Estudios siguen revelando como el Covid-19 genera 'autoataques' a nuestro sistema inmune
El covid-19 no deja de sorprender a la humanidad, el riesgo sigue latente, ya que el comportamiento de la enfermedad en cada individuo es diferente, y en muchos de ellos su propio sistema inmune está provocando autoataques.
A pesar de que el covid-19 ya tiene aproximadamente dos años acompañándonos aún es un misterio para la ciencia y para la medicina, debido a que no se cuenta con mecanismos que permitan saber a ciencia cierta cuáles son los síntomas y las consecuencias de la enfermedad en cada individuo, y tras esta incertidumbre cada vez más personas han decidido aceptar la vacuna como su método de protección.
Si bien es cierto que aunque la vacuna no garantiza la inmunidad, es actualmente la única herramienta que se tiene para fortalecer nuestro sistema inmune ante cualquier ataque del covid-19.
¿El covid-19 es capaz de engañar al sistema inmune?
Sin duda alguna, el covid-19 es una caja de sorpresas y dentro de sus efectos o consecuencias más graves esta que actualmente es la única enfermedad capaz de engañar al sistema inmunológico.
El engaño consiste en impedir que el sistema detecte la enfermedad y cuando esto ocurre, simplemente nuestro sistema no detecta ningún tipo de alarma que le indique la necesidad de protegernos, y por el contrario se desarrollan autoanticuerpos.
Los autoanticuerpos según indica un artículo que fue publicado en Nature Communications, son aquellos que tienen el potencial de atacar el tejido sano, y a su vez son capaces de causar enfermedades inflamatorias.
El artículo publicado en Nature Communications se basa en uno de los estudios realizado por los investigadores de la Universidad de Stanford de los Estados Unidos.
En este estudio, los investigadores se dedicaron a analizar el comportamiento y los análisis de sangre de 147 pacientes que estaban hospitalizados tras presentar síntomas de Covid-19.
Las muestras de sangre tomadas de por lo menos el 50% de estos pacientes arrojaron la presencia de autoanticuerpos. Los especialistas informaron tras este hallazgo que cuando se tiene la presencia de autoanticuerpos, se pudo corroborar que los mismos se dirigen a los autoantígenos.
Los autoantigenos son moléculas asociadas con los trastornos raros como por ejemplo: la miositis, la esclerosis sistémica y más raro aun los síndromes de superposición.
En el mundo de la ciencia y la medicina los autoantigenos son conocidos como proteínas del complejo mayor de histocompatibilidad o MHC y no son más, que un conjunto de proteínas únicas que pertenecen a la membrana celular de cada individuo.
Lo que quiere decir entonces, que este conjunto de proteínas son el carnet de identidad molecular de cada individuo, y es el encargado de que las células del sistema inmune tengan la capacidad de reconocer cada una de nuestras células para que no sean atacadas.
Las vacunas y sus diferentes niveles de protección
El 2021 será recordado en la historia como el año en el que el mundo inició su más grande jornada de vacunación, una jornada que según los expertos se extenderá hasta el año 2023.
Pues aunque ya muchos países se encuentran administrando las dosis de la vacuna a su población, y el avance es significativo los expertos han asegurado que el proceso de inmunización mundial se extenderá hasta el año 2023.
La búsqueda de la fórmula que permitiera brindar un porcentaje de protección ante la amenaza del covid-19, no fue sencilla, sin embargo, actualmente ya se cuentan con una gran variedad de opciones para proteger a la ciudadanía.
En el continente Europeo se están administrando, actualmente, cuatro tipos o marcas de vacunas. Estas vacunas fueron sometidas a una serie de evaluaciones antes de poder ser administradas a la población.
La primera en ser aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) fue la Pfizer, seguida de la BioNTech, ambas tienen un 95% de efectividad ante la prevención de la COVID-19.
Seguidamente se autorizó el uso de la vacuna Moderna, esta ofrece un porcentaje de efectividad contra el virus de un 94,1%, posteriormente se autorizó el uso e la vacuna de Oxford-AstraZeneca, vacuna que actualmente es la más aplicada a nivel mundial.
Oxford-AstraZeneca, tiene un porcentaje de efectividad contra el covid-19 de 76%. Y por último tenemos la vacuna de Johnson & Johnson, esta tiene un porcentaje de efectividad del 72% y solo se requiere una dosis.
Y si nos vamos al continente americano, además de las vacunas ya mencionadas, en los países de América Latina, se está aplicando las siguientes vacunas: la rusa denominada Sputnik V.
Sputnik V está siendo aplicada en países como Argentina, México y Venezuela. La eficacia de este fármaco ruso es del 91,6%. Otras de las vacunas que está teniendo auge en estos países es la Sinopharm, esta presenta un porcentaje de eficacia del 79%, la misma también esta siedo suministrada en Perú y es de origen Chino.
Y la Sinovac, también China, tiene una efectividad del 50,7% y está siendo aplicada en países como Uruguay y Chile.
¿Se requiere una tercera dosis de la vacuna contra el covid-19?
Este 24 de septiembre, la autoridad sanitaria de los Estados Unidos, ha recomendado de manera formal aplicar una tercera dosis de la vacuna contra el covid-19.
Según han indicado los expertos, esta tercera dosis no aplicara para todos, por ahora solo se recomienda para personas que padezcan algún tipo de enfermedad, que se encuentren en un estado crítico y para los adultos mayores.
Una pregunta que se está generando a nivel mundial es si todas las vacunas requieren de una tercera dosis o dosis refuerzo. Sin embargo, ante esta interrogante podemos mencionar que hasta los momentos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. autorizaron aplicar una tercera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech.
Esta decisión viene acompañada de una serie de recomendaciones de los expertos, donde se indica como ya se mencionó anteriormente que la dosis d3 refuerzo debe ser administrada a adultos mayores, pacientes de enfermedades crónicas y trabajadores que estén altamente expuestos.
Sin embargo, esta decisión ha generado polémica, pues aún faltan muchas personas por recibir incluso la primera dosis, es decir, los recursos en materia de vacunas que se tienen a la fecha deben ser destinados a brindar la inmunidad a aquellas personas que aún no reciben su primera dosis.