Sobre la esquizofrenia: ¿Qué es y cómo tratarse?
Dentro de los trastornos mentales, la esquizofrenia es uno de los más complejos que existe. La variabilidad en la que se presenta y la diversidad en sus manifestaciones clínicas es otro problema de salud pública actual.
Afortunadamente, la ciencia de la medicina ha avanzado hasta el punto de poder tratarla exitosamente. El problema radica en que su diagnóstico no está siendo abordado como debería ser. ¿Qué se sabe al respecto?
El impacto de la esquizofrenia es mayor del que se piensa
Se trata de una de las enfermedades más graves que puede padecer la mente del ser humano. Alrededor de 20 a 25 millones de personas en el mundo son portadores latentes de dicho trastorno en particular.
Lo impactante de la cifra es que no se toma en consideración aquellos casos que, por disparidades en criterios médicos, no han sido diagnosticados. Por consiguiente, se prevé que el dígito descrito sea mucho más alto de lo imaginado.
Pero, en comparación con otros trastornos mentales comunes como la ansiedad y depresión, su presentación es esporádica. Es decir, no es tan habitual que una persona desarrolle esquizofrenia como ansiedad y depresión.
Por su parte, la esquizofrenia es predilecta en los hombres, sobre todo en edades adultas tempranas.
¿Qué es la esquizofrenia?: Según la literatura médica
En líneas generales, es una patología que distorsiona por completo el campo cognitivo y del comportamiento. El pensamiento, la percepción del entorno, la conciencia, el lenguaje y todo lo que deriva de ello alcanza estratos disfuncionales incompatibles con la rutina diaria.
La psicosis secundaria a la esquizofrenia desata alucinaciones, delirios, eventos bipolares y hasta conductas agresivas psicópatas. En esencia, los familiares del paciente refieren un estado de “desconexión total” del verdadero ser.
Como tal, el consenso designado establece que la esquizofrenia es producto de un desequilibrio bioquímico en el cerebro. Neurotransmisores como la dopamina se encuentran en un alarmante estado de hiperactividad, modificando la correcta sinapsis entre las conexiones neuronales.
Parafraseando, el sistema nervioso central falla en dichas conexiones, por lo que sus funciones normales se ven perturbadas. Como consecuencia, el compartimiento somático (físico) y cognitivo son severamente alterados.
Causas o factores que predisponen a la aparición de esquizofrenia
Al igual que la depresión, sus causas son estructuradas en grupos específicos para facilitar su análisis. En esencia, se destacan las alteraciones bioquímicas, cerebrales y genéticas/ambientales como tal.
1. Las alteraciones bioquímicas hacen énfasis en el desequilibrio del sistema dopaminérgico. Dicho neurotransmisor se encuentra exacerbado, desencadenando una mala función en las conexiones neuronales.
2. Las alteraciones cerebrales más comunes se relacionan con problemas en la anatomía del encéfalo. Bien sea un tamaño disminuido del perímetro encefálico, hipotalámico, talámico o de la corteza prefrontal.
3. El factor genético y ambiental, es importante considerar dado que se sabe que el 80% de la enfermedad es de origen hereditario. Por otro lado, la drogadicción, infecciones virales y las complicaciones neonatales representan el componente medioambiental.
Dentro de las alteraciones cerebrales, aquella donde existe una “hipofunción” de la corteza prefrontal es la más acertada. En dicha zona se albergan las áreas responsables del razonamiento lógico, causando que la esquizofrenia se exhiba progresivamente.
Síntomas y tratamiento de la esquizofrenia
La Sociedad Americana de Psiquiatría, así como otras asociaciones certificadas españolas, describen signos y síntomas de complejidad. De hecho, la gran cantidad de ellos dificulta todavía más el diagnóstico certero de la enfermedad.
Principales síntomas positivos
Los síntomas positivos dan la primera impresión de la alarma de la enfermedad, apareciendo en su etapa temprana. Son aquellos que los familiares expresan y refieren con mayor latencia, conociéndose tres de ellos sumamente primordiales:
Delirios.
Alucinaciones.
Desorganización de la conducta y el pensamiento.
Con respecto a la tercera manifestación clínica, el pensamiento es alterado hasta el punto de no poder expresar ideas claras. Con el tiempo, el habla se torna incomprensible sin un sentido lógico ni articulado aparente.
En contraparte, la conducta puede variedad desde inquietud hasta la violencia, mostrándose agresivo con su entorno. De no recibir ayuda inmediata, es posible que el paciente atente no solo contra su vida, sino con la de los demás.
