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Alcoholismo: ¿cómo daña tu vida y tu cuerpo?
El alcohol es una droga, aunque legal, sigue siendo una sustancia psicotrópica, por lo que da paso a una enfermedad bastante delicada: el alcoholismo.
Ella causa daños irreversibles como también afecta a nivel personal, profesional, social y familiar, siendo un problema de salud pública a tener en cuenta.
Alcoholismo: afecta tu vida progresivamente
El individuo esconde detrás del alcohol algún trauma de la infancia que no ha podido solventar. Motivo por el cual debe ser tratado de manera multidisciplinaria, abarcando psicólogos, sociólogos, psiquiatras o toxicólogos; es decir tratarlo lo más integral posible.
Lo más importante a tener en cuenta es que el alcohólico no acepta su alcoholismo; definitivamente no reconoce su problema con la bebida. A la larga, acarrea otros inconvenientes, como la terquedad y el poco deseo de recibir ayuda, terapias o alguna solución para situación particular.
Estas contrariedades escalan a medida que transcurren los años, evidenciándose que el alto consumo de alcohol comienza en los jóvenes a muy temprana edad.
En ese sentido, la adolescencia es la etapa del crecimiento más propensa, llevando a una rebeldía sin causa. A la par, va provocando en algunos, el apego liberal hacia las bebidas alcohólicas.
Con el tiempo, la tendencia a la ebriedad en lugares públicos, eventos familiares y reuniones de trabajo, se torna más frecuente de lo normal.
En efecto, son estos temas donde se demuestra una destrucción del aspecto social en general, debido al comportamiento que tienen estas personas en su estado.
¿Qué tan malo es el alcohol para la salud?
Realmente, lo malo son los excesos. Organizaciones como la OMS recomiendan una medida estándar, dependiendo del género, en cuanto al consumo.
Exceso según la OMS
Estipulan que idealmente son 2 vasos diarios (360 mililitros c/u) para hombres; 1 solo para mujeres con un 5% y 12% de contenido alcohólico.
El riesgo está cuando se abusa de estas medidas, bebiendo más de 15 tragos al día en hombres y 8 en mujeres respectivamente. A medida que el gusto aumente, tal cantidad no será suficiente, pues el organismo le exigirá consumir cada vez más.
Efecto a nivel del sistema nervioso central
Para entender mejor por qué en estado de embriaguez se actúa tan peculiar, se debe entender su efecto en el sistema nervioso central. Cuando se ingiere alcohol, el hígado es el encargado de sintetizarlo y eliminarlo a través de la orina. Un mecanismo que colapsa cuando se bebe en exceso.
Incapaz de realizar su labor, el alcohol empieza a operar a sus anchas como un depresor del sistema nervioso central. Genera inhibición/bloqueo de la consciencia, por lo que la persona presentará alteración en su estado de ánimo, comportamiento, en el habla y coordinación motora.
De la mano de un sinfín de reacciones físicas y neurológicas, origina a largo plazo no solamente daño hepático, sino también cerebral.
Daños irreversibles por el alcoholismo
Finalmente, la consolidación de esteatosis hepática, enfermedad motivada por el alcohol en cantidades extremas, es irreversible, pudiendo causar la muerte en poco tiempo.
Asimismo, las células nerviosas son las únicas células que no pueden regenerarse y durante el alcoholismo muchas de ellas mueren.
Es por ello que los recuerdos vividos hasta cierto punto desaparecen; posteriormente, son muchas lagunas mentales por el efecto tóxico del etanol.
Efectos adversos del alcoholismo a mediano plazo
Son variados los efectos adversos del alcoholismo, yendo desde lo individual hasta lo colectivo, basándose por igual en el grado de alcoholismo.
Entre ellos, se destacan problemas de salud, el poco desempeño en el ámbito laboral o rupturas familiares que hundirán a la persona en una espiral.
Inconvenientes a nivel de salud
En lo concerniente a los problemas de salud, abarca la esteatosis hepática, cirrosis hepática, diverticulitis, cáncer, enfermedades cardiacas o la demencia alcohólica.
Cada una siendo peor que la anterior, pues son sufrimientos irreversibles, llegando a necesitar hasta un trasplante del órgano afectado o produciendo la muerte inmediata.
Riesgo para la sociedad
Una persona alcohólica representa un riesgo para la sociedad, especialmente en el espacio profesional, debido a que su desempeño en el trabajo será menor.
En líneas generales, su concentración no estará en la jornada, sino más bien en el fin de la misma para ir a beber.
Ámbito familiar
El efecto perjudicial que tiene el alcoholismo con el entorno familiar es muy delicado, pues desarrolla un entorno prácticamente insostenible en el hogar.
En ese sentido, es donde los divorcios, violencia de género, hijos separados de los padres, son puestos en escena hasta adquirir connotaciones peligrosas.
Tratamiento para el alcoholismo
Aunque el único tratamiento es dejar la bebida, no es tan sencillo como parece, pues se entra en un estado de abstinencia insoportable. La misma debe ser sobrellevada estratégicamente y no puede ser de manera brusca.
De lo contrario, también atentará contra la vida de la persona, recomendándose un avance escalonado en terapias especializadas.
Uno de los aspectos fundamentales en el tratamiento para el alcoholismo es tener un soporte familiar fuerte o un círculo social donde apoyarse y arroparse. Serán cruciales para que en muchas oportunidades el alcohólico no desee regresar a beber.
Si se está consciente de cuanto se bebe, y se decide dejar de hacerlo, es un gran paso hacia la desintoxicación, pues el aceptarlo, lo cambia todo.