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La “Salud digital”: ¿es viable?
Para hablar de salud digital hace falta conocer algunos conceptos básicos y pensar un poco en las complicaciones y beneficios que pueden asociarse.
Este término se acuña a la utilización de herramientas tecnológicas en la prevención y atención de enfermedades, y su aplicación es cada vez más constante.
Pero, ¿realmente es una herramienta útil? ¿Sí genera buenos resultados? ¿Podría poner en peligro a las personas que la utilizan?
Todas estas preguntas surgen ante el inminente acceso de la tecnología a los centros de salud. Es por ello que se deben analizar los diferentes matices que se dibujan ante este avance.
¿Cómo se aplica la salud digital en estos momentos?
La mayoría de la población mundial cuenta actualmente con acceso a internet, esto ha permitido poner al alcance de todos los recursos para cuidar su salud.
En los tiempos actuales, donde todos quieren saber sobre sus enfermedades y medicamentos, esta herramienta se ha convertido en algo de uso diario.
Solo con ingresar un criterio de búsqueda ya puedes tener información certera sobre lo que estás padeciendo. Es por esto que muchas sociedades dedicadas a la atención de salud han decidido tomar la batuta con respecto a las reseñas que se publican.
El Internet y la salud digital
Uno de los medios más comunes son los blogs, donde habitan especialistas en temas de salud, como médicos, fisioterapeutas, psicólogos y demás.
Todos ellos hacen de conocimiento público conceptos sencillos y de fácil comprensión que pueden ayudar a muchas personas en sus diferentes procesos.
Al mismo tiempo, esto permite disminuir el índice de automedicación y evitar la ansiedad asociada a los procesos patológicos. También se ha permitido crear un directorio digital donde las personas pueden encontrar atención en zonas cercanas de forma rápida.
Todo esto ha traído consigo una increíble concientización ante la importancia de asistir a consultas médicas y de otras especialidades. Una solución vertiginosa, confiable y de bajo costo.
¿Qué riesgos están considerados al manipular la tecnología en este campo?
Es difícil delimitar riesgos al hablar de salud digital. El acceso masivo a la información y la falta de regulación ante la información publicada; traen consigo una cierta cantidad de problemas.
Entre ellos destacan: pronósticos mal empleados, uso indiscriminado de medicamentos y ausencia de atención médica oportuna. A su vez, muchas personas acuden a espacios donde no existen especialistas y confían erradamente en lo que encuentran.
Evidentemente, esto se traduce en un problema de salud que crece silentemente, con enfermedades que avanzan sin discreción y fármacos que pierden efecto.
Un ejemplo tangible es el uso de antibióticos, muchas webs recomiendan utilizar estas medicinas en patologías que no los requieren. Al final, acarrean resistencias al tratamiento que complican la terapéutica de las infecciones y que hacen cada vez más difícil el trabajo de los galenos.
Por otra parte, es necesario mencionar que existen blogs malintencionados donde personas inescrupulosas ofrecen remedios mágicos para afecciones que ameritan atención médica.
Las estafas y mentiras están a la orden del día, algo que puede poner en peligro a cualquier persona que confié en estos productos.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de su aplicación?
Hay que comenzar diciendo que los beneficios de aplicar la salud digital son bastante amplios, sobre todo, cuando se hace responsablemente.
La principal ventaja de este método es que descentraliza el acceso a la información, reduciendo los niveles de ansiedad generados por el desconocimiento.
Adicionalmente, ha dado paso a una excelente manera para recolectar datos sobre las diferentes enfermedades y crear nuevos conceptos prácticos.
De modo accesorio, las personas han tenido la oportunidad de alzar la voz y contar sus propias historias, permitiendo que se generen espacios de debate. Una excelsa prueba de esto, es los avances dados en enfermedades como la COVID-19.
Sin embargo, no todo es bueno. Lamentablemente, ha habido ciertos errores dentro de esta tendencia a la digitalización de la salud.
Comenzando por la información que puede ser considerada como amarillista, donde se anuncian complicaciones que difícilmente pueden ser alcanzadas con la atención adecuada.
A esto se suma la falta de control sobre las fuentes utilizadas por algunas páginas para hablar de un tema de salud.
¿Podría reemplazar a los centros de salud y sus profesionales?
La intención de la salud digital nunca ha estado dirigida a la suplantación de la atención oportuna, personal y clínica de las personas.
El objetivo principal es el de brindar una ordenación adecuada a quienes tienen dudas sobre su estado de salud. En Internet es viable encontrar listas de síntomas que pueden ayudar a determinar la premura con la cual se debe buscar ayuda. Aun así, SIEMPRE se recomienda asistir al médico.
Tecnología vs. recurso humano
Ahora bien, la usanza de la tecnología dentro del área de la salud se ha convertido en todo un campo de desarrollo. Desde los famosos relojes inteligentes, hasta monitores que se colocan debajo de la piel; todas herramientas pensadas para complementar la atención de salud.
Los proyectos dentro de este campo siempre se enfocan en facilitar el monitoreo de las condiciones corporales y una integración entre el médico y el paciente.
Difícilmente este método podrá suplantar la labor de un profesional, pues, los computadores crean algoritmos que sugieran medicamentos o diagnósticos, pero no tienen la certeza.
Se podría decir que cuando se trata de enfermedades, no todo es tan sencillo, algunas enfermedades ni siquiera tienen signos identificables. Por lo tanto, aunque encuentres mucha información en la web, no evites consultar con tu médico de confianza.
Entonces, ¿Cómo ejecutarla de forma segura?
Puede que para este punto ya tengas una idea de lo que debes hacer con respecto a la salud digital, pero es mejor dejarlo claro.
Primero, prescinde navegar en páginas que no tengan el respaldo de un profesional, busca siempre fuentes confiables. Para ello, localiza las sociedades de especialistas de tu país o las publicaciones de la OMS.
En segundo lugar, no tomes ningún tipo de medicación solo por estar recomendada en una web, siempre consulta con tu médico, puede haber efectos nocivos.
Tercero, pero no menos importante, aclara tus dudas, pero no dejes de buscar ayuda si realmente la necesitas o si aún tienes interrogaciones sin responder. Recuerda que cuidarte es tu responsabilidad.