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¿Cómo identificar señales de estrés en mis hijos?
Usualmente solemos creer que los niños son inmunes a la ansiedad y el estrés que es tan común en los adultos, ya que ellos no están sometidos a las mismas presiones.
Sin embargo el hecho de que no tengan las mismas presiones que un adulto no implica que no tengan presiones en absoluto.
El estrés también es común en los niños, ya que pueden pasar por situaciones que generen cambios en sus vidas que les produzcan preocupación.
Es común en niños que se encuentran en ambientes cambiantes o conflictivos altos niveles de estrés que cómo padres debemos enseñarles a regular.
¿Qué es el estrés?
Es una respuesta fisiológica que tiene el cuerpo ante situaciones que se percibe como amenazantes con el objetivo de defenderse.
El estrés es el modo en el que nuestro cuerpo reacciona ante los desafíos, los eventos estresantes hacen que el cuerpo responda desde el sistema nervioso simpático el cual es el responsable de nuestro impulso de lucha o huida.
Para nuestro cuerpo supone un gran gasto de energía mantenernos en este estado por lo que el sistema parasimpático intenta volver al organismo a si equilibrio regular.
Debido a esto las grandes cantidades de estrés prolongado en el tiempo son dañinos tanto para nuestra salud como para la de nuestros hijos.
¿Cómo se manifiesta en niños?
Los niños también pueden estar bastante estresados por los acontecimientos de sus vidas diarias, para ayudar a nuestros hijos primero debemos reconocer cuáles son las señales que manifiesta cuando está estresado.
En muchas ocasiones los niños no reconocen que lo que sienten es estrés, por eso es importante como adultos ayudarlos a identificar ellos mismos las señales y luego enseñarlos a regularlas.
Entre las condiciones en las que los niños se estresan usualmente se encuentran los deberes escolares, las peleas o divorcios entre los padres o el cambio repentino en el ambiente.
Algunos de los signos derivados de estrés pueden ser:
Perdida del apetito u otros cambios en su alimentación
Dolores de cabeza
Hacerse pipí en la cama una vez superada esa etapa
Pesadillas
Cambios en ciclos del sueño
Dolores estomacales
Algún otro dolor o molestia física no relacionada con alguna enfermedad física
Ansiedad
Dificultad para relajarse
Miedos constantes o persistentes
No querer separarse de los adultos
Irritabilidad
Llanto fácil
Dificultad para calmar sus emociones
Agresividad
Comportamiento de etapas anteriores
Desagrado ante la solicitud de participar en actividades familiares o escolares
El temperamento de los niños va a influir de manera importante en como afrontan sus emociones, algunos niños pueden ser más sensibles que otros ante la misma situación.
Ayuda a tu hijo a identificar sus emociones y válida su vivencia.
¿Cómo puedo ayudar a mis hijos frente al estrés?
Proporcionales a tu hijo un espacio seguro, sano y tranquilo en el que pueda desenvolverse y expresarte sus emociones.
Las rutinas son muy buenas para que el ambiente de tu hijo sea estable y él pueda estar al tanto de los acontecimientos esperables en su ambiente, así mismo si sabes que habrá algún cambio es favorable que se lo comuniques antes de que ocurra para que pueda expresar lo que siente al respecto y estar preparado.
Las actividades familiares que refuercen su vínculo son maravillosas para reducir el estrés en los niños.
Para hacer esto aún más productivo selecciona de forma cuidadosa cuál sea la actividad a realizar y si es ver una película juntos por ejemplo asegúrate de que sé algo que le guste a tu hijo.
Incluso puede involucrarlo en la escogencia de la actividad para empoderarlo y que se sienta bajo control de sí mismo. Asegurar un espacio para la relajación y diversión es beneficioso para todos los miembros de la familia.
En este mismo sentido la actividad física también es fantástica para aliviar las tensiones de todos y enseñar a tu hijo además la importancia de la misma dentro de su rutina de vida.
Otra cosa que podemos hacer por nuestros hijos cuando se sienten estresados es escucharlos atentamente, involúcrate en lo que tu hijo te está diciendo, trata de entenderlo y dale importancia.
Así tu hijo sentirá que él es importante y al mismo tiempo entonces estarás reforzando su autoestima, procura utilizar el refuerzo y no el castigo a la hora de enseñar a tu hijo.
Dale el ejemplo a tu hijo, mantén tu estrés controlado y enseña a tu hijo como se regulan las emociones, pónganles nombre juntos para identificarlas y aceptarlas.
Así podrán saber cuáles son las señales de estrés y tú cómo padre estar precavido ante estos eventos.
Si es necesario no dudes en contactar con un profesional de la salud mental, en ocasiones los niños pueden tener altos niveles de estrés que son nocivos para su desarrollo.
