Reino Unido diseña plan para no mostrar verdadero estado de salud de la Reina Isabel
La monarca asistirá al servicio conmemorativo de su difunto esposo.
La reina de Inglaterra, Isabel II, está pasando por una situación difícil de salud. Poco a poco muestra síntomas de un fuerte declive. Además, no se puede pasar por algo su frágil estado, a pocos días de cumplir 96 años.
Por tal motivo, la casa real ha decidido llevar a cabo un plan, para que la monarca pueda mantener sus responsabilidades y así, sus súbditos no vean su deterioro.
El próximo evento de su agenda, es el primer año de fallecimiento del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, quien falleció el pasado 9 de abril del 2020, a sus 99 años.
La prensa inglesa indica que, desde el Palacio de Buckingham, se ha estado iniciando una operación militar. Esto sería para trasladar a la monarca al servicio conmemorativo de su difunto esposo, manteniéndola fuera de los lentes de los paparazzi.
El Daily Mail, indicó que el plan es que la monarca vuele durante 15 minutos en un helicóptero. Este viaje comenzaría en el Castillo de Windsor y terminaría en el Palacio de Buckingham, lugar donde se llevará a cabo el evento el 29 de marzo.
La reina, será trasladada en un automóvil en una distancia corta que va desde el Palacio hasta la Abadía de Westminster.
Entre los planes de la casa real, se está coordinando que todo el patio sea precintado. También incluyen pantallas de privacidad de casi dos metros de alto y un túnel, como en los campos de fútbol. Esto funcionaría como bloqueo a la vista de cualquier paparazzi que desee fotografiar a la reina, cuando salga del vehículo.
Isabel II no desea ser vista en público estando en una silla de ruedas, ya que no quiere que se repita la foto de su difunta hermana, la princesa Margarita.
Después de que la reina se retirará del servicio del Día de la Commonwealth, la información de su frágil salud fue revelada.
Esto sucedió la semana pasada, cuando iniciaron las preocupaciones sobre su ‘comodidad’, y si podría aguantar estar sentada, para su viaje de 97 kilómetros, para un viaje durante más de una hora, hacia la Abadía de Westminster.
A pesar de estos inconvenientes, la reina tomó la decisión de asistir al servicio conmemorativo de su difunto esposo. La monarca está dispuesta a caminar el mayor tiempo posible, descartando, de esta manera, la silla de ruedas en público.
El Palacio de Buckingham ha tomado en cuanta la opción de traslado de la reina, ya que así se podría mover con mayor comodidad y rapidez.
También, se estudia la posibilidad de que la monarca se siente en su sitio, antes de que lleguen la audiencia, a pesar de que la tradición es que ella sea la última.