¿Existen complicaciones para llevar adelante un divorcio gay?

El matrimonio gay ha pasado a ser un elemento común o por lo menos aceptado, fuera del tabú que marcaba el estar fuera/al límite de la legalidad, la avanzada de derechos de las personas de la diversidad sexual en tantos países en el mundo terminó marcando un antes y un después en pocos años.

De ese modo, en muchos países en poco tiempo tenemos miles de parejas gays legalmente casadas en toda regla.

Pero viene la otra cara, al igual que en toda pareja, las uniones gay no garantizan una convivencia perfecta ni aquel sueño de “ser felices para siempre y estar juntos hasta que la muerte los separe”, por eso al momento de separarse, estas parejas empiezan también a descubrir a nivel de la sociedad y las leyes lo que ya bien conocen las parejas heterosexuales, toda la complejidad a la que puede conducir un proceso de divorcio.

Con una multitud de factores que inclinan las decisiones a un lado u otro de la balanza y que aún puede complicarse más si como pareja, tienen algún hijo adoptado o fruto de alguno(a) con su pareja anterior.

¿Qué complicaciones pueden existir más allá de los que conocen las parejas heterosexuales?

En realidad, las que nacen del hecho de ser un procedimiento que apenas se asoma para muchos países e incluso en algunos ha empezado por aceptarse solo en estados o provincias, regiones autónomas.

Caso EE. UU. de separación gay

Muchas parejas gays deciden viajar desde un estado donde no se permite tal unión, como Florida, a otro estado donde sí está permitido. Hasta ahí toda pinta bien.

El problema nace cuando quieren divorciarse y descubren que esos estados les exigen una constancia de residencia como requisito para llevar a cabo la separación legal.

Lo mismo puede ocurrir en cualquier país del mundo donde la autonomía de las regiones permita una diferencia de este tipo en la legislación sobre el tema. Veremos parejas homosexuales que salen a otro lugar solo a casarse y vuelven legalmente en matrimonio a vivir en su estado.

Al momento del divorcio, deberán ir ante el mismo tribunal que los casó, pero con una carta de residencia que demuestre que viven en aquella región o localidad, imposible de conseguir pues realmente no viven en el sitio.

En cuanto a España, a partir del 2005 se conocen modificaciones que han permitido el matrimonio de personas del mismo sexo. Estas modificaciones descansan básicamente sobre una terminología que, aunque parezca algo básico, cambia la concepción de los sujetos al momento de contraer matrimonio.

La Ley ha procedido a la adaptación terminológica de los distintos artículos del Código civil que se refieren al matrimonio. La mención de cónyuges o consortes ha sustituido a la expresión “marido y mujer” que hacía clara referencia al sexo. Permitiendo de esta manera que los derechos y deberes en toda su amplitud sean similares para las parejas homosexuales.

La conservadora iglesia contra el matrimonio gay

Desde luego la iglesia se mantiene en su firme postura contra la legalización de la unión gay. Así, tanto en España como en todos los países donde la iglesia católica esté presente, esta iglesia no dará validez a ningún matrimonio entre personas del mismo sexo, alegando que no es un tipo de matrimonio permitido o aceptado en su libro rector (La Biblia).

Aclarando: Una pareja heterosexual puede casarse por civil y por la iglesia, una pareja homosexual, solo puede hacerlo por la primera vía. Eso sí, ante el estado y las leyes, ambas uniones son igual de legales.

¿Qué pasos debe seguir una pareja gay para separarse?

Al tener aclarado que es una unión legal en España, queda también por servido que el divorcio conlleva los mismos requisitos o pasos que los que debe cumplir una pareja heterosexual. Así mismo, se da también por entendido que habrá un acuerdo para dejar claro lo relativo a los bienes, si hay o no separación o no de los mismos según lo previsto al momento de la unión y todos los demás apartes referentes a esto.

¿Qué ocurre con los niños en un divorcio gay?

Es uno de los temas más difíciles de tratar ante la opinión pública, si de por si cuesta romper la barrera de los tabúes al hablar de matrimonio gay, a la hora de la adopción de niños ha sido aún más fuerte la lucha de este sector.

Sin embargo, por lo menos en España está permitida la adopción de niños por parte de parejas gays, con ello ha quedado también entendido que, al momento de una separación, tendrán el mismo proceso que una pareja heterosexual en cuanto a la guarda y custodia de los niños así como el tema de la patria potestad.

Protestas por unión y futuro de niños ante divorcios gays

Aunque no son las protestas masivas que se han podido ver en algunos países en momentos en que se discute la aprobación del matrimonio gay, si hay grupos tanto conservadores religiosos, como radicales de derecha que se oponen de manera férrea a que una pareja gay que se divorcia mantenga una custodia compartida del niño.

Desde su punto de vista alegan que el fracaso de una unión gay elimina sus derechos a continuar bajo la adopción del niño que lograron adoptar estando casados.

Como ocurre muchas veces, la crítica de los conservadores y elementos radicales es algo imparcial para temas sociales.

Si juzgamos a las uniones y su derecho a continuar con sus hijos al separarse, todos los días se separan miles de parejas heterosexuales en todo el mundo y ello no da lugar a que se ponga en tela de duda su capacidad de seguir bajo custodia compartida de los hijos en común.

Lo importante es que más allá de los elementos de crítica desde algún sector, tanto la unión como la separación gay en España es completamente legal y comprende los mismos pasos que las uniones y separaciones entre parejas heterosexuales, por lo que la recomendación para llevar a cabo ambos procesos sin ningún contratiempo es la misma:

Contratar abogados especialistas en matrimonios/divorcios, es la mejor garantía de que todo camine de acuerdo a la ley.