócteles, todos y cada uno de ellos están contraindicados. Y si bien son las únicas clases de bebidas alcoholizadas que se plasman como ejemplos, el resto del repertorio también cuenta.
"Yo bebí en mi último embarazo y no pasó nada, ¿Por qué debería dejar de hacerlo?"
Los trastornos del espectro alcohólico fetal están fuertemente ligados al consumo de alcohol. No obstante, la exposición al mismo puede afectar más o menos dependiendo de una mezcla de factores no especificados.
Que no surtiera consecuencias graves en el primer embarazo, no significa que no lo hará en el segundo. Además, las manifestaciones de los TEAF no son evidentes hasta cierta etapa de la vida, normalmente en escolares o adolescentes.
En conclusión, aunque no se note o se piense que "no ocurrió nada", probablemente es que todavía no esté manifestado. Es mejor prevenir antes de continuar con una mala praxis ya totalmente certificada.
"Si quiero quedar embarazada... ¿Puedo seguir tomando alcohol?"
Los síntomas del embarazo no se manifiestan hasta bien entradas las 4 o 6 semanas como máximo. En muy contadas ocasiones será posible discernir a temprana etapa si el intento de embarazo surtió efecto.
En ese momento la mujer es susceptible a continuar tomando sin saber que ya concibió. En definitiva, lo mejor es apartarse de toda gota o gramo de alcohol antes de siquiera pensar en iniciar una familia.