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Países emplean tecnología marítima para evadir sanciones estadounidenses
El gobierno estadounidense utiliza datos proporcionados por la compañía Windward, para realizar las investigaciones a la evasión de sanciones.
La empresa afirma que desde enero del 2020, se han detectado más de 200 embarcaciones que habrían modificado su ubicación GPS.
Esta tecnología, que camufla la ubicación de las embarcaciones, solo era de acceso para las principales fuerzas militares del mundo. Actualmente, es utilizada por gobiernos como los de Venezuela e Irán para violar las medidas sancionatorias.
El cofundador de Winward, Matan Peled, aseguró que la situación estaba fuera de control, ya que no se trata de las potencias militares más grandes del mundo, sino de compañías regulares que están usando esta tecnología.
Peled declaró a las autoridades de Estados Unidos que no han conseguido lograr el rápido esparcimiento de la tecnología. Desde hace décadas esto forma parte del arsenal de las guerras digitales.
En la actualidad, esta tecnología apenas está llegando a las manos del transporte comercial y, según asegura Peled, ha traído graves consecuencias ambientales, marítimas y también para la seguridad nacional de Estados unidos.
Embarcaciones sospechosas
La empresa ha podido identificar embarcaciones sospechosas usando esta tecnología, ya que detecta los rastros electrónicos que no correspondan a movimientos reales, por ejemplo: vueltas pequeñas a una gran velocidad o simplemente vueltas circulares constantes.
El exdirector del Comando del Pacífico de Estados Unidos, William Fallon, comentó que las autoridades de Estados Unidos desde hace algunos años tienen conciencia sobre la manipulación digital. La cataloga como una “amenaza gris”.
Fallon asegura que toda persona u objeto que quiera hacer creer que está en un lugar en el que realmente no está, es de preocuparse. Por lo tanto, eso es considerado un peligro para la seguridad nacional de los Estados unidos.
Winward ha revelado uno de los casos más significativos. Se trata de una embarcación petrolera de 183 metros de longitud que los radares señalaban que tenía rumbo a Irak.
Sin embargo, el barco realmente estaba cargando petróleo en tierras iraníes, aún cuando bajo las sanciones de Estados Unidos tiene prohibido hacerlo.
La embarcación, cuyo nombre no fue revelado para no entorpecer las investigaciones, habría zarpado el 11 de febrero del año pasado desde los Emiratos Árabes, con destino a Irak. Cuando la embarcación se encontraba a 20 millas de su destino, empezó a mostrar comportamientos extraños en su movimiento.
Luego de doce días, la transmisión se estabilizó y se reflejaba con un rumbo de navegación a velocidad regular, pero cargado de petróleo de manera ilegal. Imágenes satelitales mostraron a un barco con características similares en el terminal petrolero de Irán.
Según los datos proporcionados por el satélite, la embarcación se dirigió a los Emiratos Árabes Unidos y su rumbo fue el mismo que el buque original.
Nueva tecnología martítima
Las Naciones Unidas poseen un tratado marítimo. Este consiste en que, las embarcaciones de más de 300 toneladas tienen la obligación de utilizar un sistema de identificación automatizado para evitar colisiones.
El interferir este sistema es un delito grave y tiene como consecuencia grandes sanciones internacionales contra el buque y su propietario.
Esta tecnología fue creada como sistema de seguridad marítima, pero esta ciencia provocó que páginas webs como MarineTraffic empezaran a tener mayor alcance.
Las autoridades han asegurado que, este tipo de webs pueden ser engañados fácilmente porque solo dependen de datos aficionados.
Falsificación de ubicación
Actualmente, en China, se implementó una Ley de Privacidad de Datos que ha reducido significativamente la cantidad de información recabada por las autoridades, en sus mares territoriales.
Esta situación dificulta el rastreo de datos que son importantes para las cadenas de suministro en el mundo, y para las flotas pesqueras más grandes del planeta.
Las investigaciones realizadas por Global Fishing Watch, han llegado a las mismas conclusiones que la empresa norteamericana Winward.
Han logrado identificar más de 30 buques que han modificado su ubicación real, en comparación a los datos que arrojan los satélites.
El buque panameño Tulip, figura como una de las embarcaciones que ha falsificado su ubicación. El año pasado, durante casi seis meses, el Tulip mostraba que se encontraba navegando por el occidente de África.
El satélite que estaba encargado de recabar la información de su ubicación, estaba a miles de kilómetros de su localización, lo que indica que el barco realmente estaba en Venezuela.
The Associated Press logró la obtención de documentos privados de la empresa estatal petrolera venezolana, Petróleos de Venezuela, SA (PDVSA). Según las indicaciones, el buque Tulip cargó 450.000 barriles de petróleo en la primera quincena del mes de septiembre.
Al igual que otras embarcaciones sospechosas, el petróleo es comprado por una compañía asiática llamada M and Y Trading Co., que está registrada en Hong Kong. El Tulip es de propiedad de otra compañía asiática llamada Victory Marine Ltd.
Ninguna de las empresas han respondido los llamados hechos por las autoridades solicitando explicación. El analista de Global Fishing Watch, Bjorn Bergman, aseguró que resulta poco complicado detectar la ubicación falsa de una embarcación.
Evasión de sanciones
De las 200 embarcaciones detectadas por Windward con ubicación falsa, pocos mostraron patrones de engaño distintos, como: desactivación del sistema de rastreo, banderas falsas o el cambio de compañías constantemente.
Estos patrones son indicativos claros de evasión de sanciones. Esto ha sido reafirmado por el Departamento de Estado, junto al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la Guardia Costera.
Estas advertencias, son consideradas como un paso importante, en los esfuerzos de la lucha contra las compañías marítimas que hacen negocios con países y compañías sancionadas por los Estados Unidos. Por lo que no hace referencia al nuevo método, utilizado para manipular la ubicación para el comercio ilegal de petróleo.
Esta práctica ha sido denominada por Windward como un “todos contra todos”, sin posibles soluciones.
Dror Salzman, analista de riesgos de Windward, indicó que la mayoría de estas embarcaciones han sido elegidas específicamente para estas operaciones. El resto de buques detectados por los satélites, no presentan irregularidades.