Tula de Allende
Tula de Allende, la ciudad de los guerreros Toltecas. Aunque es un importante sitio arqueológico, Tula de Allende está lejos de recibir a los miles de turistas diarios que reciben algunas ciudades mexicanas.
Tula de Allende en Mexico
Decidimos presentarte la ciudad de los guerreros Toltecas, que definitivamente no está en la ruta de la mayoría de las personas que visitan México.
Tula de Allende es el lugar histórico tolteca más importante de México. Fue un importante centro urbano de los años 900 a 1200, cuando albergó una ciudad de unos 16 km2, con una población estimada de aproximadamente 40.000 personas.
Algunos dicen que la ciudad fue la capital Tolteca, hasta que el Imperio cayó debido a disputas internas e invasiones de otros pueblos.
Tula de Allende está localizada a poco menos de 100 km de la ciudad de México y es una buena alternativa para un viaje de un día desde la capital mexicana.
Qué hacer en Tula de Allende
La ciudad de Tula de Allende realmente no tiene muchas cosas que conocer, el gran destello y la única razón que hace que la gente se desplace hasta allí, sin duda, es la zona Arqueológica y los Atlantes de Tula.
Zona Arqueológica de Tula
Localizada a unos 2 km del centro de la ciudad, la Zona Arqueológica de Tula, la más importante de la cultura Tolteca, es el mayor atractivo de la pequeña ciudad de Tula de Allende.
Estratégicamente situada sobre una colina, el complejo que antaño albergó Tollan Xicocotitlan, la supuesta capital Tolteca, está en ruinas y buena parte de lo que se ve hoy en día son restauraciones, ya que las edificaciones originales han sufrido con el paso de los siglos y con todos los conflictos, incendios, saqueos e invasiones, que originaron el fin de los toltecas en la región.
El mayor relieve de la zona Arqueológica es el imponente Templo de Quetzalcóatl, o simplemente la pirámide B.
La pirámide B destaca frente a los demás edificios existentes en México, por poseer en su superficie estatuas gigantes de 4 guerreros, los famosos Atlantes de Tula, de 4,6 metros de altura. Se cree que los guerreros de piedra eran apoyos para un supuesto techo.
En el complejo se destacan aún decenas de pilares que quedaron del Palacio Quemado, el Gran Vestíbulo, El Muro de las serpientes (o Coatepanttli) y los dos campos del juego de bolas (Juegos de Pelotas).
Se nota lo imponente que era el complejo antes del colapso y también dicen que las formaciones recuerdan mucho el complejo de Chichén Itza. Incluso hay una teoría que dice que el rey tolteca fue expulsado de Tollan Xicocotitlan y huyó a la Península de Yucatán.
Es posible llegar a la Zona Arqueológica caminando desde la carretera, o en taxi (60 pesos aproximadamente). Fuimos caminando y aprovechamos para conocer un poco más de la ciudad de Tula de Allende.
El desplazamiento es fácil: tras llegar al centro (unos 5 minutos desde la carretera), el acceso a la zona Arqueológica se hace a través del Andador Turístico Quetzalcóatl, una calzada llena de Casinas coloreadas y calzadas con forma de serpiente (en referencia a Quetzalcóatl).
La calzada conecta la Plaza de la Constitución hasta un pequeño puente sobre el río Tula. Desde el puente hay que subir una pequeña ladera hasta llegar a la entrada sur del complejo. El precio de la entrada es de 65 pesos.
Catedral de San José
La Catedral de Tula fue uno de los primeros conventos construidos en México y su construcción comenzó en 1543 por los franciscanos. Se convirtió en Catedral de la ciudad de Tula de Allende por orden del papa Juan XXIII.
La iglesia cuenta con cinco estilos arquitectónicos, que destacan la fachada renacentista y el interior en formato gótico con techos decorados con oro.
La Catedral se parece mucho a una fortaleza y dice la leyenda que hay un túnel que conecta la iglesia con la Zona Arqueológica.
Museo Sala Histórica Quetzalcóatl
El pequeño museo inaugurado en 1998, tiene un mini acervo que muestra un poco de la historia de la región. Son tres pisos con piezas arqueológicas, pinturas, esculturas, fotografías, artesanías y otros objetos.
El Museo está casi frente a la entrada lateral de la Catedral de San José.
La plaza principal de la ciudad es el lugar ideal para un descanso después de la visita a la Zona Arqueológica. La plaza está llena de árboles y flores y está rodeada de bocadillos, helados, restaurantes y cafés.
Aprovecha para descansar, comer y también para observar el movimiento tranquilo de los mexicanos que pasan por allí.