¿Cómo dejar de fumar?: Difícil pero no imposible
¿Cómo dejar de fumar?, es una de las preguntas más comunes en quienes poseen malas experiencias con este hábito. Aun cuando lo han intentado muchas veces, tienden a fracasar en el intento.
Sin embargo, es una metodología progresiva que no goza de resultados inmediatos. Al contrario, se trata de un proceso tanto interno como externo que requiere tiempo, paciencia y aceptación.
Dejar de fumar es difícil: Algunos consejos para lograrlo
Tal como lo indica el título, dejar de fumar es difícil, pero no imposible. Con la convicción y ayuda necesaria, se pueden lograr grandes resultados positivos a largo plazo.
En Internet existen muchas recomendaciones para ello, pero lo más aconsejable es seguir programas certificados. Por ejemplo, la organización Kids Health from Nemours maneja uno que se asemeja al de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades):
Lo primero es saber qué es la nicotina y su efecto
Química y estructuralmente se le define como un alcaloide, sustancia orgánica proveniente de la hoja de tabaco. Sus usos son variados, pero el más conocido es aquel relacionado con el hábito de fumar.
La nicotina es catalogada como una droga con una alta tasa de casos de adicción. Provoca la liberación de endorfinas y otras sustancias hormonales u orgánicas participantes en los estados de alerta o sobre-exaltación.
Cuando el consumo de nicotina se hace dependiente, se experimentan síntomas como taquicardia, taquipnea, sudoración, entre otros. Al dejar de fumar, el escenario resultante es un panorama de fatiga que, para la persona, solo puede aliviarse volviendo a fumar.
¿Por dónde empezar?
Partiendo desde la premisa recientemente explicada, se crea un ciclo sin fin que es enrevesado de abandonar. Por lo tanto, es pertinente esclarecer el panorama y saber dónde empezar estratégicamente.
De acuerdo al programa Kids Health from Nemours, las probabilidades de éxito son inmensas cuando la meta se pauta por escrito. Asimismo, buscar el apoyo familiar, en parejas y/o amigos conscientes, eleva todavía más el porcentaje de superación.
A la par, aconseja armar una lista detallada con las razones por las que se quiere dejar de fumar. Leyéndola de vez en cuando, se reforzará la idea de seguir adelante hasta desechar el vicio.
Usar el calendario
En él se plasmará una fecha concreta para dejar de fumar sin presiones y con base en las intenciones a cumplir. No importa el día que se escoja o cuán cercano o lejano esté.
Lo relevante será que, a partir de allí, correrá la cuenta regresiva para frenar el tabaquismo.
Vaciar los depósitos y lavar exhaustivamente la ropa
Un paso clave será el de vaciar los depósitos que contengan paquetes de cigarrillos o cualquier producto para fumar. Tirarlos a la basura simbolizará un punto de inflexión para no volver a gastar en ellos.
Referente al lavado de la ropa, tiene que ser un proceso exhaustivo que elimine el olor a tabaco (humo). Algo tan básico servirá para prescindir de los estímulos que provoquen una recaída o el querer fumar.
Excluir hábitos cotidianos que conecten con el tabaquismo
La adicción al cigarro siempre comienza por seguir el ejemplo de amigos o familiares en ocasiones particulares. Cuanto antes se suprima la rutina que conecte con el tabaquismo, mejor será el resultado final.
Aunque no es fácil cambiar el día a día, iniciar paulatinamente hará mucha diferencia. Con el tiempo, esas situaciones que conllevaban a fumar serán sacadas de raíz.
Entender los síntomas de la abstinencia
La verdadera dificultad comienza cuando aparecen los síntomas de la abstinencia. Los cambios de humor, fatiga, cansancio y variedad de manifestaciones depresivas son una muestra de ello. Como aditivo, la ansiedad, resequedad de las mucosas y el aumento del apetito se presentan.
