Entrevista al fotógrafo Luis Carlos Ayala
Existen personas que impresionan con su mirada y sellan el momento con una fotografía exacta, que inspira y conmueve. Luis Carlos Ayala, un fotógrafo de 33 años hace parte de un gran colectivo de fotógrafos colombianos que se esfuerzan en retractar lo que sus ojos ven, pero el pueblo olvida.
En sus fotografías se cuentan historias de vida, calle y talentos. Una apasionada imagen que capta momentos únicos, no fingidos y lejos de estar preparados. Además, un hombre que permite que cada detalle de lo que ven sus ojos sean expresados por su captura e impacte aquel que ve su trabajo.
Webmediums entrevisto a Luis Carlos Ayala, nacido en Barrancabermeja, pero se considera de Líbano Tolima, donde aprendió la mayor parte de las cosas que considera propias de su vida y de donde tiene los mejores recuerdos y experiencias.
Fernando: ¿Cómo fueron los primeros inicios y cuándo supo que la fotografía era algo que le apasionaba?
Luis Carlos: Todo empezó por el gusto por el cine, de ahí surgió el reto de contar una historia en una sola imagen. Empecé practicando con un celular viejo, tenía cámara y ahí así hice la práctica de composición, de entender ciertas cosas de la imagen que se captura, ese fragmento de realidad. Yo estaba pasando por una crisis emocional grande y la fotografía me salvó, enfoqué todas mis energías en ella, ahí supe que era lo que quería para el resto de mi vida.
F: ¿Qué tipo de técnicas y cámaras maneja?
LC: No tengo una técnica definida, pero me inclino mucho hacia el retrato, he experimentado con muchas marcas de cámara y lentes, eso me ha ayudado a entender las grandes diferencias que hay entre una y otra.
Barrio Triste, Medellín. Segundo día. Ya me reconocían "el de la barba que toma fotos" Ese día el propósito era otro, hacer otra serie de fotos, pero se presentaron varias situaciones que aportaron aún más. Ese segundo día conocí a Walter y a Luis. El primero fue quién nos ayudó y modeló, con la esperanza de que yo lo hiciera famoso (ya en otra publicación saben la historia). - Walter, no me mire a la cámara, no le quite la mirada a ella (le pedía yo, mientras él intentaba llevar su corporalidad a aproximarse a la de ella y no dejaba de mirar la cámara y de sonreír, creo y espero así sea, fue un momento de felicidad y gratitud para él) Mientras hacíamos las fotos en ese espacio concreto, recuerdo que a mis espaldas estaba Luis (que ya lo vieron en otra publicación) y unas cuatro o cinco personas más. Uno de ellos, el alto moreno y robusto, empezó a cantar rap, no sé si improvisó o es una canción ya existente, pero nos hizo reír, aquí el tema que musicalizó esta corta escena de la vida de todos los presentes en ese momento, que para muchos pudo ser sin importancia, pero por la sonrisa de Walter en ese momento, sé que fue algo que recordará por mucho tiempo. "Gigante, le quisiera ser pavimento pa'cargar ese monumento Mi princesa linda hermosa Mi flor primorosa Mamasita linda hermosa Amén" No olviden a Walter, su sueño de ser famoso, su sueño de ser reconocido. Sobre todo no olvidemos que sea el lugar que sea, la persona que sea y las desiciones que haya tomado, siempre habrán sueños. Y esta frase va para todos los que no están de acuerdo con que se les tomen fotos a los "desechables" Hundido en la miseria absoluta es donde más se sueña. Esos "desechables" esas "escorias" esos "parias" pueden llegar a ser más solidarios y humanos que muchos "lúcidos" que se atreven a referirse a una persona como DESECHABLE.
F: ¿Cómo se inspira para hacer fotografías y qué es lo que le gusta expresar con sus fotos?
LC: Veo referentes, sobre todo clásicos. Lo que quiero expresar es la humanidad, la mirada para mí es muy importante, detrás de esos ojos que me miran fijamente hay un universo y por lo tanto una historia.
F: ¿Cuándo no hay inspiración qué haces para recuperarla?
LC: Salir, caminar, respirar, escuchar la ciudad o el lugar en el que esté; leer, pero sobre todo escuchar, eso me parece muy importante.
