El traumante caso de “El Monstruo de Austria”
Josef Fritzl mantuvo a su hija en cautiverio por 24 años.
Elisabeth Fritzl había cumplido la mayoría de edad cuando su padre la secuestró en su propio hogar. Como resultado de las constantes violaciones, la joven tuvo siete hijos. Su lamentable historia es mostrada en el cine mediante una película.
Elisabeth estuvo encerrada en el sótano de su casa por 24 años. Josef la violó por más de dos décadas y la torturó, todo este tiempo.
En el 2008 la secuestrada logró escapar y enseguida pidió ayuda. Su padre pasó a ser reconocido mundialmente como “El Monstruo de Austria”, después de que contó la historia.
El hombre actualmente está detenido, aunque su futuro puede cambiar.
La historia de Elisabeth fue parte de los titulares noticiosos de los diarios del mundo. En el 2021, trece años después de lograr escapar, su terrible historia llegó a la pantalla grande con el estreno de La Chica en el sótano.
El caso de Elisabeth
Elisabeth al lograr salir el 26 de abril del 2008, se consiguió con una sociedad completamente desconocida. Lo primero que la impresionó fueron los teléfonos celulares, los autos modernos y el internet. Cuando fue secuestrada, nada de eso existía.
La última vez que vieron a la joven fue en Amstetten (Austria), en el año 1984, cuando aún tenía 18 años.
El responsable de su desaparición y cautiverio fue su padre, Josef Fritzl. Durante seis años se encargó de construir un sótano en su propia casa, como parte del plan. Ni su esposa Rosemarie, ni sus seis hijos podían acercarse, ya que se los había prohibido.
Fritzl era un padre de familia ejemplar, lo que no sabían era los secretos que ocultaba y que duraron más de dos décadas en descubrirse.
En 1967, una mujer lo denunció por violación. El castigo fue, un año y medio en la cárcel. Al quedar en libertad, su esposa lo recibió en el hogar y comenzaron su vida otra vez, dejando atrás lo sucedido.
Después de esto, tuvieron a su cuarta hija, Elisabeth. Los años siguientes tuvieron dos hijos más.
Desde que era pequeña, Elisabeth siempre fue controlada por su papá. Incluso, tenía prohibido que se acercara a las personas. Los Fritzl se mostraban como una familia ejemplar. Sin embargo, existían comportamientos violentos y abusivos diariamente, dentro del hogar.
A pesar de que Elizsabeth tenía muchas restricciones, ella hacía lo posible para mantenerse lejos de su casa. La joven guardaba un secreto y es que, su padre la violaba desde que tenía 11 años.
En su adolescencia planeó escaparse de su casa, para que ese castigo terminará. Por eso, consiguió un trabajo como camarera para tener ingreso económico y se escapó con un amigo a Viena. Poco tiempo después, Josef la ubicó y la regresó a casa.
Presunto escape
La última vez que Elisabeth cruzó la puerta que dividía la vida de arriba con la de abajo fue un día en el que ambos quedaron solos en la casa. En la tarde, él le pidió a su hija un poco de ayuda en un trabajo que realizaba en el sótano, y la encerró.
Josef dijo que su hija se había escapado para formar parte de una comunidad religiosa. Al inicio la historia no era creíble. Con el paso del tiempo, la familia comenzó a convencerse.
El hombre era el único que sabía la verdad de lo sucedido, mientras tenía en cautiverio a su hija en un espacio de 18 metros cuadrados debajo de su casa.
El infierno de Elisabeth
El sótano fue construido por él mismo, gracias a sus conocimientos de promotor inmobiliarios y de ingeniero, logrando convertirlo en un espacio de cautiverio perfecto.
En este pequeño sitio, no entraba ningún tipo de luz, no se escuchaban ruidos del exterior, tenía un pequeño baño y una pequeña cocina. Elisabeth en este pequeño espacio sufrió abusos de violencia, sexuales y además, dio a luz a siete niños.
Kerstin fue la primera hija, nació en 1988. Después de ella nacieron: Stefan, Lisa, Monika, Alexander, Michael, Felix y Michael, quien falleció tres días después de nacer. Tiempo después, se descubrió que Josef fue el encargado de incinerar al bebé.
El cautiverio se volvió pequeño cuando nacieron los niños. Por eso, el hombre creo un plan: Elisabeth, obligada por su padre escribió una carta en la que explicaba que en el culto dónde estaba, no podía mantener a sus hijos y que por eso, se los mandaba a sus abuelos.
Esto ayudó a qué la versión que había dado tiempo antes, fuese totalmente creíble. De esta manera, tres de los seis niños empezaron su vida en la otra parte de la casa, dónde podían tener una crianza normal.
Uno de "los niños del sótano" se enfermó y Josef aceptó llevarla al hospital. Elisabeth fue llevada por Josef días después. En esta visita al hospital, la mujer (en ese momento de 42 años), conversó con los médicos y les contó la situación. Ellos se comunicaron con la policía y Josef fue detenido.
Actualmente, Elisabeth y sus hijos viven en Austria, desde el 2008, después de decidir mudarse para comenzar una nueva vida. Las autoridades tratan de que sean revictimizados.
El 19 de marzo de 2009, "El Monstruo de Austria” recibió la condena a prisión perpetua. A pesar de ser culpable, es posible que vuelva a disfrutar de su libertad. Josef tiene 86 años.
El Tribunal Regional de Krems, a inicios del 2022, aprobó que fuese trasladado de la unidad especial para criminales dementes, a una cárcel común.
El hombre podría ahora solicitar la libertad anticipada, para poder salir al cumplir 15 años de su condena, esto sería a principios del 2024.
Está información género una gran indignación social, ya que al ser aceptada la solicitud, pasaría menos tiempo encerrado, de lo que pasó su hija.
La película y el caso real
La prensa le dio el nombre de “El monstruo de Austria” a Josef.
En 2021, se estrenó la película La chica en el sótano. En este relato se puede ver cómo Elisabeth vivió todo ese tiempo.
A pesar de estar basada en la historia de la vida real, existen algunos cambios:
La historia sucede en Estados Unidos.
Sara es el nombre de la protagonista y no Elisabeth. Sara también fue secuestrada por su padre a los 18 años y la llevó al sótano de su casa.
En la película La protagonista fa a luz a cuatro niños, producto de las violaciones. En la vida real, Elisabeth tuvo siete.
En la vida real y en la película, los niños fueron criados en el sótano, por la madre. Ella fue quien les enseño a escribir, leer e intentó que llevarán una vida normal a través de un reproductor de vídeo y un televisor.
El expediente judicial real muestra que Kerstin, la hija mayor, presento un cuadro de desnutrición por lo que la llevaron al hospital. Para que no sospecharan, Josef llevó a Elisabeth para que viera a la niña. La policía intervino, la interrogó y ella reveló todo lo que sucedía.
En la película, a pesar de las amenazas de su padre, Sara le pidió ayuda al personal médico al momento de internar a su hija. El relato tan cruel, muestra el dolor que él le ocasionó a ella y a sus hijos/nietos.
Cada vez que surge alguna nueva novedad en este caso, genera conmoción en la población y en quienes han seguido la historia. Muchos conocen y recuerdan el momento en el que esta historia se hizo pública. La joven conoció al verdadero demonio en su casa y tenía la cara de su padre.