Piel de naranja
El embarazo y la piel de naranja se juntan la mayoría de las veces, sin importar el peso de la mujer.
Con los cambios sufridos en el cuerpo y toda la acción de hormonas, es común que la celulitis comience a manifestarse en diversas partes del cuerpo. Sin embargo, aunque muchas mujeres consideran que los problemas de la piel durante el embarazo son comunes, otras mujeres sienten incomodidad con su propio cuerpo.
Es un asunto individual y cada mujer lo siente de una manera distinta. Sin embargo, hay formas de prevenir la aparición de este proceso natural, y a continuación te decimos cómo:
Embarazo y piel de naranja
La piel de naranja es un cambio que se produce a la vista - por la acumulación de grasa, agua y toxinas - haciendo que los tejidos se hinchen y endurezcan y dejando la región con ondulaciones y nódulos.
Esto se manifiesta, en la capa exterior de la piel, por el aspecto cáscara de naranja. Aunque por sí sola no causa condiciones médicas graves, la mujer puede sentir incomodidad con su apariencia.
Estos nódulos pueden clasificarse en tipos como leves, moderados y graves.
Características como el número y la profundidad de las depresiones, la flacidez y el aspecto de la zona influyen en la categorización. Esta diferenciación se hace para definir el mejor tipo de tratamiento para cada persona.
Sin embargo, durante la gestación, la atención debe ser especial e impedir que la mujer se someta a prácticas que podrían causar un cambio hormonal y afectar al feto. En primer lugar, tratemos de entender las causas de la piel de naranja para saber cuál es el mejor método.
Causas de la piel de naranja durante la gestación
La condición previa a la gestación es otro factor, pues el cuerpo y la atención sanitaria que la mujer tenía antes del embarazo también son determinantes para su mayor aparición.
Quien ya tenía una alimentación sana y practicaba ejercicios físicos con regularidad probablemente tendrá piel naranja en cantidad menor que quien era sedentaria y se alimentaba sin mucho cuidado.
En este período, el cuerpo de la mujer pasa por grandes transformaciones externas e internas, por ejemplo:
Aumento de peso causa piel de naranja
Nuestro cuerpo necesita ser modificado para albergar al bebé que crece dentro de él.
A lo largo de la gestación, vemos una mayor ampliación de las caderas, los glúteos y los senos aumentan, el vientre se estira, los muslos también pueden aumentar.
Todo esto se debe a la inteligencia evolutiva: la mujer necesita tener estructura física y fuerza para llevar a un niño por dentro, así como también estar preparada para el parto y el encaje del bebé en la posición correcta.
También puede ocurrir que la mujer tenga más hambre en ese momento, lo que la hace tener una ingesta calórica mucho mayor que la que tendría si no estuviera embarazada.
Así, la suma de todo esto conduce al aumento del peso y a la aparición de la temible celulitis.
Aumento de la producción hormonal
Además del aumento del vientre y la cadera, la elevada concentración hormonal influye en la aparición de celulitis. El estrógeno, al principio de la gestación, garantiza la fertilización del óvulo.
Con el paso de las semanas, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos para preparar el organismo para aumentar el volumen de sangre. Otra de sus funciones, no sólo en la gestación, es distribuir células de grasa por todo el cuerpo.
Entienda que nuestro cuerpo necesita un nivel de esa grasa para que los órganos y demás hormonas funcionen de la forma que se espera. Así que el estrógeno sólo está haciendo su papel para mantenernos en equilibrio y sanos.
Resulta que durante el embarazo llega a aumentar hasta 30 veces su nivel, con el consiguiente aumento de la adiposidad en determinadas zonas debajo de la piel.
Retención hídrica
En el tercer trimestre, la retención también puede aparecer al inicio del embarazo, dependiendo de la predisposición de la mujer. Puede estar influida por las hormonas, que provocan un aumento de líquidos circulantes por el cuerpo y exigen mucho de los vasos sanguíneos.
El crecimiento del útero también puede comprimir las venas de las extremidades inferiores, dificultando la circulación, lo que causa la hinchazón al final del día.
Las mujeres que ya tienen varices o mayores dificultades en la circulación sanguínea pueden ser las principales víctimas de esta situación.
Prevención de la piel de naranja
El trío más famoso para evitar la aparición y/o empeoramiento de la piel de naranja está constituido por: ejercicios físicos, mucha agua y comida.
Ejercicios físicos
La actividad física ayuda en el gasto energético y la circulación sanguínea. Por supuesto, en esa etapa, sólo harás lo recomendado para tu condición, nada de exageraciones.
Pero es muy importante mantenerse en movimiento. Algunas actividades recomendadas son la caminata, el pilates o yoga.
Agua y alimentación
El agua ayuda a eliminar las toxinas por la orina y a aumentar la circulación de la sangre. Los Médicos recomiendan entre dos y tres litros al día. En la alimentación es importante evitar mucho sodio, azúcar y embutidos priorizando comidas que tengan más nutrientes para ti y el bebé.
En la gestación, no todos los tratamientos serán posibles. Entonces, antes de cualquier cosa, siempre pida orientación a un profesional de confianza.
Masajes
Hay algunos tipos de masajes que pueden hacerse durante la gestación. En general, están prohibidas en la región del vientre, pero otras partes como los muslos y las nalgas pueden ser liberadas. Tratamientos como la mesoterapia están prohibidos en el proceso de gestación.
Tratamientos estéticos
Es posible que el médico aún no permita el uso de procedimientos en aparatos que emiten impulsos.
Entonces, la forma será recurrir a formas más naturales y menos invasivas, como la acupuntura estética que ayuda a reducir la retención de líquidos y a aumentar la circulación. Sin embargo, debe ser hecha por alguien de confianza y sólo con el aval del obstetra.
Embarazo y piel de naranja, como has notado, pueden presentarse juntas. Sin embargo, siempre es bueno destacar la importancia de cuidar de la propia salud y, con ello, del peso.
Esto es un elemento relevante no sólo para evitar el aumento de los nódulos de la celulitis, sino también para que tú y tu bebé presenten un óptimo estado de salud.