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51 reclusos mueren en cárcel colombiana
Este martes el general Tito Yesid Castellanos, director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), informó que han muerto 51 personas y otras 30 resultaron heridas producto de un incendio efectuado en la cárcel de Tuluá en Colombia.
“A eso de las 2 de la mañana se presenta una situación entre los privados de libertad, una riña que se estaba convirtiendo posteriormente en un motín. La guardia entra a controlar, ellos incendian unas colchonetas que desafortunadamente causan el deceso de 51 personas, 49 en el momento y dos en el hospital”, explicó.
Además, puntualizó que la mayoría murió por la inhalación de los gases tóxicos y agregó que hay 24 más que están en recuperación en un hospital de Tuluá.
Castellanos también resaltó que en el pabellón número 8 de la cárcel de Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca hay alrededor de 1.267 presos y hubo un intento de motín que terminó en esta tragedia. Aún están siendo asistidos por el cuerpo de bomberos y la policía que está investigando las causas del motín.
“Estamos hablando de presos de mediana seguridad, pero aún estamos identificando a las víctimas. Algunos de los guardias de la prisión han sido heridos, pero no tenemos víctimas entre ellos. El incendio ha sido controlado y en este momento no registramos ningún preso fugado”, informó el general.
De igual forma, el presidente de Colombia, Ivan Duque y el recién electo Gustavo Petro no tardaron en manifestar sus reacciones por sus respectivas cuentas de Twitter. Duque publicó que:
“Estoy en contacto con el General Tito Castellanos y he dado instrucciones para adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación. Mi solidaridad con las familias de las víctimas”.
Por su parte, Petro envió sus condolencias a los familiares de los muertos del incendio, así como expresó la necesidad de un cambio diametral en la política carcelaria del país. Además, agregó que:
“El estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación. Lo acontecido en Tuluá, como la masacre en la Modelo obliga a un replanteamiento completo de la política carcelaria de cara a la humanización de la cárcel y la dignificación del preso”.