Linda Evangelista cuenta lo que sucedió con el tratamiento estético que deformó sus facciones
La exsupermodelo hace todo para recuperar su amor propio.
La supermodelo canadiense de 56 años, permitió ser fotografiada por primera ver después de vivir un trauma personal causado por un tratamiento de reducción de grasa corporal, llamada coolsculpting, a finales del 2015.
La modelo aseguró que antes le gustaba estar en pasarela, pero que después de la operación, teme conseguirse a alguien conocido en la calle, por los resultados adversos pocos comunes causados en su cuerpo debido al tratamiento.
En el 2021, Evangelista publicó en su cuenta de Instagram que su desaparición en la vida pública fue debido a su deformación permanente.
El tratamiento dejó como resultado un aumento de células adiposas, en vez de reducirlas. Este es un efecto secundario poco común. Después, intentó dos veces su reconstrucción mediante cirugías, pero fueron fallidas, por lo que le ocasionó una fuerte depresión.
Poco a poco ha estado trabajando para recuperar su autoestima y empezar a quererse de nuevo. Por eso, permitió ser fotografiada para la portada de People, en la que aparece en un ángulo cerrado con jerséis cubriendo su torso y mostrando un serio rostro mientras mira al lente de la cámara.
En las fotografías de la entrevista, se ve posando con una camiseta que permite ver el costado de su torso y los resultados que dejó la hiperplasia adiposa paradójica (HAP).
Linda contó que al inicio sentía que no veía resultados, por lo que redobló la dieta al punto no consumir absolutamente nada. Creía que con esta decisión podría ver los resultados deseados en el pecho, la barbilla y los muslos.
Entre el 2015 y el 2016, tiempo en el que sucedió esto, decidió asistir al especialista y la diagnosticó con HAP. Este es el efecto contrario el cual afecta a menos del 1% de las personas que se someten a la criopolosis. Esta situación no tiene cura.
La modelo también expresó en la entrevista que no podía utilizar fajas, ni vestidos, ya que el roce le podía causar sangrado. Después de esta situación, insiste que para ella, la supermodelo dejó de existir y cree que ningún diseñador vaya a querer vestirla por su aspecto.
Después de mucho tiempo escondiéndose, la modelo contó que, el tiempo le ha regalado serenidad y por eso considera que ya puede dejarse ver en público, viéndolo como opción para superar el problema.
También dice que, continuará contando su experiencia para olvidarse de la vergüenza, quererse nuevamente y ayudar a otras personas en dicho proceso. Confesó que, desde hace mucho tiempo no se mira en el espejo.
Actualmente, Evangelista mantiene una batalla legal con Zeltiq, la firma estética encargada de realizar el procedimiento. La exsupermodelo reitera que nunca le comentaron sobre los efectos secundarios y tampoco son mostrados en la publicidad del coolsculpting, la página web.
Por eso, exige 50 millones de dólares como compensación. Hasta ahora, la empresa no se ha manifestado al respecto.