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Estos son los 7 hábitos que afectan la salud de tu piel
El rostro es una de las áreas por la cual más nos preocupamos por su estética, más no por su salud. Y es que en nuestra vida cotidiana tenemos hábitos que afectan nuestra piel en este aspecto.
Aunque la estética y la salud tienen una estrecha relación, la manera en que enfocamos nuestros esfuerzos por embellecer nuestra apariencia, no aporta en nada al bienestar de la dermis.
Incluso, cuando pensamos que más la estamos cuidando, ciertas acciones que vemos comunes, pueden afectar todo el progreso. En este sentido, lo mejor que puedes hacer es prestar atención a los hábitos que verás, para buscar la belleza natural de una piel saludable.
Malos hábitos que afectan tu piel
Para llegar a embellecer nuestro rostro, debemos ir a lo profundo, es decir, lograr una piel saludable, pero para lograrlo debemos comenzar hacer cambios en nuestra vida.
Con ello, evitar ciertas acciones y elementos, sustituyéndolas con las que sean más beneficiosas. Así que detalla cada hábito y consejo, que incluso rejuvenecerá tu piel.
1. No realizar limpiezas faciales antes de dormir y despertar
Durante el día, nuestro rostro está expuesto a residuos en el aire, incluyendo los que forman parte de la contaminación. Además, naturalmente, el sudor y grasa que emana de nosotros se encapsula en los poros.
Este es el principal causante de que la piel genere granos, y con el tiempo tienda a oscurecerse y envejecer.
Sus efectos de envejecimiento, aumentan cuando entra en juego el maquillaje, debido a que los productos ajenos a la composición de la dermis se mezclan con los fluidos y grasas en los poros.
Para evitar esto, debes hacer una rutina de limpieza, no solo al despertar, también antes de dormir. En ella, debes tener una exfoliación y una crema humectante como plan básico.
Específicamente, la exfoliación limpia a profundidad, liberando las impurezas de los poros.
2. Estar expuesta al sol y a la luz de computadoras
Por una parte, es común que las mujeres, salgas a las calles sin protector solar, únicamente con el rostro lavado o con maquillaje. Pues al sol no ser tan potente en algunos días, y sin ninguna enfermedad de la piel como condición, no se logra evidenciar sus efectos tan pronto.
Sin embargo, los rayos UVA son constante y ofensivos, producen envejecimiento, e incluso cáncer de la piel.
En otro caso, la luz azul emitida por las pantallas de computadoras, teléfonos y tablet; aunque muchos piensen que son inofensivas, logran igualar y hasta aumentar los efectos de los rayos UVA.
Con esto como advertencia, solamente nos queda el incluir en nuestra rutina diaria un protector solar, ya sea que esté o no el sol. Además, reducir las horas en la que estemos frente a elementos tecnológicos con luz azul.
3. Fumar
Es bien conocido que los componentes inhalados de los cigarrillos y tabacos, son nocivos para el cuerpo. Sin embargo, específicamente la piel es la principal afectada a corto plazo.
Su por qué, radica en los efectos de la nicotina en los vasos sanguíneos, los cuales se reducen de tamaño, dificultando el suministro de nutrientes y oxígeno a las células de la dermis.
Esto acompañado de componentes químicos ajenos a la estructura de la piel, quienes afectan su estética y elasticidad.
Una piel enrojecida, opaca, reseca y con manchas, son solo algunos de los resultados que provoca el tabaquismo, y que ni el maquillaje puede ocultar.
4. Exagerar con la exfoliación
Aunque la exfoliación es parte fundamental de la rutina de limpieza de la mayoría, debemos tener cuidado con esto, ya que al exagerar podemos convertirlo en un mal hábito que afecta la piel.
Recuerda que es una limpieza profunda, que quita suciedad y fluidos naturales de la piel. Al hacer esto, estamos dejando expuesto nuestro rostro, puesto que se remueve incluso elementos claves que influyen en la vitalidad y elasticidad.
Debido a esto, se debe emplear la exfoliación 1 o 2 veces por semanas, dependiendo del tipo de piel que poseas; es decir, seca o grasa, y también evaluando la intensidad del producto o crema preparada.
En este sentido, también es recomendable siempre acompañarlo con cremas humectantes, que le aporten los componentes naturales removidos.
5. Apretar los granos de tu rostro
Pueden ser grandes o pequeños, pero siempre tendremos la necesidad de apretar los granos o barros que parecen en el rostro. Sin embargo, aunque alivia nuestra ansiedad, es un mal hábito que afecta la piel.
Aunque no lo podamos detallar bien, al reventar un grano, la estructura de la epidermis se rompe, y aunque las células trabajen en las siguientes horas para restaurarla, el daño es evidente.
Es por ello que después de la acción, quedan manchas oscuras, enrojecimiento y en algunos casos, dependiendo del tamaño del grano, hasta cicatrices.
Ya sea que sufras o no de acné, lo mejor será que no sucumbas al deseo de apretar los granos de tu rostro. En vez, mejora tu alimentación, bajando las grasas, y enfócate en la limpieza y cuidado de tu piel.
6. Consumo de alimentos insanos
En ocasiones, como nos vemos por fuera, parte de lo que comemos. En este sentido, nuestra piel sufre las consecuencias de ciertos alimentos que consumimos a diario.
Muchos afectan el balance de nuestro cuerpo, permitiendo el aumento de los radicales libres, los cuales producen un envejecimiento prematuro.
Sin embargo, algunos alimentos tienen otros efectos que suman al deterioro de la piel. Tal como la fata de oxigenación y suministro de nutrientes, la reducción en la producción de colágeno, la deshidratación de la epidermis y la acumulación de grasas.
Ahora bien, teniendo en cuenta esto, lo recomendable es reducir la ingesta de los siguientes alimentos:
Azúcares o alimentos con altos índices de azúcar.
Comida frita o chatarra.
Bebidas alcohólicas.
Embutidos.
Café.
Lácteos grasos insanos.
Sustituye algunos alimentos con frutas, verduras y alimentos bajos en grasa o no procesados.
7. No lavar la funda de la almohada
Mientras dormimos, la superficie textil de la almohada se encuentra en constante contacto con nuestro rostro y cabello.
En este sentido, los gérmenes que puedan encontrarse en estos, sumado a los existentes en la saliva, se traspasan a la almohada.
La acumulación de estos, se vuelven en contra del rostro, sumando gérmenes, grasa y suciedad a tu cara.
Debido a esto, es recomendable lavar la funda regularmente 1 vez por semana, esto claro está, garantizando una constante limpieza de cutis.
Aunque no parezca, la piel es uno de las áreas más delicadas, pero el tenerla radiante, fresca y jovial, no cuesta mucho, solo debes aplicar cada consejo y evitar estos malos hábitos para ver sus resultados.