Qué son las enfermedades mentales
Lejos de lo que puede suponerse, las enfermedades mentales son bastante comunes y aparecen sin distinción de edad, cultura, raza, clase social o profesión.
Algunos trastornos vinculados al comportamiento, estado anímico o capacidad de interrelación pueden ser señal de su presencia, haciendo necesaria la confirmación del diagnóstico a fin de comenzar un tratamiento.
¿Cuáles son los indicativos clásicos de una enfermedad mental? descúbranse a continuación.
Causas de las Enfermedades mentales
El acelerado ritmo de vida que se lleva en la actualidad, hace de los trastornos que influyen en el comportamiento, las conductas y los estados de ánimo.
Un problema recurrente puede provocar un colapso total en el individuo. Lo verdaderamente alarmante llega cuando dichas situaciones dejan de ser temporales, ya que suelen ser indicio de una enfermedad mental.
Asimismo, es necesario considerar la existencia de ciertos factores de riesgo capaces de actuar a favor de los síntomas, por ejemplo:
- Un accidente que provocara lesión en el cerebro
- Situaciones traumáticas o entornos violentos
- Enfermedades mentales anteriores
- Situaciones estresantes y abandono.
Síntomas de las enfermedades mentales
¿Cómo saber si se está sufriendo de una enfermedad mental? Existen ciertas señales que alertan respecto a la posibilidad de estar sufriendo de una enfermedad mental, algunas de ellas, fácilmente detectadas por quienes la padece, otras por el contrario, son percibidas por terceras persona.
Entre los síntomas indicativos de estar de cara a una patología de este tipo se destacan:
Alteraciones en el estado de ánimo sin razón aparente
La sintomatología depresiva se caracteriza tanto por la incapacidad para disfrutar de las cosas felices, como por la aparición de cuadros de ansiedad, tristeza, nerviosismo, ira e irritabilidad sin ningún detonante específico.
La persona deprimida cambia de un estado anímico a otro aun cuando no existe factor alguno que lo motive.
Es habitual que el paciente presente exceso de hostilidad y enojo, haciéndose incapaz de controlar o manejarse en situaciones estresantes, que terminan desencadenando ataques de enojo o ira con grandes probabilidades de terminar en actos violentos.
Trastornos del sueño
Acompañando a las alteraciones de los estados de ánimo, la depresión supone una incapacidad para conciliar un descanso reparador ¿Qué implica esto? sensación de sueño continuo e insomnio, pero también la posibilidad de manifestar pesadillas y/o sonambulismo.
Distorsión de la realidad y aparición de fobias
El enfermo mental tiende a percibir la realidad desde una perspectiva distinta al resto de las personas.
Es importante aclarar que no se habla de discrepancias en ideologías, políticas, religiosas o sexuales, sino de una autentica incoherencia, siendo las alucinaciones o delirios, las repercusiones más extremas.
Del mismo modo, es normal que aparezcan fobias que antes no se presentaban afectando la conducta del paciente y sus posibilidades de adaptarse al entorno.
Entre las más recurrentes está el miedo irracional a salir de casa, compartir un lugar plagado de gente a relacionarse con otros, y aquellas especificas a algún objeto, situación o animal.
Cambios en los hábitos alimenticios
Tanto comer desmedidamente sin prestar atención a los posibles daños al organismo, como abandonar el hábito de alimentarse por considerar se siempre con exceso de peso aun siendo delgados, son dos de los síntomas adicionales de estar padeciendo una enfermedad mental, lo que a su vez acarrear trastornos de salud más severos, por ejemplo, la bulimia o anorexia.
Incapacidades cognitivas o de la memoria
Otra alerta que indica la presencia de una enfermedad metal es la dificultad para comprender o relacionar tareas, personas o situaciones y la pérdida progresiva de la memoria.
Detalles tan simples como el olvido de apagar la cafetera, extraviar las llaves o desconocer a alguien en la calle son síntomas que no deben pasarse por alto para evitar accidentes y mayores daños psíquicos.