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¿Cómo se produce y cómo combatir el mal aliento?
La halitosis o mejor conocida como mal aliento, representa una de las consultas con mayor frecuencia al odontólogo o al médico general.
Sin duda, el olor desagradable procedente del aliento de una persona no solo implica un problema social, sino también económico para quien padece esta enfermedad. Por ende, es propicio plantearse: ¿cómo se produce y cómo se puede combatir?
¿Cómo se produce la halitosis?
En la cavidad oral existen millones de bacterias las cuales forman parte de una microbiota natural, es decir, están allí para proteger contra futuras infecciones.
Esta población de microorganismos se caracteriza por estar en equilibrio entre bacterias anaerobias (no requieren oxígeno) y anaerobias facultativas (necesitan oxígeno, pero ellas lo fabrican).
Cuando ocurre un desequilibrio y las bacterias anaeróbicas son en mayor cantidad que las bacterias facultativas, producen en gran cantidad CVS (Compuestos Volátiles de Sulfuro). Para ello, hace gala de dos mecanismos diferentes:
El primero son restos de alimentos en la cavidad bucal.
El segundo es la poca producción de saliva.
Cuando quedan restos de alimentos en el dorso de la lengua o las encías, las bacterias descomponen los alimentos, permitiendo la aparición del mal aliento. Por su parte, la xerostomía o poca producción de saliva impide una buena lubricación y oxigenación en la boca, provocando exceso de CVS.
“Me cepillo bien, pero aún tengo mal aliento”
Aunque la halitosis siempre se ha etiquetado como una enfermedad de la cavidad oral debido a una mala higiene, es importante conocer que no siempre es así.
Pues existen muchas patologías de carácter sistémico que pueden provocar un cambio en el pH del área, originando un olor desagradable para las demás personas.
En ocasiones, quien padece de mal aliento no se percata de ello, siendo el entorno quien le hace saber sobre su afección.
Curiosamente, muchos médicos e incluso odontólogos desconocen sobre el tema y el cómo poder abordarlo, ya que sigue siendo un campo sin mucha investigación.
Fundamental mencionar que, en algún punto de la vida, se sufrirá de mal aliento, especialmente después de los 60 años de edad. Incluso, ciertas investigaciones han establecido la predominancia de este hito en el género masculino.
Aunque el mal aliento en su mayoría se debe a un cepillado inadecuado, existen otros factores a tener en cuenta si se padece de halitosis. Entre ellas, la saliva, dado que su disminución en la cavidad oral altera el pH. Y, en las mujeres, la menstruación afecta en gran medida.
Otras enfermedades que causan mal aliento
Encasillar esta enfermedad solo en la boca es errado, existiendo afecciones respiratorias, digestivas y hasta neurológicas que son capaces de provocar halitosis.
Entre las patologías respiratorias se encuentra bronquitis, absceso pulmonar, tuberculosis, empiema, etcétera.
A nivel digestivo está la gastritis, dispepsia, úlceras gástricas, diverticulitis o esofagitis.
Otras enfermedades que son muy poco frecuentes, pero que producen mal aliento, están los tumores cerebrales produciendo alucinaciones olfatorias. A la par, va provocando un trastorno psiquiátrico al paciente.
Según la Universidad de Miyazaki, la halitosis se clasifica en verdadera, fisiológica, halitosis patológica, causas orales, extra orales y halitosis de origen psiquiátrico.
En definitiva, saber con exactitud el agente causal del mal aliento no es una tarea tan sencilla para el personal médico u odontológico al frente.
Maneras de eliminar o disminuir el mal aliento
Lo principal antes de aplicar algún tratamiento es conocer su origen, debiendo realizar ciertos estudios que indicarán un diagnóstico más certero. La halitosis simboliza en sí, un problema socioeconómico con un tratamiento es considerado bastante costoso.
El efectuar un buen lavado dentario 2 veces al día más hilo dental, acompañado de una dieta rica en frutas y vegetales, es buena idea. También será clave evitar alimentos como el ajo, cebollas o exceso de carne roja. Así como también bebidas alcohólicas y el fumar tabaco.
Para la xerostomía, el tratamiento es beber abundante agua, evitar el café y consumir alimentos que estimulen la producción de saliva como los caramelos sin azúcar.
Solo se recomienda masticar chicle para la producción de saliva una vez al día por unos pocos minutos.
De lo contrario, su uso excesivo podría dañar la dentadura y lesionar la articulación temporomandibular.
Se aconseja el empleo de enjuagues bucales antes de ir a dormir para impedir que los restos de los alimentos permanezcan durante toda la noche.
En otro aspecto, si se constata la presencia de una bacteria a nivel respiratorio o gastrointestinal modifica la terapéutica. Con el agregado adecuado de antibióticos, se erradicará el patógeno y consigo la halitosis.
Y, si a pesar de tomar todas las medidas posibles y aún persiste la sintomatología, lo más recomendable es ir a un especialista para una evaluación física.