Síntomas negativos de relevancia
Comparando los síntomas negativos con los positivos, estos suelen pasar desapercibidos o poco advertidos. Al ser menos aparatosos o sobresalientes que los explicados anteriormente, cuesta diferenciarlos a simple vista.
Incapacidad de sentir emociones o placer.
Pérdida progresiva de la motivación.
Tendencia a la poca expresión tanto física como verbal.
Aparición de los síntomas emocionales/afectivos
Son el resultado de las alucinaciones y delirios constantes donde el esquizofrénico está fuera de su esfera espacio-tiempo-persona. Se caracterizan por ser idénticos a la depresión, con la tristeza, apatía y ansiedad como principales estandartes.
Adicionalmente, cuando el paciente recupera su razonamiento lógico y concientiza su padecimiento, contribuye a la apreciación de estos síntomas. Con el paso del tiempo, la frustración y emociones derivadas también entran en juego.
Déficits cognitivos importantes
Es esa agrupación de síntomas que definitivamente incapacitan al esquizofrénico, la pérdida de la memoria, confusión, ausencia de pensamiento o capacidades intelectuales, son muestra de ello.
Como consecuencia, desenvolverse en un ambiente laboral se hace cuesta arriba rápidamente. Al no poder ejecutar sus funciones motrices y cognitivas normales, evidentemente deja de ser activo para la sociedad.
Tratamiento de la esquizofrenia
La esquizofrenia es una enfermedad grave, pero que bien atacada con el tratamiento designado, es capaz de ser controlada inmediatamente. En contraste con otros trastornos mentales, precisa de una atención farmacológica amplia.
1. Se utilizan fármacos antipsicóticos como base para la terapéutica de la enfermedad. Son los que, principalmente, disminuyen la acción dopaminérgica al bloquear los receptores predispuestos para dicho neurotransmisor.
2. La terapia se complementa con medicamentos antidepresivos, puesto que el déficit bioquímico puede generar depresión. Si la misma es diagnóstica de forma correcta, se considera inmediatamente la prescripción de estos fármacos.
3. Como adición, los ansiolíticos y los estabilizadores del ánimo, contrarrestar síntomas de relevancia en los trastornos mentales. La calma de la ansiedad, estados de estrés y el mantenimiento a raya de conductas impulsivas, es clave.
La ciencia médica ha evolucionado y optimizado cada uno de los tratamientos para la esquizofrenia. Está más que comprobado científicamente que son medicinas con acción a largo plazo, más seguros y menos efectos adictivos.
Dentro del mismo orden de ideas, el tratamiento de la esquizofrenia debe ser estructurado en dos partes. El inicio se caracteriza por la receta de fármacos antipsicóticos y, cuando exista una buena respuesta con mejoría marcada, se pasa al complemento.
La complementación no es más que enfocarse en la prevención de recaídas, abarcando un margen de acción amplio. Regular la actividad cerebral para que el aparato cognitivo se conserve funcionalmente óptimo es la llave del éxito.
¿Cuál es el verdadero pronóstico del paciente? Dependerá de la atención clínica
Desde hace más de 5 décadas, la evolución de la enfermedad y su tratamiento ha posibilitado predecir el pronóstico de los esquizofrénicos. Incluso, se ha derogado la famosa “regla de los tres tercios” que plantea:
1. Un tercio de los pacientes, con buen tratamiento, solo experimentará una recidiva a lo largo de su vida. Por lo tanto, está fuera de riesgo en lo que respecta a sufrir secuelas o incapacidad permanente.
2. Otro tercio de los casos repetirá dos más episodios esquizofrénicos en el transcurso de su vida. Sin embargo, la cualidad a destacar es que se recuperará de las posibles secuelas sin caer en incapacidad.
3. El último tercio recaerá constantemente en momentos psicóticos hasta desarrollar consecuencias importantes. El escenario final es su incapacidad y dependencia total para subsistir.
Sin embargo, la problemática radica en que, según la OMS, más del 50% de esquizofrénicos no recibe atención clínica adecuada. Al otro extremo, se maneja una cifra de hasta un 90% de pacientes cuyo acceso al tratamiento es limitado por su condición socioeconómica.
En conclusión, se trata de un contexto paradójico que recalca aún más lo complejo de la enfermedad. Bajo esas circunstancias, se hace un verdadero llamado a dar notabilidad absoluta al tema de la esquizofrenia.