La demencia senil es un trastorno que se caracteriza por la merma progresiva de las funciones cognitivas. Los enfermos de demencia senil ven ampliamente perjudicada su calidad de vida, ya que en las fases más avanzadas son totalmente incapaces de realizar sus actividades diarias.
En la mayoría de los casos, la demencia senil es un derivado del Alzhéimer, provocando alrededor del 70% de los casos.
La demencia senil se divide en tres etapas: la primera es la leve, el enfermo llega a ser consciente de que su memoria falla en pequeños detalles; la segunda fase es la moderada, en la cual los síntomas se hacen más notables; y la grave, donde el paciente se vuelve totalmente dependiente, llegando a ser inclusive incapaz de caminar.
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