Ictericia por la leche materna
¿Sabías que en un pequeño porcentaje de recién nacidos, la leche materna puede causar una coloración amarilla de su piel? Esto es lo que se conoce como ictericia por la leche materna.
Además, esta coloración amarillenta de la piel y las mucosas del neonato es transitoria.
También, se conoce que la bilirrubina, pigmento que causa el color amarillo, está más elevada en los recién nacidos a términos que son amamantados.
¿Qué es la ictericia?
La ictericia es la coloración amarilla de la piel y las mucosas y, ocurre cuando aumenta la bilirrubina en la sangre.
En los recién nacidos, es común este tipo de afectación, pero siempre y cuando se trate de una ictericia que sea fisiológica, es decir, normal.
Con relación a lo anterior expuesto, existen unos parámetros que indican cuando la ictericia no es normal y sugiere la presencia de una enfermedad.
¿Qué es la ictericia asociada a la lactancia materna?
También, conocida como ictericia de la leche materna es un trastorno en el cual el recién nacido se torna amarillo en la primera semana de vida.
Ahora bien, esta ictericia tiene dos tiempos de presentación, la aparición temprana y la tardía.
La primera corresponde cuando la ictericia inicia en la primera semana de vida, mientras que la segunda es cuando aparece posterior a los 7 o 10 días de vida.
¿Qué causa la ictericia por la leche materna?
La etiología no es precisa, pero lo que se conoce es que una de las posibles causas es un aumento del paso de la bilirrubina en la circulación enterohepática.
Esto tiene como consecuencia una mayor reabsorción del pigmento. Un dato vital es que la bilirrubina se elimina en las heces en forma de estercobilina.
Lo que sucede es que en el recién nacido hay una enzima en el intestino que no permite que la bilirrubina pase a estercobilina, sino que sea desconjugada. Por este motivo, puede ser reabsorbida nuevamente.
Igualmente, lo anterior se relaciona porque lo niños que son amamantados eliminan menos heces los primeros días después del nacimiento.
No obstante, la literatura señala que la aparición de esta ictericia podría evitarse si las tomas son más frecuentes, porque pueden ser superiores y permitir la eliminación de heces.
Por consiguiente, hay más sustrato de bilirrubina que puede retornar a la circulación enterohepática.
Por otro lado, el patrón de ictericia tardía se caracteriza porque después de la primera semana, los valores de bilirrubina comienzan a elevarse.
Además, la frecuencia suele ser del 1 % al 3 % de los niños que reciben lactancia materna.
¿Qué hacer frente a esta situación?
Anteriormente, se recomendaba suspender la lactancia materna. Es más, la práctica era suprimir la lactancia materna durante 12 y 24 horas.
Posteriormente, se solicitaba la medición de la bilirrubina en sangre y, si esta descendía se atribuía a la leche materna.
Cabe resaltar, que el neonato no debe presentar otro síntoma que sugiera una infección.
Sin embargo, en la actualidad se ha eliminado esta práctica, ya que está relacionada con el cese de la lactancia materna.
¿Cuándo acudir con el médico?
El sistema inmune de los recién nacidos no responde como el del adulto. Esta es la razón, por la cual los neonatos puede desarrollar infecciones graves que compromete su vida.
A su vez, durante la etapa neonatal los signos y síntomas son inespecíficos en la mayoría de las veces y, la ictericia es un signo que se presenta con frecuencia en las patologías neonatales.
Entonces, si el recién nacido comienza a ponerse amarillo antes de las 24 horas de vida, tiene fiebre, está irritable o somnoliento y no succiona el seno materno, debe ser llevado de inmediato a un centro de salud.
Por último, es importante una evaluación médica completa y oportuna para descartar las posibles causas infecciosas y no infecciosas que esté originando la ictericia.