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Síndrome de la niña buena: ¿Qué es y cuáles son sus consecuencias?
Es muy hermoso ser criado en un entorno de cariño y buenas costumbres, pero si nunca te enseñan que hay un mundo hostil fuera de ese entorno, esto traerá problemas. Más cuando algunas chicas aprenden solo a callar y obedecer, a esto se le llama síndrome de la niña buena.
No se trata de ir por la vida siendo un rebelde, pero este síndrome crea un gran daño en las mujeres, haciéndolas dependientes, indefensas, y vulnerables. Todo tiene un límite, y en la sociedad actual que vivimos, esta conducta te convierte fácilmente en víctima.
¿Te gustaría saber si estás actuando bajo la influencia de este síndrome?, ¿Conoces a alguien que no es capaz de hacer valer sus derechos y te gustaría ayudar?. Aquí te contaremos todo lo que necesitas saber, para identificar el problema y corregirlo.
¿Qué es el síndrome de la niña buena?
Básicamente, es un estado psicológico que se arraiga en la conducta, donde el individuo que lo padece no se defiende, ni debate cuando se ve afectado por terceros. Su inclinación es dejar de lado sus propios intereses y priorizar el bien de otros, evitando los conflictos.
Esta conducta es muy notoria en escenarios laborales, donde hay damas que aunque posean la razón, no se expresan, ni dan su punto de vista, por temor a dañar la armonía. Si algo se les reclama por más que sea injusto, prefieren callar y no debatir sus razones.
Poseen una errada disposición a satisfacer los deseos de otros, en busca de que esto les genere aceptación. A su vez, llegan a desestimar sus propios intereses y derechos por el bien común de su entorno.
Otro escenario de este síndrome es cuando en un matrimonio, la mujer cede ante cualquier exigencia de su esposo o hijos. Cargándose de responsabilidades que no le corresponden, solo por no defender su propia libertad, busca de que no haya conflictos familiares.
Causa del síndrome en las mujeres
Este problema viene a raíz de un fallo en la crianza, y de vivir bajo los estereotipos del pasado, donde se les enseñaba a las mujeres que tenían una posición de inferioridad. Si bien es cierto que su posición es de mayor delicadeza, esto no las hace ser inferiores.
El problema radica en la inculcación de un arraigado principio de sumisión, donde se prepara a la chica solamente para aceptar y obedecer. Pero, nunca se le enseña a debatir y confrontar si se ve afectada su dignidad, su posición o su seguridad.
Esto es un gran error, puesto que crece con la idea de que está mal defenderse, discutir o hacer valer su opinión, y llega a un estado adulto donde no valora sus propias capacidades, talentos e intereses.
Esto, acompañado de una cultura donde aún el machismo se encuentra muy arraigado, hace de este tipo de mujeres presa fácil, para aquellos que se aprovechan de su predisposición a la obediencia, y terminan manipulándolas a su antojo.
¿Cómo identificar el síndrome en alguien?
Pese a ser un conflicto bastante notorio, hay quienes saben disimular muy bien su conducta. Pero, aquí conocerás cuáles son las características que debes notar, para que identifiques si alguien posee el problema.
Amabilidad extrema
Su actitud siempre es amable, cordial y atenta. Esto no es una mala característica en alguien, el problema es que se comportan así, aun cuando sus verdaderos sentimientos son otros. Ellas utilizan esta actitud de manera forzada porque piensan que se les exige ser así.
Nunca admiten que están estresadas o de mal humor, y mucho menos dejan salir la ira, aunque sea notorio que esta es la emoción que atraviesan. Ellas experimentan constantemente una represión sentimental.
No opinan
Ante cualquier circunstancia o decisión que se tome en su entorno, no dan ninguna opinión, y dejan que sean los demás quienes definan el rumbo de las acciones, pues solo se limitan a obedecer las directrices que les indiquen.
Esta postura de silencio se mantiene incluso si se ven afectadas directamente y su posición desmejora. Llegan también al punto de justificar las acciones erradas, y siempre creen que su opinión no tiene valor y será rechazada.
Son perfeccionistas
Se cuidan al máximo de cometer errores, se autoexigen mucho, buscan ser lo más eficiente posible. También, cuidan bastante su aspecto físico, todo esto motivado a que no se les critique y que puedan mantener contentos a todos los que se relacionan con ellas.
No soportan una crítica
El hecho de que alguien las desapruebe en algo puede significar para ellas un gran fracaso, su fortaleza emocional es muy débil y las críticas las hacen desmoronarse rápidamente. Cuando esto ocurre, se esmeran por cambiar esa percepción a toda costa.
Su autoestima es muy bajo
No reconocen su propio valor y siempre se sienten inferiores, menos capacitadas que los demás, aunque así no lo sea. Se expresan de sí mismas con desprecio y viven comparándose con otros, haciendo énfasis en las virtudes contra los defectos que ellas poseen.
¿Cómo se supera el síndrome de la niña buena?
Debes tener claro dos cosas, no será rápido y no será sencillo, ya que estamos hablando de una conducta arraigada desde la crianza. Lo primero que hay que lograr, es que la persona reconozca que posee un problema y que necesita ayuda.
Cuando esto ocurra, debe visitar a un terapeuta que se encargue, mediante las sesiones, de reordenar su autovaloración emocional. Debe llegar a entender que es un ser libre, independiente y con el derecho de elegir por sí misma.
Por otro lado, también se puede lograr mediante conversaciones, donde se refuercen algunos puntos y se evalúe el progreso. Si deseas ser tú mismo quien aporte la ayuda, concéntrate en lo siguiente.
Debe entender que su prioridad está en ser feliz, y que esto no lo va a conseguir agradando a otros, sino a sí misma.
Ayúdala a identificar sus responsabilidades y derechos, haciéndola ver que tiene el compromiso consigo misma de defender su integridad si alguien quiere afectarla.
Exalta sus talentos y habilidades, procura que ella pueda reconocer sus capacidades y sentirse orgullosa de ellas.
Enséñale el valor de dar su opinión y su punto de vista, y cómo esto puede cambiar el rumbo de las cosas.
Coloca pequeñas metas que la reten a decidir, responder y accionar, evalúa el progreso y el cumplimiento de ellas.
Este síndrome solo consigue llevar a mujeres a un estado de tristeza, frustración e infelicidad, nadie tiene derecho de apropiarse de la vida de alguien más.
Sé valiente y no temas levantar la voz cuando se trate de luchar por tus sueños, tu dignidad o tu futuro.