En el marco de la celebración convocada por la Red el 8 de marzo. Putas, lesbianas, habitantes de calle, feministas y las regias mujeres de la Red gritaron al mundo la inconformidad y el porqué de la lucha que nos convoca. "Compañeras putas, vengan y emputesen por sus derechos también" Solo puedo agradecer enormemente a cada una de ellas por permitirme compartir y hacer allí, donde se siente el rigor de la marginalidad e invisivilización a la que se somete quién quiere ser libre y pelear por su libertad.
F: ¿Existe algún momento que le hubiera gustado captar en su lente, pero no haya logrado hacerlo?
LC: Hay muchas cosas que se me han ocurrido y que he querido hacer, afortunadamente, así se demore he logrado realizar y materializar esas cosas que veo en mi cabeza. Por ahora lo más grande que quiero y no he podido hacer es ir a la India.
F: ¿Cuál ha sido el trabajo de fotografía que más le ha impactado o cambiado su forma de ser?
LC: Siempre uno se transforma como ser humano al hacer fotos, siempre se reconstruyen cosas, si no lo hace, me parece a mí, tiene un grave problema como fotógrafo o está haciendo algo mal. Pero la experiencia en el barrio santa fe ha sido de las más significativas que he tenido.
F: ¿Perteneces a algún colectivo o grupo de trabajo?
Tengo un colectivo que se llama De la Calle Somos, es mi proyecto personal y de vida. Lo que busco es retratar desde todos los ámbitos la calle, esa calle que se transforma y es un cuerpo viviente y político.
Referente a su trabajo, buscamos conocer sus próximos proyectos y la vida profesional de Luis Carlos Ayala. Esto nos contó.
Fernando: Hemos visto que tomas fotografías cargadas de historia, como el caso del Barrio las Cruces en Bogotá ¿Cómo llegas a estos personajes? ¿Qué crees que ven en ti para contarte su pasado?
Luis Carlos: Eso busco siempre, una historia, creo fielmente que es mi papel con la fotografía, ser un medio de esas voces, que han sido marginalizadas y olvidadas. Llegué por contactos, he conocido mucha gente que me ha llevado a otra gente y pues me han abierto la puerta, eso sí, con toda la precaución del caso.
Creo que todo es empatía, no me acerco como fotógrafo, sino como ser humano, uno entiende, o debería entender, que estas personas hacen el gran favor de abrir su corazón y mente para uno y eso merece mucho respeto.
F: Hemos visto dos pequeños videos hecho con la red comunitaria Trans, contando historias de personas Trans de Bogotá ¿Qué objetivo trae este nuevo proyecto? ¿Cómo se titula? ¿Cuál es la relación con tu trabajo etiquetado como #DeLaCalleSomos?
LC: Esos son spots de la serie documental que estoy realizando con ellas, con esas chicas poderosas que muy amablemente me han recibido con mucho afecto y colaboración, es un acto de reciprocidad. El nombre aún nos lo reservamos.
Uno de los objetivos es resolver dos preguntas que planteo, que verán en su momento y hacer aparte un documental ensayo. Como les contaba, De la Calle Somos es mi proyecto de vida con la fotografía, de alguna forma ellas han habitado la calle, en las esquinas del santa fe, ahora gritando y apropiándose de la calle desde la cultura y la resistencia.
F: ¿Qué podemos esperar del futuro de Luis Carlos como fotógrafo?
LC: Ahora estoy en el Putumayo, seducido y enamorado de este lugar, he tenido la posibilidad de llegar a lugares remotos, afectados por el conflicto armado. Es duro, muy duro, caminar a 100 o 200 de las comunidades indígenas y encontrar señalizados campos minados.
Pero aquí estoy, retratando esas miradas. En el futuro, más y más proyectos, casi todos los días pienso en hacer y hacer, pero voy con calma, sé que vienen cosas más íntimas y bonitas en zonas complejas de Bogotá, ya que llevo un buen tiempo haciendo ciertos acercamientos en una población que merece ser retratada y contada.
Finalmente, Luis Carlos Ayala nos contó que estará filmando el nuevo documental por un largo tiempo, desde luego nos mantendrá informados de todos los avances y nosotros te informaremos sobre la vida de un hombre que retrata las calles y que le da honor a su colectivo De La Calle Somos.
