Lia Thomas, nadadora transgénero que complica a la natación estadounidense
La nadadora transexual sobresale eficazmente en su estreno en la categoría femenina y provoca un enorme rechazo en sus contrincantes.
La nadadora estadounidense Lia Thomas no es la primera nadadora transexual que continúa con su camino deportivo tras someterse a un proceso de cambio de sexo, pero su caso está poniendo en duda la premisa sobre la que, de buena forma, se controlan estas situaciones.
Thomas, de 21 años, fue una nadadora que compitió de niña en sus años de secundaria, al igual que en sus tres primeros años de estudios en la Universidad de Pensilvania, antes de optar por someterse a un tratamiento médico para cambiar de sexo, algo que según sus allegados afirman, su cuerpo pedía.
Ese tratamiento coincidió con la temporada 2020-2021, que se suspendió por la pandemia de Covid, y cuando regresó este otoño anterior, Lia ha conseguido las mejores marcas de la temporada en sus primeras competencias universitarias en las 200, 500 y 1.650 yardas libres, que la sitúan como la mejor nadadora del país.
En concreto, su récord de 1:41.93 en las 200 yardas, con la que batió al plusmarquista estadounidense de 100 metros mariposa y olímpica de Tokio Torry Huske en una competición de la Ivy League, está a poco más de dos segundos del récord mundial de una leyenda como Missy Franklin.
También con su marca de 500 yardas (4:35.06) habría sido segunda en la final de la NCAA de 2021.
Son tiempos más cortos que los que logro cuando competía como hombre, sin embargo se distinguen poderosamente como dama. En la actualidad, hay un 11,5% de diferencia entre los nadadores masculinos y las nadadoras femeninas.
Se ponen a prueba las normas
Las normas que supervisan el cambio de sexo en el deporte están a prueba. El Comité Olímpico Internacional (COI) establece unas normas generales que pretenden evitar que "los competidores se sometan a tratamientos o medicamentos innecesarios". Cada liga aplica esta normativa con su propia interpretación.
La alianza americana, USA Swimming, no obliga a someterse a un tratamiento quirúrgico a los competidores que desean cambiar su género de hombre a mujer.
La NCAA, por su parte, exige el tratamiento que, desde hace poco se considera el más adecuado, que consiste de la supresión homornal de testosterona. Thomas ha superado con creces ese periodo, durante el cual disminuye aproximadamente el 3% de la hormona masculina.
Sin embargo, los resultados deportivos de Lia, plantean dudas sobre si es suficiente ese tratamiento para lograr capacidades reales, prácticamente idénticas a las de una mujer.
La mayoría de los especialistas que han hablado sobre el asunto mantienen que Thomas sigue beneficiándose del fuerte avance que tuvo durante la pubertad y como adulta, apoyada por la testosterona que su cuerpo producía naturalmente.
Pronunciamientos importantes
Frente a estas pruebas, han traído como consecuencia las reacciones. Una reunión de tutores de competidores de una universidad similar a la de la nadadora se ha dirigido a la NCCA pidiendo que no se le permita competir en la clasificación femenina.
Una antigua autoridad de la natación estadounidense se pronunció, y la medallista olímpica de Tokio Erika Brown se ha posicionado en contra de permitir que nadadores transexuales compitan contra mujeres biologicas.
Otras voces legítimas, como por ejemplo la de la campeona olímpica de 100 libres de Los Ángeles 1984 y abogada de las libertades sociales Nancy Hogshead, afirman que "todas las chicas y mujeres transgénero deben ser bienvenidas en el deporte, pero en pruebas separadas o con resultados aparte en aquellas modalidades en que no quedan suficientemente mitigadas su ventaja de rendimiento ligadas al género masculino".
Con las finales de la NCAA acercándose en marzo, hay una posibilidad genuina de que Lia Thomas pueda competir, venza a diferentes adversarios en las finales y sorprendentemente convertirse en campeona en las pruebas, una posibilidad que muchos consideran poco razonable y desmotivadoras para las demás nadadoras.
Viendo al futuro, sería probable ver a Thomas competir a nivel mundial representando a Estados Unidos. Su organización, USA Swimming, tiene un panel dedicado a estudiar y analizar a fondo cada caso de transgénero.
De ser vetado, cualquier persona que forme parte de USA Swimming puede recurrir a una instancia nacional de selecciones.
Otras vías serían la Federación Internacional, los requisitos establecidos por la Agencia Mundial Antidopaje y el COI, que, como se demostró en el caso de la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard, miembro en Tokio 2020, aplica una política permisiva.