Estrés: El enemigo número 1 de tu cabello
Descubre las razones y cómo evitar la caída del cabello
Utilizas champú, acondicionador, crema hidratante y al menos cuatro productos más para cuidar de tu cabello y aun así ¿su caída sigue en aumento?, puede que estés batallando con un enemigo silencioso que desconocías, ese es el estrés.
Desde caída uniforme hasta grandes parchos que se desprenden, pueden ser el resultado por estar atravesando un cuadro de estrés. Así que, si quieres prevenir o enfrentar la caída capilar por estrés, te recomiendo que me acompañes a conocer como derrotarla.
¿Por qué el estrés afecta?
Cuerpo y mente coexisten en una total sincronía, y cuando los niveles de estrés aumentan esto afecta directamente los folículos capilares.
Un gran porcentaje del cabello se encuentra en crecimiento y otro en reposo, al sufrir de estrés esta dinámica se invierte.
Siendo más precisos, debido al estrés en el cuero cabelludo la circulación de la sangre disminuye, lo que debilita el cabello y provoca su caída. Hay muchas variantes en cuanto cómo repercute el estrés, sin embargo, esta es la más común.
Otro escenario un poco más crítico es conocido como Tricotilomanía. Esta es una condición psicológica motivada por estrés que produce una compulsión a arrancarse el cabello.
Es normal perder unos 100 cabellos al día, pero mayor cantidad nos indica un problema.
El estrés tiene el poder de desestabilizar nuestro equilibrio emocional y psicológico, por tanto, la caída del cabello es una alarma del cuerpo para indicarnos que algo está fuera de lugar.
La caída es temporal o permanente
Una buena noticia respecto a este padecimiento es el hecho de que no sea permanente, ya que al controlar el nivel de estrés su afección desaparece.
Claro está, que se debe esperar el tiempo correspondiente para que el cabello recupere su vitalidad y fortaleza.
La alopecia se debe tomar en serio, y es sumamente necesario consultar a un profesional, porque la caída del cabello no siempre es generada por estrés. Desde un inicio no se debe tomar a la ligera y pensar que será algo pasajero, ya que podría tratarse de algo más grave.
Técnicas y consejos para hacerle frente
Posiblemente en algunos casos habrá recomendaciones médicas que incluya medicamentos o terapias de acuerdo al grado de estrés, pero estos consejos son aplicables a cualquier caso.
Crea válvulas de escape
Dentro del orden de tu rutina diaria debes incluir alguna actividad que de verdad te genere felicidad y puedas utilizarla como medio de desconexión.
Esto es una práctica simple solo has algo que te guste, lee un libro, juega un videojuego o da una caminata.
Las válvulas de escape son más útiles de lo que se cree, ya que esas pequeñas actividades logran disipar el caos mental que produce el estrés.
Cuando el cuerpo se halla inmerso en una constante exigencia de tareas, sin darle respiro es propenso a colapsar.
Evita ambientes congestionados
Hay espacios donde es inevitable vernos envueltos a diario, como el tráfico o el metro, no obstante, nuestra casa o lugar de trabajo no debe estar igual.
El desorden, la suciedad y el ruido generan un efecto sensitivo negativo para nuestra mente, multiplicando el estrés.
Despeja y mantén ordenada tu casa y tu oficina, complementa aplicando olores suaves que sean de tu agrado y aléjate de los ruidos molestos.
Un gran porcentaje de las incomodidades diarias las ocasionan las cosas mal colocadas y los sonidos desagradables.
Practica ejercicios de relajación
Hay ejercicios respiratorios y otros que te ayudan a liberar tención, ambos son muy prácticos y fáciles de realizar aun cuando te encuentres en la oficina.
Para los respiratorios solo necesitas tomar aire y soltarlo por algunos segundos, esto te ayuda a despejar la mente.
En el caso de la tención, consiste en contraer los músculos algunos segundos y relajarlos, aplícalos en todo el cuerpo así aplacas la rigidez.
Puedes crear una rutina en espacios de tiempo a lo largo del día y programarla para que te recuerde aplicar estos ejercicios.
Masajea tu cuero cabelludo
Este tipo de masaje, por un lado, es muy relajante y por otro ayuda a la fluidez de la circulación de la sangre en nuestra cabeza.
El segundo atributo es muy beneficioso, ya que esto en gran parte es lo que se requiere para enfrentar la alopecia.
Puedes utilizar un aparato, solicitar a alguien el masaje he incluso hacerlo tú mismo, no requiere de gran esfuerzo, únicamente una suave estimulación.
Existen aceites capilares que puedes integrar al masaje como una ayuda extra que beneficia a tu cuero cabelludo.
Cuida tu sueño y alimentación
Uno los factores que más descompensa nuestro estado mental, físico y anímico es la falta de sueño, lo que repercute sobre todo nuestro cuerpo.
El estrés se agiganta cuando le sumamos el mal dormir, así que hay que evitar los desvelos y las horas extras innecesarias.
No todo se trata de productos químicos a la hora de cuidar el cabello, el consumir alimentos sanos también es parte del cuidado. Algunas vitaminas como la D o el consumo de hierro y Zinc, son esenciales para darle fuerza y vitalidad a nuestro pelo.