¿Cuáles son las enfermedades respiratorias más comunes?
Las enfermedades respiratorias, se manifiestan debido a infecciones o al consumo excesivo de productos nocivos; perjudican directamente a los principales conductos del aparato respiratorio, entre ellos los pulmones, los bronquios y las fosas nasales.
La intensidad de estas enfermedades se dividen en agudas y crónicas, y es muy importante conocer las razones por las que se contrae cada una, debido a que si no se tiene una vida saludable o son atendidas con un tratamiento correcto, pueden llegar a ser mortales.
Enfermedades respiratorias comunes
Asma
El asma, es una enfermedad respiratoria de tipo no traspasable, sus síntomas habituales son una asfixia fatigante y sonidos agudos (al respirar) que se conocen como sibilancias. Estos síntomas, pueden permanecer por días o semanas y en algunas ocasiones suelen agravarse mientras se realiza una actividad física o se está en un tiempo nocturno.
¿Qué sucede durante los ataques de asma?
Mientras transcurre un ataque de asma, la cobertura de los bronquios (conductos en los que se separa la tráquea para proporcionar aire a los pulmones) se inflama, causando que su grosor interno se reduzca considerablemente y afecte el flujo de aire que se traslada hacia y desde los pulmones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 235 millones de personas sufren de asma, y la mayoría de estas son niños.
¿De qué manera se contrae el asma?
Hoy por hoy, las maneras en las que el asma puede ser contraído no están totalmente esclarecidas. Pero, una tendencia hereditaria genética que facilita la adquisición de enfermedades y una exposición a elementos o partículas propensas a producir reacciones alérgicas o irritación, es una causa comprobada.
Entre los factores que podrían estimular al cuerpo a sufrir los síntomas del asma están:
Los alérgenos, son sustancias que fácilmente causan alergia, como los ácaros, moho y polen.
La contaminación atmosférica, es uno de los factores que suelen provocar un ataque de asma de manera más frecuente.
El humo del tabaco, contiene una gran cantidad de sustancias químicas dañinas.
Productos químicos irritantes, como el amoniaco, cloro y acetona.
¿Cómo se controla el asma?
Para controlar el asma, hay que conocerla. Puede que aun siendo asmático, no conozcas realmente tu enfermedad, es por eso por lo que debes indagar hasta el último detalle de ella. Sino, no podrías saber cómo evitar una crisis que podría llegar a ser mortal.
A continuación, les presento una lista de consejos que pueden ayudar a controlar el asma.
Los colchones y las sabanas antiácaros, son la mejor opción para evitar las alergias que pueden llegar a ocasionar un ataque de asma.
Los entornos húmedos, en donde es fácil que se forme el moho, deben ser evitados a toda costa.
Tener la costumbre de barrer y aspirar la casa todos los días, para así evitar que se concentre el polvo.
Evitar completamente el contacto con animales, en caso de que estos le provoquen alergia.
A la hora de limpiar la casa, hay que prevenir el uso de productos químicos irritantes.
El ácido acetilsalicílico y un grupo de antiinflamatorios, podrían ser la causa de una crisis asmática.
Si se necesita encender el aire acondicionado, ya sea en un vehículo o en alguna habitación del hogar, es necesario utilizar filtros antialérgenos.
Alejarse sin duda alguna del humo del tabaco, contiene agentes químicos dañinos.
El uso de un inhalador es totalmente efectivo a la hora de controlar un ataque de asma.
El mayor número de muertes ocasionadas por el asma, se producen en países de tercer y cuarto mundo.
Neumonía
La neumonía, se trata de una infección aguda que perjudica a los pulmones; los alvéolos (sacos diminutos que forman a los pulmones y que normalmente al respirar se cargan de aire) de los infectados están congestionados de pus y fluido, causando que el simple acto de respirar sea doloroso y a su vez el consumo de oxígeno sea limitado.
¿Cuáles son las causas de la neumonía?
Esta enfermedad respiratoria, se contagia debido a un variado grupo de elementos infecciosos (virus, hongos y bacterias). Si ahondamos más en estos elementos, la descripción de ellos específicamente sería la siguiente:
Streptococcus pneumoniae (bactería encargada de infectar comúnmente a los niños).
Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) (la segunda razón más común por la que se contagia la neumonía).
Pneumocystis jiroveci (es un hongo que ataca principalmente a portadores del VIH menores de seis meses).
Virus sincitial respiratorio (VSR) (la causa más común de neumonía vírica).
¿Cómo se transmite la neumonía?