Con buena información sobre ellos, podrán ser superados con estrategias sencillas.
A medida que se establece un nuevo patrón de rutina y otros hábitos diarios, se planteará un escenario más ocupado. Y, mientras más atareado, menor tiempo se tendrá para fumar.
Dejar de fumar pasa por hacerlo gradualmente
De un día para otro no se cosechará la meta deseada, por lo que el avance es gradual. Disminuir la cantidad de cigarrillos u otros productos relacionados que se fuman al día será elemental.
Los deslices pueden ser permitidos y tomados como un error del que se aprenderá a futuro. En este caso, lo imprescindible es no ceder constantemente y enfocar la mente en la rutina que está recién cambiando.
En otro orden de ideas, también se propone la "auto-premiación" en metas pequeñas. Por ejemplo, 1 semana entera sin fumar o, por qué no, pasar de 4 o 5 cajas semanales a solo 2. Conforme aumente la exigencia, proporcional podrán ser las premiaciones intrínsecas.
Consejos de los CDC para sopesar los errores
Nadie es perfecto y en nuevas culturas siempre se estará propenso a fallar o cometer deslices. Como ya se mencionó, lo realmente sustancial es no ceder de forma total y reponerse de inmediato.
Ante esta disyuntiva, los CDC han dejado pinceladas de gran valor en sus guías contra el hábito de fumar. Algunas de ellas, promulgan consejos útiles para cuando aparecen los deslices:
La comprensión es vital, entendiendo que son errores que pueden pasar porque nadie es perfecto. Darse ánimos y recordar el tiempo que se estuvo absuelto del mal del cigarro será trascendental para levantarse y avanzar.
Los CDC incentivan a estos pacientes a calcular cuánto dinero se ahorrarán al no comprar productos tabáquicos. En definitiva, la razón monetaria fue uno de los principales factores descubiertos que lideran la recuperación y rehabilitación.
Repetir las buenas costumbres adquiridas, pero reforzando algunas falencias mínimas. Tomar aire fresco, practicar un deporte, acudir a zonas libres de humo, entre otros, son buenos complementos.
Pensar en terapias de reemplazo de nicotina que estén aprobadas y certificadas por la FDA (Food and Drug Administration). Con estos productos, la dificultad del proceso menguará.
Por último, nunca rendirse y no darse por vencido. La mente juega un papel protagónico, por lo que siempre debe permanecer clara y centrada. Para ello, no estar solo al buscar apoyo y ser escuchado precederá grandes logros en el rubro.
Recordar estos datos como motivación extra
Si lo de lo que se carece es de motivación, pueden utilizarse estos datos para no tergiversar el procedimiento. Seguramente, en todo el tramo del camino asistirán al triunfo.
Por si no se sabía, el tabaquismo es un factor desencadenante de enfermedades crónicas graves. Y no solamente eso, sino que también genera empobrecimiento o, en el peor de los casos, la muerte súbita.
Al igual que la obesidad, es otra epidemia silenciosa que puede pasar desapercibida.
Tan solo en el pasado año 2021 se cuantificó que aproximadamente 7 millones de personas murieron por dicho hábito. Una cuantía que se repite anualmente en forma parecida.
Por su parte, entre el millón y 1 millón 500 mil individuos resultaron fallecidos como efectos colaterales de la exposición al humo. Un guarismo impresionante que puede servir como pilar de la terapia para dejar de fumar y así proteger a seres queridos como familiares y amigos.
Dicho de otra manera, son dígitos que fungen como combustible de motivación extra. No únicamente la salud del paciente se verá agradecida, sino igual la de aquellos que lo rodean.
Paralelamente, dejar de fumar debe ser tomado en cuenta como un enorme triunfo personal y colectivo. De lograrse, se abandonará el grupo de estadísticas "malas" relacionadas con este hábito. Como, por ejemplo, NO permanecer dentro de los 1.300 millones de fumadores activos que existen.