¿Ucranianos se preparan para la Guerra?
El conflicto entre Rusia y Ucrania se remonta a varias décadas atrás; sin duda alguna, desde la separación de Ucrania de los rusos gracias al referéndum de diciembre de 1991.
También existe otro momento crucial en estos antecedentes, y es cuando, entonces, Verkhovna Rada (Ucrania), el 8 de junio de 2017 aprueba una ley que se enfocaba en integrarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como prioridad en las políticas exteriores.
Todo esto ha generado varios conflictos entre Rusia y Europa Oriental, ya que el país asiático-europeo ve en las incursiones de la OTAN una amenaza a la seguridad nacional. Por lo cual, en estos momentos se ha agudizado el conflicto debido a que los países miembros no ceden ante las exigencias de Putin.
Una guerra diferente
Así como la "Guerra Fría" se le llamó al conflicto entre Estados Unidos y la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que más que una guerra tradicional con ejércitos y armas, en ese caso fue una competencia armamentística para demostrar quien tenía más poder tecnológico y bélico como potencia mundial.
En esta situación actual entre Rusia y Ucrania se habla de un conflicto bélico diferente. Ha salido a relucir el concepto de "guerra híbrida", término que se remonta al año 2000. Al respecto, Antonio Alonso Marcos, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Pablo CEU explica:
"Un país puede utilizar medios que vayan minando la seguridad y la estabilidad de otro país. Y no son medios militares, sino, por ejemplo, ciberataques o el lanzamiento de una oleada masiva de tuits que vayan en contra de la posición de un gobierno determinado. A eso se le denomina guerra híbrida".
Para Alonso Marcos, las nuevas tecnologías son los medios utilizados para "sembrar" el desconcierto, el caos y la desestabilización.
Factores fundamentales son la propaganda y la provocación, aunque también pueden añadirse otros mecanismos como la insurgencia, la migración, el uso de "fakes news" y la desinformación.
Ejemplo de todo esto es el ciberataque ocurrido a mediados de enero del presente año en Ucrania, donde las autoridades informaron que el objetivo "no solamente fue intimidar a la sociedad, sino también desestabilizar la situación con falsas informaciones sobre la vulnerabilidad de las infraestructuras informáticas del Estado".
Además, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky ha asegurado que su país sufre una verdadera guerra híbrida, alegando los factores antes expuestos, así como también ha informado que en los últimos días ha habido muchas falsas amenazas de bomba y por tal razón se han cerrado muchas escuelas.
Sin embargo, el gobierno de Vladímir Putin ha negado la utilización de estos medios para desestabilizar el país, así como una posible invasión al territorio ucraniano.
Lo cierto es que fotografías satelitales demuestran campamentos militares rusos en la frontera con Ucrania en donde se ha aumentado la presencia de efectivos en los últimos días.
Una estrategia poco usual
Mientras Putin niega todo intento de conflicto bélico por parte de Rusia, el gobierno de Zelensky ha desplegado sus tropas militares para practicar y prepararse para defender a la nación en Chernobyl.
Cabe destacar que a partir de 1986, cuando se efectuó el desastre nuclear más grande de la historia de la humanidad en Chernobyl, la ciudad fue desalojada y nadie ha vivido en la ciudad desde entonces. El desastre ocurrió cuando la planta de energía nuclear Vladimir Lenin explotó matando a 31 personas al instante.
No solo la ciudad fue desalojada sino que se advirtió del peligro a los países de alrededor, ya que la lluvia radioactiva se extendió por toda Europa, exponiendo a millones a altos niveles de radiación; y por estas razones se estima que han muerto alrededor de 200.000 personas por problemas de salud a largo plazo.
Desde las prácticas del ejército ucraniano en Chernobyl, Denys Monastyrsky, ministro de Asuntos Internos de Ucrania confesó en declaraciones a los periodistas presentes en el lugar que todo esto era para demostrar las tácticas de combate urbano mejoradas desde que los rusos anexaron Crimea a su territorio en el 2014.
Al parecer la estrategia propagandística es un mecanismo utilizado por ambas naciones para intimidar al otro. Sin embargo, la incertidumbre es una realidad en los habitantes de Ucrania ante el constante avance de los militares rusos a la frontera entre ambos países.
Escalada mediática ante posible guerra
Ante los eventos antes nombrados las declaraciones de mandatarios, militares y civiles no se han hecho esperar. Por un lado, el gobierno ruso niega toda vinculación con hechos propagandísticos y mecanismos que lo acusen de usar una guerra híbrida en contra de Ucrania.
Por su parte, hace algunos meses el gobierno de los Estados Unidos calificó de "inminente" una invasión de Rusia a Ucrania al ver desplegarse tropas rusas en la frontera entre ambos países. Sin embargo, representantes de algunas naciones de la Unión Europea y de Ucrania describieron de "alarmistas" las declaraciones de EE. UU.
"No confíen en las previsiones apocalípticas", exhortó el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, este domingo por su cuenta de Twitter.
"Sabemos muy bien cuál es el grado de las amenazas y, sin duda, debemos evitar reacciones alarmistas", comunicó a finales de enero el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell.
Sin embargo, este lunes en Washington, Borrell junto a Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., coincidió con las primeras declaraciones de la Casa Blanca:
"Sin duda estamos viviendo, en mi opinión, el momento más peligroso para la seguridad en Europa tras el final de la Guerra Fría. ¡140.000 soldados apostados en la frontera, no están para tomar el té!".
"Esto no es alarmismo. Son simplemente los hechos", expresó el mismo lunes Blinken. De la misma manera, ya el gobierno de Joe Biden ha informado que Moscú ya movilizó 110.000 efectivos a la frontera, casi 70% de las 150.000 tropas necesarias para una invasión a gran escala, que podría lanzarse a mediados de febrero.
Por su parte, Alexandra Stupak, oficial de la Guardia Fronteriza de Ucrania expresó que "estamos listos para proteger nuestra Ucrania, pero no queremos una situación de conflicto".
En el mismo orden de ideas, Oleksandr Hrigorevskiy, capitán de la armada de Ucrania manifestó: "No espero una guerra en el mar con los rusos". Sin embargo, para algunos civiles la posible guerra no es una realidad.
Un residente ucraniano que no quiso ser identificado confesó que "han estado diciendo 'se avecina una guerra' durante cinco años. Solo un tonto comenzaría una guerra. No habría ganadores".
De la misma manera, Masha, una señora de 64 años negó la posibilidad de una guerra. "No va a pasar, ¿Putin irá a la guerra con los civiles? No hará eso. Nunca en su vida. Todo son mentiras, política. Ni siquiera pensamos en eso".
Se espera que una posible invasión de parte de Rusia pueda efectuarse a mediados de febrero y mientras tanto las opiniones acerca del conflicto son muy variadas, pero volviendo a las declaraciones del académico Antonio Alonso Marcos:
"Las guerras tradicionales, con un ejército uniformado entrando al territorio de otro estado, como se hizo en Irak o Afganistán, ya casi no suceden. Ahora, las guerras son más asimétricas, con otros actores involucrados. Su característica predominante es que no se hace con métodos tradicionales, entonces también tiene que ver con la voluntad política de identificarlo así".
El mundo está expectante de lo que ocurrirá en los próximos días, en plena pandemia de covid-19 y ante toda esta escalada mediática. Mientras tanto los rusos y ucranianos están a pocos kilómetros de verse las caras.