Existen diferentes formas en las que la neumonía puede ser contraída, las más comunes son a través de las vías respiratorias de los niños, que al inhalar, pueden contaminar los pulmones. Asimismo, las gotas esparcidas durante una tosida o un estornudo pueden transmitir esta enfermedad fácilmente.
Se calcula que la neumonía asesinó a 920.136 niños en el año 2015, según la Organización Mundial de la Salud.
La propagación a través de la sangre también es posible, las probabilidades aumentan cuando una mujer se encuentra en situación de parto.
¿Cuáles son los síntomas de la neumonía?
Primero tenemos que tener en cuenta que la presencia de esta enfermedad varia entre vírica y bacteriana; son muy similares y la diferencia más grande en cuanto a los síntomas es que la vírica cuenta con más.
A los menores de 5 años normalmente se les presenta: tos e incluso problemas para mantener el curso normal de la respiración, fiebre, respiración acelerada (taquipnea), retracción de los músculos que se encuentran entre las costillas cada vez que se respira (tiraje intercostal).
Los infantes que la poseen, suelen tener una dificultad muy grande para alimentarse, ya que se presenta una incapacitación al momento de comer o beber, además de presentar síntomas peores como la hipotermia, las convulsiones y la pérdida de la consciencia.
¿Cómo se previene la neumonía?
La que es de tipo bacteriano, puede ser tratada con antibióticos, específicamente amoxicilina, normalmente son recetados por vía oral, en casos más graves se recurre a hospitalizaciones.
Asimismo, la vacunación en contra de neumococos, Hib, tos ferina y sarampión es la mejor forma de prevenir la neumonía.
Además, contar con una nutrición adecuada para los más pequeños ayudará a mejorar sus defensas en contra de cualquier enfermedad, por eso es tan importante la leche materna para los bebés entre sus primeros seis meses de haber nacido.
Los hogares con una buena organización y una higiene correcta hacen menos propensos a sus huéspedes de contraer la neumonía. En cuanto a los niños con VIH, se les debe administrar un antibiótico conocido como cotrimoxazol diariamente para disminuir la probabilidad de contagio.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
La EPOC, es una enfermedad que afecta a los pulmones y se caracteriza por causar una disminución duradera del flujo de aire. Sus síntomas se agravan progresivamente, la disnea (dificultad para respirar) se incrementa con el pasar del tiempo llegando a un punto en que llega a aparecer hasta en el estado de reposo.
La bronquitis crónica, como también se conoce esta enfermedad, no siempre cuenta con la fortuna de ser diagnosticada, lastimosamente puede llegar al punto de ser mortal.
¿Cuáles son las principales causas de la EPOC?
La manera más fácil de contraer esta enfermedad es exponiendose al humo de tabaco, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. Aún así, existen otras formas como:
La corrupción del aire de un interior, debido al empleo de combustible sólido para el sistema de calefacción o la cocina.
Una que puede que se nos vaya de las manos, es la contaminación del aire exterior, simplemente hay que evitarlo lo más que se pueda.
La exposición a los productos químicos y a los polvos en situaciones laborales, puede ser a través de elementos irritantes, vapores e incluso gases.
Haber sufrido demasiadas veces de infecciones de las vías respiratorias en la infancia, podría ser un factor determinante para adquirir la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la EPOC?
Para identificar de mejor forma esta enfermedad, habría que tener un poco de paciencia, ya que avanza paulatinamente y se manifiesta sobre todo entre los 40 y los 50 años.
Entre sus síntomas más comunes se encuentran la disnea, la tos crónica y la expulsión mediante la tos de toda la flema y las secreciones almacenadas en las vías respiratorias.
Se estima que en 2015 esta enfermedad representó el 5 % de las muertes de ese año, es decir, cerca de 3,17 millones de personas.
La enfermedad va haciendo que actividades como subir escaleras, levantar objetos con un peso considerablemente ligero e incluso caminar, se compliquen.
A veces, las personas que están sufriendo la EPOC, requieren asistencia médica urgente, ya que suelen haber momentos en los que todos los síntomas se intensifican y pueden llegar a ser mortales.
¿De qué forma se puede tratar la EPOC?
Esta enfermedad no tiene cura. Pero, si se siguen una serie de instrucciones en las que están implicadas la fisioterapia y los tratamientos farmacológicos, entonces se pueden mitigar los síntomas considerablemente, tanto como para reducir las probabilidades de que sea mortal.
Para los fumadores, lo mejor que pueden hacer es abandonar el mal habito, de no ser así, simplemente pueden esperar una muerte segura. También, los tratamientos con corticosteroides inhalados pueden llegar a ser muy efectivos.
Según el Estudio de la Carga Mundial de Morbilidad, se pudieron contar en 2016, unos 251 millones de casos de EPOC.