Advierten sobre hongo "superresistente" a la medicina
La comunidad médica científica ha alertado recientemente por el avistamiento de un hongo resistente al tratamiento antifúngico. Sin duda, se trata de un anuncio que debe ser tomado como prioridad.
El hecho ocurrió dentro de un hospital ubicado en Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos. Trascendió que dos pacientes estaban infectados con una levadura de raro origen con amplia resistencia a la terapéutica.
¿Qué se sabe sobre el hongo "superresistente" al tratamiento médico?
La aparición de hongos resistentes a la terapia con medicamento antifúngico no es algo nuevo. De hecho, los primeros casos o estudios datan de hace más de una década atrás, en 2009.
No obstante, la detección de la cepa en Luisiana simboliza el primer caso documentado en ambos pacientes. Afortunadamente, ambos se encuentran bajo estricta vigilancia médica en un hospital de alto nivel en Nueva Orleans.
Previamente, otros estados del país norteamericano como Georgia, Florida, Texas y Washington habían sufrido las consecuencias de este microorganismo. Inclusive, la extensión y distribución del mismo fue identificada hasta en otras 20 entidades federales.
Es una clase relativamente nueva de una levadura potencialmente dañina. Hace más de 10 años, fue bautizada por los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) como Candida Auris. A la par, también la declaró como una "amenaza global emergente" y latente.
Candida Auris: ¿por qué es una amenaza potencialmente global?
Candida Auris es el nombre predilecto para un hongo perteneciente a la especie de las levaduras. Como toda Candida, es benefactor de una infección común conocida como candidiasis en humanos.
Desde su aislamiento y estudio exhaustivo, se concluyó que el tipo de patología originada por esta entidad aberrante es potencialmente mortal. La evidencia demostró que puede convertirse rápidamente en una candidiasis invasiva y pasar al torrente sanguíneo.
La veloz y certera diseminación del hongo a través del aparato circulatorio produce un escenario nominado como fungemia. Lo siguiente es su predilección por infectar y atacar el sistema nervioso central, así como otros órganos internos de modo secundario.
Por si fuera poco, es uno de los pocos hongos con el apodo de "superresistente". Se ampara en su capacidad para burlar el mecanismo de acción de las más potentes terapias antimicóticas (antifúngicos). Quiere decir que los fármacos destinados comúnmente contra la Candida, no funcionan.
Entre otras conclusiones, se subraya que es un patógeno común en el entorno nosocomial o intrahospitalario. Mientras mayor sea la estadía en algún centro médico, el riesgo de adquisición es elevado. Algo similar como en lo que ocurre con relación a las neumonías.
Un hongo con cualidades enigmáticas, impredecibles y erráticas
Su puesta en escena se produjo en 2009 después de que una mujer japonesa de 70 años consultara por un problema de oído. Luego de un cultivo de secreción, se comprobó que se era una cepa nunca antes estudiada de levadura.
A partir de entonces, el hongo describió un comportamiento errático, expandiéndose principalmente a Corea del Sur y por gran parte de Asia. En cuestión de poco tiempo, también se anunciaron variedad de casos en territorio europeo.
Para 2022, Estados Unidos parece ser el blanco del patógeno en todo sentido. Los CDC ya han advertido sobre una epidemia en curso tras saberse los 130 casos en Florida y más de 30 en Texas. Por su parte, dan a entrever que es posible que el hongo existiese desde mucho antes en Luisiana.
Desde el punto de vista práctico, los mismos CDC promulgaron una guía informativa acerca de Candida Auris. Con ella, buscan crear consciencia sobre la infección subsecuente, así como ecualizar pautas precisas en los principales centros hospitalarios. Los extractos más relevantes dicen:
Dificultad en su tratamiento
No por nada es apodado como un hongo "superresistente". Los CDC se apoyan en estudios que informan hasta un 90% de resistencia al fluconazol, uno de los fármacos de primera línea.
El segundo puesto lo ocupa el voriconazol con más del 70% de ineficacia para el control de la enfermedad. Básicamente, el uso cotidiano de los tiazoles está descartado a la hora de combatir la infección.
Aun así, cabe destacar que no todo es un horizonte oscuro. Ensayos doble ciego confirmaron la veracidad y eficacia de las equinocandinas, una nueva y mejorada clase de antifúngicos. En dosis oportunas, es más que probable contrarrestar los efectos adversos generados por el patógeno.
Infección de rápida evolución con cualidades mortales
Si resulta contagiado por el hongo, el pronóstico es reservado e incierto. En sus presentaciones más graves, puede ocasionar un cuadro de fungemia catastrófico para los órganos internos.
La estadística implementada en el estudio de los CDC plantea que 1 de cada 3 pacientes muere a causa de Auris. Un dato más que exorbitante y alarmante que cada día está siendo más ignorado.
Riesgo en pacientes hospitalizados e inmunodeprimidos
El medioambiente de replicación favorable para Auris son los centros nosocomiales. El interior de los hospitales es, paradójicamente, un área idónea para el cultivo y evolución de variedad de gérmenes.
Aquellos pacientes con días de internado son objetivos predilectos para la levadura. El panorama empeora cuando se está en uso terapéutico de sondas de algún tipo o cateterismos venosos centrales.
En el campo de los convalecientes por inmunodepresión (cáncer, VIH, infecciones recurrentes), el hongo es prácticamente mortal. Al no existir una respuesta inmunológica adecuada como primera defensa, ni un tratamiento eficaz, las manos médicas resultan atadas.
Poca prevención
La poca prevención del hongo construyó las vías para su rápida propagación alrededor del mundo. Países de primer nivel como Japón, China, Estados Unidos, entre otros, ya sufren los daños colaterales del mismo.
Los CDC mencionan que su identificación está falta de práctica, resultando fallida. Los laboratorios tienden a confundir a Auris con otros tipos de Candida, resultando en diagnósticos y tratamientos inverosímiles.
Entonces, no solo se está hablando de un hongo multirresistente a la medicina, sino que sabe camuflarse. No cabe duda que la comunidad científica tendrá que unificar criterios para acudir a medidas más drásticas.
Alta frecuencia
Las escasas metodologías de prevención para con el hongo se traducen en una alta frecuencia de infecciones. Un ejemplo claro de ello es Luisiana, estado que estaba absuelto en el historial relacionado con Auris.
Ahora con la hipótesis que plantea que los dos casos detectados no son los únicos, se presta para una atmósfera de incertidumbre. En otro orden ideas, es un revés significativo que puede perturbar el foco de atención en los contagiados por COVID-19.
Recuento de casos hasta la fecha en Estados Unidos
Los CDC son los organismos que han encabezado la divulgación de información de este peligro biológico latente. A causa de ello, llevan un registro y recuento de casos bien identificados.
A ellos son sumados los dos nuevos aislados en el Centro Médico Universitario de Nueva Orleans. A propósito de la premisa, el doctor Niray Patel ofreció declaraciones a los medios en su rol como director.
"El hongo podría llevar más tiempo de lo que pensamos en Luisiana. Afortunadamente los pacientes están estables, pero debemos estar alerta. En Florida ya se han reportado más de 100 casos y Texas asciende a los 30".
El último reporte de los CDC planteó más de 1.000 casos esparcidos en territorio estadounidense. Metrópolis como Nueva York, Nueva Jersey, Illinois o California, brillaban como los picos más altos.
La aparición de este peculiar brote llama la atención a la humanidad acerca del peligro de las resistencias a los fármacos. No solo es algo tangible y que se viene predicando en el rubro bacteriano, sino actualmente también en hongos.