Talibanes les permitirán a las mujeres afganas viajar distancias largas solo en compañía de familiar masculino
El régimen afgano refuerza las medidas en contra de las mujeres, a pesar de las promesas de evitar estas medidas al momento de llegar al poder.
A las damas afganas no se les permitirá viajar más de 70 kilómetros sin la presencia de un familiar masculino.
Desde el Ministerio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, asegura que además de la prohibición de que las mujeres viajen solas, se les exige a los conductores que se aseguren que las damas lleven el velo islámico, de lo contrario, no podrán realizar el viaje.
El representante de la agencia Sadeq Akif Muhajir declaró a la Agence France Presse, que las señoras que viajen a más de 45 millas (72 kilómetros), no pueden realizar dicho viaje si no están en compañía de un familiar cercano, tal como lo indica la nueva ley.
Este mandato llega medio mes después de que el ministerio pidiera a las cadenas de televisivas afganas que no transmitieron dramas o series sensacionalistas en las que actúen mujeres y se obliga también a las periodistas, el porte del velo islámico, cada vez que vayan a realizar una transmisión.
Los talibanes no determinaron a qué se refieren con "velo islámico": independientemente de si se trata del simple pañuelo en la cabeza, que la mayoría de las mujeres afganas llevan a partir de ahora -desde su reaparición de en el poder, ni una sola moderadora de televisión ha mostrado su pelo- o de un manto que las cubra más.
Nuevas limitaciones para las mujeres afganas
Entre las nuevas limitaciones, los talibanes han prohibido igualmente la música, que, aunque con más cuidado, ha seguido sonando en los canales de radio y televisión, y los juegos.
Asimismo, han formado a las autoridades locales para que esperen que los hombres mantengan su barba.
Mucho antes de esta nueva exigencia, numerosos caballeros habían evitado quitarse la barba, del mismo modo que sustituyeron la ropa occidental por la túnica y los pantalones sueltos típicos de esta región, tratando de pasar desapercibidos.
La asociación de libertades básicas Human Rights Watch (HRW) ha afirmado que estas nuevas limitaciones son un avance más hacia la segregación de las mujeres afganas.
La directora asociada para los derechos de la mujer en HRW, Heather Barr, manifestó a France Presse que esta nueva orden elimina las libertades de las damas para moverse y expresarse libremente, o para escapar en caso de que experimenten un ataque agresivo en casa.
El sentir de las mujeres
Mujeres en Afganistán aseguran que se sienten presas, sin tener independencia, ni felicidad. La preocupación de las madres es el hecho de que sus pequeños se enfermen, y su esposo no esté disponible al momento de salir al médico.
Desde que tomaron el control en agosto, tras la importante y significativa retirada de las tropas estadounidenses, los talibanes han impuesto diferentes limitaciones a las damas y a las niñas, a pesar de las garantías iniciales de que su sistema sería menos severo que durante su primer ciclo en el poder (1996-2001).
Mientras que en ciertas zonas, las autoridades han permitido la reanudación de las escuelas de niñas, mientras que en otras se han respaldado de las vacaciones escolares (las cuales en Afganistán son en invierno), para mantener en secreto el regreso a la escuela de las niñas de más de 12 años.
Sin impedirlo oficialmente, han vetado a las trabajadoras del Estado vuelvan a sus ocupaciones, lo que implica que numerosas familias se han quedado sin su principal tipo de ingresos.
A pesar de que hay un grupo de mujeres trabajando en el ámbito privado, la mayoría de las afganas empleadas estaban en el ámbito público, donde representaban el 30% de su mano de obra.
Un decreto a nombre del líder supremo del gobierno, a inicios de diciembre, se dirigía al gobierno de Kabul para defender las libertades de las mujeres.
Sin embargo, este mandato no hacía referencia ni a los derechos, ni a la educación y mucho menos a la opción de trabajar; simplemente hablaba de las condiciones para su reconocimiento del matrimonio.
Los talibanes durante su anterior gobierno, se aseguraron de llegar al extremo de prohibir la televisión y el cine. Transformando como delito, el simple hecho de tener un reproductor de video.
Asimismo, prohibieron a las mujeres salir a la ciudad sin llevar un burka y sin un acompañante masculino, al igual que ir al trabajo o a la escuela.