Profesiones de éxito en el siglo XXI
¿Cómo ha cambiado el concepto de éxito a través del tiempo?
Seguramente que para el hombre primitivo este concepto estaba relacionado con la supervivencia. Si encontraba algo que comer y beber en el día, podía considerarlo exitoso. Si vencía a las fieras, a las inclemencias y a los contrincantes, era un triunfo. Si conseguía dormir seco y caliente, si podía satisfacer sus instintos sexuales cuando aparecían.
Después el esclavista que tenía muchos esclavos, el esclavo que sobrevivía a las inhumanas condiciones, el que sanaba las heridas de los grilletes en el tobillo, sin que la infección lo matara, era exitoso. El brujo, el jefe de la tribu, la doncella que se casaba con el guerrero más valiente.
Posiblemente en el período de descomposición de la comunidad primitiva, el éxito en la vida, pasó progresivamente de estar asociado a la supervivencia, con verse ligado a diferenciarse de los demás: el que más dinero tenía, más bienes materiales, una mujer más hermosa, un coche, una vivienda, tierras, poder.
Los seres humanos nos hemos arrebatado las pertenencias a cuchilladas, a tiros, con guerras invasivas, con bombas nucleares. Y exitoso se ha considerado al que ha dejado tendido en la lona a su adversario, el que ha vuelto con el mayor botín de cualquier batalla, aunque luego se haya muerto igual que todos.
Y cuando el capitalismo se afianzó en la mayoría de los países del mundo y comenzó a regir la ley de sálvese quien pueda, el éxito se expandió a las formas de vida, a la salud y el llamado bienestar, a la región del mundo en que un exitoso vive. a qué se dedica, que tiempo emplea en diferentes esferas de su vida. Y el término de persona exitosa se convirtió en un enigma que nadie puede explicar bien, por lo difuso y complejo.
Así que a mediados del siglo XX, para ser exitoso, era necesario fumar puros y estar gordo, ser zoquete y creerse el ombligo del mundo. Era tal vez muy conveniente contar con algunos guardaespaldas y un ejercito de aduladores y chicharrones que le hicieran la pelota.
A finales del siglo pasado y principios de éste, el acelerador de los cambios se fue hasta la tabla y surgieron nuevos y a veces contradictorios requisitos. Para ser exitoso se hizo casi imprescindible ser esbelto e ir al gimnasio, practicar yoga y asistir a seminarios donde un maestro hiciera alusión a nuevos tiempos, culturas orientales y explicara las ventajas de ser vegetariano.
Nace en la Tierra el Éxito de SER
Es muy difícil hacer consciente el momento en que ha nacido y ha comenzado a expandirse el cambio cualitativo en el concepto de un Ser Humano Exitoso. Tal vez su principal indicio sea la capacidad de trascender lo que, hasta ahora, creía que era.
¿Quién puede saber el momento exacto en que la diminuta planta brota de la tierra? ¿Qué parámetros podríamos medir para saber, con esa sapiencia inherente a la divinidad que habita en todos, hasta donde tenemos la certeza de SER Dioses, atemporales y mágicos, viviendo una experiencia humana?
Está naciendo sobre la Tierra, como siempre, un hombre exitoso, que encarna para hacer consciente que él es la consciencia que se manifiesta, que más allá del mundo de las formas, hay otros insondables universos que olvidamos al convertirnos en esta materia densa. Y donde ser exitoso, es precisamente recordar nuestra esencia. La pequeña diferencia es que a este hombre nuevo, no se le olvida.