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3 mitos sobre la lactancia materna que tienes que dejar de creer
La lactancia materna es más que el medio de alimentación del recién nacido y el lactante, se trata de un binomio madre-hijo, en donde la madre representa todo para esa nueva criatura.
Sin embargo, en torno a la lactancia materna existe una cantidad infinita de mitos, que lo único que hacen es retrasar el amamantamiento del niño.
En este sentido, conoce los 3 mitos más frecuentes acerca de la lactancia materna.
Mitos sobre la alimentación de la madre
Esta creencia siempre ha estado presente, muchos piensan que la madre debe realizar una serie de pasos al momento de su alimentación para que tenga una buena producción de leche, pero la realidad es otra.
El primer mito dentro de esta categoría es la que la madre debe consumir leche para producir más leche. Esto es totalmente falso. La madre no necesita consumir leche para que su cuerpo la produzca.
Lo que sí es verdad es que debe tener una alimentación balanceada y variada, incluyendo cada macronutriente en las comidas.
El segundo mito es que la madre debe comer en exceso y seleccionar alimentos especiales para producir más leche. Al igual, que el anterior, esta conducta en un error.
No es necesario que la mujer duplique las porciones de alimentos, siempre y cuando su dieta cubra sus requerimientos energéticos del día.
Además, no existe ningún alimento que por sí solo aumente la producción de leche materna.
En conclusión, la madre puede comer absolutamente todo, con algunas excepciones para aquellas mujeres que sean alérgicas a ciertos alimentos.
Mitos sobre la salud y estética de la madre
Cuando eres madre primeriza es común que tengas miles de dudas en relación con la lactancia materna. Es más, puedes llegar a creer mitos que son totalmente falsos.
De lo anterior se desprende, que un mito muy popular entre las mujeres es que el amamantamiento hace "caer los senos". Esta creencia es errada en todos los sentidos.
Los senos no van a perder la estética porque estés dando pecho, sino por otros factores que depende de tu edad, de cuán laxa sea tu piel, la genética, entre otros.
De igual manera, suelen creer que las mujeres que tuvieron un parto natural podrán producir más leche, a diferencia de las mujeres a las que les realizaron una cesárea.
La verdad es que la cesárea no va a impedir la bajada de la leche, lo que sí pasa en el organismo es que la producción de oxitocina es menor en las madres que tuvieron cesárea, pero esto no representa ningún tipo de problemas.
Por otro lado, que la mamá reciba algún tipo de medicación durante el postparto es visto como un acto catastrófico, porque se cree que el fármaco llega a la leche materna.
Científicamente, se ha comprobado que los medicamentos se excretan en cantidades pequeñas en la leche materna, lo cual no es un problema para el bebé. La excepción a esta norma son los medicamentos para tratar las neoplasias.
Mitos sobre la leche de la madre
¿Has escuchado alguna vez que la leche no llena al bebé y que por eso llora? Seguramente, la respuesta es afirmativa.
La razón de esto es que el bebé no solo llora por comida, recuerda que el llanto es el medio de comunicación que él tiene para expresar lo que siente y, no solo cuando tiene hambre.
Ahora bien, la leche posee todos los nutrientes que él necesita para su desarrollo y crecimiento.
Lo que muchas veces puede pasar es que no has terminado de vaciar un seno cuando ya lo estás amamantando con el otro.
Un dato que muchas mamás no saben es que los últimos segundos del amamantamiento es cuando el bebé logra ingerir una parte de la composición de la leche que lo satisface.
Adicionalmente, otra de las creencias es adicionar a la alimentación del recién nacido y lactante, la leche de vaca u otro tipo de fórmula para complementar la alimentación del bebé.
Cabe destacar, que la lactancia tiene que ser exclusiva y a libre demanda hasta los seis meses de edad, no es necesario ofrecer leche de vaca, sueros o agua al bebé antes de ese tiempo.
Importancia de las técnicas de amamantamiento
La técnica para amamantar es la clave para una lactancia más amena. Como se mencionó anteriormente, la lactancia es a libre demanda, esto lo que quiere decir que es cuando el bebé lo desee.
Entendido este punto, no existe un horario para amamantar. Es fundamental mencionar esto, porque muchas madres se estresan con el horario, acarreando como consecuencia una mala técnica para amamantar.
Lo primero que tienes que considerar es que por cada toma debes vaciar primero un pecho.
Al mismo tiempo, las bases para una correcta técnica es que puedas tener información acerca de la lactancia. Seguidamente, tener seguridad en lo que estás haciendo.
Así mismo, con una buena técnica disminuyes la incomodidad y el proceso es más fácil para ti.
Recomendaciones para amamantar
Ten en cuenta estos consejos al momento de amamantar
Postura: La posición que adoptas es vital. Busca la que te resulte más cómoda para ti y para el bebé. No obstante, las posiciones que puede adoptar la madre es acostada o sentada.
Higiene: Recuerda que vas a alimentar a tu bebé, necesitas ser cuidadosa con el lavado de las manos, así como lavar con abundante agua los pezones.
Aunado a lo anterior, no uses jabón para limpiar los pezones, preferiblemente, solo agua.
Otra recomendación es que puedas apoyarte en tutoriales o videos en YouTube. Aparte, existen talleres presenciales donde les enseñan a las madres las técnicas correctas.
Contraindicaciones para la lactancia materna
Existen contraindicaciones para el niño como, por ejemplo, que padezca de problemas metabólicos como galactosemia o fenilcetonuria.
Sumado a esto, que presente algún defecto congénito como paladar hendido o labio leporino.
Por otra parte, algunas de las contraindicaciones por parte de la madre son.
SIDA
Desnutrición graves
Neoplasias
Anomalías en la configuración del pezón
Mastitis