¿Cómo influyen las pantallas LED y OLED en el sueño?
La comunidad médica en general viene advirtiendo sobre la exposición de la persona a las pantallas LED y OLED. Cuando se torna demasiado prolongada, produce trastornos del sueño importantes.
Bien sea por rutina o por trabajo, el ser humano está ligado a esta clase de tecnología. Ella se encuentra presente en smartphones, tablets, ordenadores, televisores y más, siendo difícil de dejar, pero no imposible.
¿A qué se refieren los términos LED y OLED?
En la actualidad, los dispositivos multimedia están basados en una pantalla LED u OLED dependiendo de su fabricación. Aunque parezcan términos similares, la realidad es que son muy distintos.
Se habla de LED a aquella pantalla que está compuesta por una estructura dividida entre una pantalla LCD y luz de fondo. Esta última utiliza "diodos emisores de luz" que se encargan de "activar" los píxeles en la pantalla y provocar la visualización de la imagen.
En contra parte, las pantallas OLED están estructuradas por un tipo diferente de diodo. Este mismo es conocido como un diodo orgánico emisor de luz, capaz de producir su propia iluminación para activar los píxeles. Dicho de otra forma, no requiere la luz de fondo para funcionar.
Como otro orden de ideas, LED son las siglas en inglés para Light-Emitting Diode (Diodo emisor de luz). Mientras que, OLED son las iniciales para Organic Light-Emitting Diode (Diodo orgánico emisor de luz).
¿Y cómo se relacionan las pantallas LED u OLED con el sueño y el insomnio?
Muchas personas ignoran el hecho en el que las pantallas mencionadas afectan desproporcionalmente la conciliación del sueño. Incluso, aquellos que padecen de insomnio marcado no lo toman en cuenta como un factor altamente predisponente.
La exposición prolongada a la iluminación genera un efecto adverso en una hormona especializada conocida como melatonina. Además de su acción intrínseca en la piel, también actúa en una fase imprescindible para el descanso, la etapa REM.
REM son las siglas en inglés para "movimientos oculares rápidos", la fase más profunda del sueño. Su papel es la de energizar la actividad cerebral a través de un buen descanso y participar en procesos cognitivos. Entre ellos, el almacenamiento de recuerdos, experiencias y regulación del ánimo.
Al alterar la fisiología de la melatonina, el cerebro no entra en su etapa de descanso y reorganización. Por consiguiente, las consecuencias oscilan entre el insomnio, trastornos ansiosos, comportamientos compulsivos y cambios rápidos de humor.
"Vamping": El neologismo asociado a estos casos
"Vamping" es el neologismo acuñado por cierta parte de la comunidad científica para referirse a este mal hábito. De manera anglosajona, resulta de la combinación de "vampire" (vampiro) y "texting" (mensajear).
Hace énfasis en la constante actividad que tiene como objeto el envío de mensajes instantáneos a altas horas de la noche. Se traduce en un uso extendido de cualquier dispositivo lo que altera progresivamente la función de la melatonina.
Tal hormona responde a la luz solar, estando inactiva frente a ella o en horas diurnas. Cuando disminuye, inicia su proceso asociado al ciclo del sueño, aproximadamente 2 horas antes de dormir.
La luz emitida por las pantallas LED u OLED durante la noche reemplazan el papel de la iluminación solar. Por ende, se retrasa o disminuye exponencialmente la secreción de melatonina con un subsecuente déficit en la conciliación del sueño.
Complicaciones o consecuencias que surgen a partir del insomnio
Las complicaciones derivadas del insomnio por exposición a pantallas pueden acarrear consecuencias graves. Encima, fomenta la consolidación de secuelas con alto grado de recidiva o poco tratables a largo plazo.
Disminuye gradualmente el desenvolvimiento rutinario del individuo. La capacidad de alcanzar niveles óptimos de concentración y dedicación será imposible tras un descanso nocturno renuente.
Aumenta en gran medida el riesgo de padecer accidentes automovilísticos. La falta de coordinación y las alteraciones visuales son factores que predisponen a este tipo de situaciones traumáticas.
Promueve el déficit del aparato cognitivo y mental general de la persona. En esencia, participa en la aparición de trastornos mentales comunes como la depresión, ansiedad y padecimientos bipolares.
Recomendaciones que ayudarán a prevenir escenarios contraproducentes
Los estudios médicos concuerdan que lo ideal es que todo dispositivo sea apartado entre 30 a 60 minutos antes de dormir. Llámese smartphones, tablets, notebooks, ordenadores, televisores o cualquier producto emisor de luz, debe estar apagado y alejado.
Como otra recomendación, la habitación o dormitorio personal requiere estar a oscuras por completo. No solo las pantallas LED u OLED comprometen la conciliación del sueño, sino cualquier fuente mínima que irradie iluminación.
No sesgar la visión colocando directamente la pantalla muy cercana a los ojos. De lo contrario, la sensibilidad al espectro violeta y azul por la retina, también altera por completo el mecanismo de acción de la melatonina.
La opinión experta concluye que cada vez es más difícil conciliar el sueño. Si bien la luz natural se reduce en la noche, la iluminación eléctrica provoca el mismo efecto. En otras palabras, dormir en las condiciones necesarias ya no es una actividad tan sencilla.