Tipos de alfombras para dormitorios
Las alfombras para dormitorios forman parte fundamental de lo que se debería tener en casa.
Es un complemento dentro del hogar para proteger el suelo de distintos desastres y a su vez, dar un toque diferente a la decoración de tu hogar.
Cómo escoger la mejor alfombra para tu hogar
Existen muchos tipos de alfombras en especial cuando se trata de decorar el dormitorio.
Las alfombras también trabajan en mantener un nivel de calor exacto para aquellos días muy fríos y aún más para los meses de invierno, no solo cuidan de manchar o dañar el suelo, sino que te protegen a ti mismo de congelarte.
Aunque así como en todo artículo decorativo, hay una variación algo extensa de ellas, tanto en color, como en la forma y mucho más en la textura.
No todas las alfombras son perfectas
Puedes conseguirte con alfombras muy duras e incómodas para los pies descalzos, algunas de goma que sirven a la perfección para baños y bajo el lavaplatos, quizá te encuentres con unas un poco más felpudas.
Tal vez puedas conseguirlas con distintas formas; redondas, cuadradas, triangulares, hexagonales y demás figuras geométricas impensables.
Para los dormitorios, se requiere de un mejor tipo de alfombras, que puedas sentirte cómodo al sentir su textura. Hay que conocer muy bien cada tipo de ellas para poder saber y elegir la adecuada para nuestra habitación.
Las alfombras para dormitorios se dividen en dos grupos bastante abiertos:
Las naturales: Están conformadas por algodón, lana, bambú y demás. Estas tienen una sensación particular al estar en contacto con ellas, al ser de un material totalmente natural, la impresión que deja al tocarlas es de ensueño, sintiéndose muy bien y refrescante en cualquier sentido.
Las sintéticas: se componen por acrílicas, poliéster, polipropileno y otros componentes más originarios de laboratorios.
Estas no tienen un sentir más allá que suave, es decir, poseen una única característica entre ellas y esa es que los materiales no son muy diferentes el uno del otro, por lo que su tacto es en su mayoría liso.
Alfombra de lana
Son bastante conocidas, ya que son increíblemente duraderas y muy difíciles de dañar, adecuadas para cualquier espacio en el que desees instalarla, sea grande o una estancia mucho más reducida en tamaño.
Aunque haya demasiada circulación de todo tipo de personas a esta área, es una alfombra que queda muy bien, se ve linda y que puede resistir lo que sea; además que no produce saturación visual en lo absoluto.
Al ser de un material completamente natural, posee fibras orgánicas que no pueden acumular electricidad, haciéndolas totalmente seguras en caso de que haya niños en la casa e incluso para el adulto mismo.
Pueden aislar el frío de muy buena manera gracias a distintos componentes y absorbe con efectividad la humedad sin dejar el olor, ni la sensación de ella.
Pero, tiene una desventaja, a pesar de que son alfombras antialérgicas y antibacterianas, no es recomendable que personas asmáticas o que posean alergias a los ácaros tenga alguna de estas. Suelen acumular demasiado polvo en ellas.
Sin embargo, existen maneras de disuadir eso y es acudiendo a tiendas que se especialicen en textiles donde puedes hallar algún tratamiento para combatirlo.
Su limpieza es sencilla, tan solo necesitarás sacudirla un poco fuera de casa o en algún balcón con el fin de quitar el polvo acumulado, también puede servir el aspirarla para limpiar a más profundidad.
En caso de alguna mancha por el uso o por algún líquido o comida, puedes aplicar un poco de detergente en la zona y dejarlo secar al sol o en un lugar abierto para evitar el olor a humedad que causa el encierro.
Alfombra de bambú
Son perfectas para los ambientes cálidos, ya que es un material que naturalmente regula el calor en zonas templadas, invernales o el refrescante verano, pero no aíslan el frío al cien por ciento, por lo que no son muy recomendadas para suelos de mármol.
Son acogedoras y regalan una comodidad increíble donde sea que las pongan, considerando que también atrae al ser mucho más orgánico.
No suele afectarse mucho por la circulación de personas, además que su limpieza es lo más sencillo del mundo basándose en un poco de detergente con un paño húmedo y ya, justo como el primer día que llegó a casa.
Es bastante económica y puede que la consigas en cualquier tienda de textiles, almacenes de decoración o en bricolajes, encontrándola de cualquier color, tamaño y de distintos diseños.
Alfombras acrílicas
Son diminutamente muy parecidas a las de lana, siendo recomendables para cualquier área, incluso si es muy transitada, ya que resisten muchísimo la suciedad y su durabilidad es muy extensa. Además de que son antipolillas, no acumulan moho y no producen nada de electricidad estática.
Son resistentes a la luz solar y puedes encontrarlas en una variedad incontable de colores, considerando lo primero, no hay riesgo alguno de decoloración.
Estas son suaves, resultan cómodas y regalan elegancia a la habitación, asimismo, son perfectas para las personas asmáticas y alérgicas, ya que repele por completo el polvo. Su limpieza también es sencilla, solo necesitando agua y jabón para mantenerla limpia.
Alfombras de polipropileno
Este es un material sintético que resulta impermeable, conservando los colores que posea de manera duradera.
Combate a los ácaros y demás alérgenos, convirtiéndose en el mejor amigo de las personas asmáticas o que sufren de alergias. Su tacto es bastante suave y brillante, aunque menos que las acrílicas.
Estas alfombras quedan perfectamente para los dormitorios, sea de un niño, un adulto o si alguna mascota transita por ahí sin preocupaciones, teniendo una resistencia a la suciedad bastante alta.
También puede ser usada en sitios exteriores gracias al mismo material que lo compone.
Solemos tener muchas dudas al escoger una alfombra adecuada, ya que hay tantas y de una cantidad muy amplia en cada una, haciendo que queramos todas y cada una de ellas. Pero, considera lo que necesitas de ella y la respuesta y elección será más fácil.