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¿Conoces qué es el síndrome del impostor?
Hay quienes llegan al éxito producto de su trabajo y esfuerzo, pero aun así por su mente pasa el que no merecen su posición, y que en realidad no son tan hábiles. A esto se le conoce como el síndrome del impostor, y es un problema más común de lo que se cree.
No importa la edad o los títulos que poseas, cualquiera puede ser víctima de este conflicto emocional y verse afectado en múltiples escenarios. A simple vista parece algo sencillo, pero la perdida de seguridad en sí mismos, es más perjudicial de lo que se considera.
Si en algún momento te ha invadido la sensación de que eres un fraude, que no mereces estar donde estás, y sientes miedo a ser descubierto, posiblemente, tuviste un episodio impostor.
Y si aún dudas, aquí te enseñaremos cómo identificar el síndrome y qué hacer para vencerlo.
¿De qué se trata el síndrome del impostor?
En términos simples, es un trastorno psicológico que hace, que quien lo padece pierda toda la seguridad en sus méritos, talentos y habilidades.
Esto ocurre frecuentemente con personas exitosas, y es que el conflicto está ligado a la baja autoestima y el miedo a fracasar.
La persona que lo sufre, entra en un estado donde no puede reconocer sus méritos ni sus logros, y atribuye todo a la suerte, aunque haya pruebas tangibles de su trabajo. Este conflicto ha sido ampliamente estudiado y también se le llama síndrome del fraude.
Por lo general, el afectado experimenta una sensación de miedo constante a ser descubierto y decepcionar a todos, ya que bajo su percepción él se encuentra en esa posición producto de casualidad, o de haber engañado a todos, aunque esto no sea real.
Estudios aseguran que aproximadamente 7 de cada 10 personas han padecido episodios de este síndrome, o luchan constantemente con él. Su aparición puede presentarse de manera esporádica, o quedarse de forma permanente y agravarse con el tiempo.
Factores que activan el síndrome
Existe una característica en general para todos los que se ven afectados por este mal, y es la falta de seguridad. Pero, en cuanto a factores, podemos destacar como causantes del síndrome los siguientes:
Perfeccionismo
Las personas con conducta perfeccionista pueden verse afectadas por este síndrome, ya que en su afán por lograr la perfección, nunca están conformes con los resultados. Esto puede impulsar a que no reconozcan sus logros y no se vean competentes.
Exigencias y comparaciones excesivas en la niñez
Cuando a un niño se le exigen altos estándares en su desarrollo académico, y no se le reconocen sus esfuerzos, es muy probable que a futuro desarrolle el síndrome.
Por otra parte, las comparaciones tampoco son favorables, porque lo harán sentirse inferior a otros constantemente. En la mayoría de los casos, el someterlo a comparaciones, solo conseguirá que por más que se esfuerce, nunca se vea a la altura.
Estereotipos
Dar prioridad a la opinión de la sociedad ha hecho que muchos pierdan la confianza en sí mismos, aunque sean los más competentes y calificados.
Ser joven, mujer, de color o ser anciano, hace que muchos se predispongan al rechazo y duden de sus habilidades.
Autoexigencia extrema
Existen personas que se autoestablecen estándares casi inalcanzables, y esto hace que por más que logren grandes cosas, les sea imposible reconocerlo.
Con el tiempo se crea una conducta de inconformidad que da paso a la aparición del síndrome del fraude.
¿Cómo identificar a alguien que lo padezca?
Existen muchos test virtuales que ayudan a identificar si existe el problema, pero para fines más prácticos, aquí te presentamos algunas características de quienes sufren de este problema.
Inclinación al fracaso
No son personas con un lente positivo, aunque los planes y las proyecciones apunten al éxito, ellos siempre lo ven como un posible fracaso.
Su postura es en su mayoría pesimista, y aunque vean resultados favorables en los proyectos, no los celebran, solo perfeccionan.
Se autodescalifican al hablar
Nunca hablan de sí mismos con confianza, siempre se colocan en una posición de debilidad, que a menudo muchos confunden con humildad o modestia, pero no es así.
Se expresan de sí mismos con mucho desprecio y no admiten sus capacidades.
Inconformidad e insatisfacción constante
Siempre se sienten insatisfechos con sus resultados o los de sus proyectos, por lo que les cuesta mucho asimilar el progreso en pequeños rasgos.
Les gusta estar cambiando y mejorando todo constantemente para suplir su inconformidad.
Ansiedad y nerviosismo
Es muy común en ellos, que padezcan de episodios de ansiedad y que su carácter sea nervioso, producto del constante miedo a fallar.
Esto también trae consigo la aparición de depresión y frustración al no sentirse capaces, aunque lo sean.
¿Cómo enfrentar al síndrome?
Para poder enfrentar el problema la persona afectada, debe reconocer que lo tiene, si esto ocurre bastará con algunas sesiones terapéuticas para vencer el problema.
Ten en cuenta que siempre será necesaria una evaluación psicológica para determinar la causa del síndrome.
El tratamiento consiste en encontrar el origen del trastorno, una vez hallada la fuente del problema, se podrá proceder a corregirlo. Lo siguiente, es trabajar en restablecer la confianza en sí mismos, esto se logra exponiendo los logros obtenidos.
Por último, hay que conseguir que la autoestima se levante, para que el concepto de sí mismo y el amor propio sea más fuerte, así no se sentirá temor ni vergüenza alguna al ser elogiado por otros.
Ciertamente, este tipo de terapias son realizadas efectivamente por profesionales, pero el apoyo de los familiares y los compañeros de quien lo padece, será fundamental para superarlo.
¿Qué puede ocasionar el síndrome si no se trata?
En casos sencillos, donde haya ocurrido solo como un episodio esporádico, puede que las repercusiones sean muy pocas, pero cuando se vuelve una conducta habitual puede afectar las siguientes áreas.
Frustra el desarrollo y crecimiento personal
Una carrera, un puesto laboral o una oportunidad de emprendimiento puede ser desechado por la aparición de este conflicto psicológico. Muchas personas que lo padecen han renunciado a grandes oportunidades y posiciones por no verse calificados.
Crea estancamiento
Su vida llega a un tope, de donde no se atreven a pasar por sus miedos e inseguridades. Esto hace que no tomen riesgos ni se atrevan reclamar mejores posiciones, únicamente por el hecho de no verse capacitados.
No creas que esto solamente se ve presente en el medio laboral, puesto que se extiende, abarcando aspectos como el matrimonio o la paternidad.
Fuertes estados depresivos
Cuando no se enfrenta esta situación, lo más probable es que la persona termine atravesando una fuerte depresión, al ver cómo el temor interfiere con su vida, o cómo otros se quedan con las posiciones u oportunidades que pudieron ser suyas.
El síndrome del impostor suena como algo gracioso, pero no lo es en ningún aspecto.
Si sientes que te identificas con algunas de sus características, o si conoces a alguien que lo padezca, no dudes en buscar ayuda, recuerda que la salud mental nunca será cosa de juego.