¿Tu hijo no quiere volver a clase? Esta guía te podrá ayudar

Es normal que de vez en cuando exista cierto grado de resistencia, por parte de los niños en ir a la escuela. Puede ser impulsado por un sentimiento de aburrimiento, o por la búsqueda de diversión fuera del colegio.

Sin embargo, en ocasiones nos encontramos con algunos niños que experimentan lo que se conoce como rechazo escolar. En este caso, el niño no pretende saltarse la escuela por factores externos, sino porque existe una aversión a la propia escuela.

Para aprender a diferenciar entre la evitación normal y el rechazo negativo, es necesario prestar atención a diversos factores, como por ejemplo: el tiempo que ha pasado expresando su negativa, y la fuerza de la resistencia.

Además, podemos tener una idea de la gravedad de la situación cuando procuramos ser cuidadosos y tomar en cuenta el grado de angustia que el niño ha asociado con la asistencia al colegio, y cómo esta interfiere en su vida.

De cualquier forma, lo más importante para los niños es generar hábitos y rutinas que hagan más llevadera su experiencia escolar, ayudándolos así a desarrollar habilidades importantes y herramientas que le servirán a futuro.

Inicia la transición poco a poco

Si deseamos que nuestros hijos puedan seguir estos nuevos hábitos debemos introducirlos a las rutinas poco a poco para que no se saturen.

Podemos empezar diseñando, junto a ellos, un calendario, en el que pongamos una o dos actividades a realizar durante la rutina que aspiramos que tenga, de esta forma, cuando nuestro hijo ya haya internalizado esas actividades, podemos introducir paulatinamente más.

Enseñar a nuestros hijos rutinas es muy beneficioso, ya que los ayuda a organizar tanto el mundo que los rodea como a ellos mismo, de esta forma podrán gestionar sus propias metas en acciones en un futuro cercano.

Recordemos que este proceso no es siempre rápido, es posible que al inicio cueste más, pero recuerda siempre reforzar a tu hijo por aquellas cosas que ha hecho bien, y corregir con empatía sus errores.

Reconoce las señales de tu hijo, y percibe cómo está recibiendo las nuevas rutinas, si algo le está costando, pregúntale por eso, e ideen soluciones posibles para los inconvenientes que surjan en el camino.

Tips para hacer el colegio divertido

Es posible que uno de los factores que afecten la motivación de nuestros hijos a asistir al colegio, sea que los niños tienden a aburrirse cuando no comprenden cuál es el propósito de aprender aquello que se les está enseñando.

Una forma de contrarrestar este efecto sería procurar conocer, de ante mano, el programa escolar, para de esta forma ir introduciendo poco a poco los temas que aprenderá en nuestra vida cotidiana.

De esta forma, nuestro hijo hará relaciones prácticas del contenido, y le resultará más fácil, dinámico y divertido cuando se siente familiarizado.

Además de esto, prestar atención a cuáles son los días que le resultan más pesados, para así añadir algún reforzador extra; como por ejemplo su merienda favorita.

Las actividades extra curriculares ofrecidas por el colegio son una gran ventaja, ya que se trata de un tiempo en el que se mantendrá en la institución, pero realizando alguna actividad que sea de su agrado, lo cual puede motivarle aún más.

Acciones que ningún papá debe olvidar

Es importante que ambos padres estén presentes durante el desarrollo de su hijo, y que procuren estar comprometidos plenamente con la contribución, de forma positiva, para su crecimiento.

Asistir a las convocaciones de reuniones de padres con maestros es fundamental, pero no solo como un compromiso, sino con participación activa.

Conocer a sus maestros les da la oportunidad a los padres de conocer cuáles son las expectativas de cada uno, y así saber cuáles serán las exigencias a las que tendrán que enfrentarse, y qué estrategias utilizar.

Por otra parte, jamás debemos olvidar apoyarles en las tareas para el hogar, ya que esto les ayuda a reforzar y profundizar el aprendizaje, y propicia el desarrollo de un sentido de responsabilidad.

Además de esto, involucrarnos en la vida activa de la escuela le demuestra a nuestros hijos que estamos interesados en su educación, pero es importante hacerlo en la medida en la que ellos se sientan cómodos.

Lo importante es no agobiarlos, pero hacerles sentir y entender siempre estaremos para ayudarles y apoyarles.