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Aprende a hacer una auténtica casa de jengibre
Una casita de jengibre es un tipo de postre típico de las fiestas decembrinas, pues son ideales para colocar en la mesa del banquete para decorar y degustar. No obstante, muchos consideran que es muy difícil de hacer y por ello ni siquiera lo intentan.
Sin embargo, esto no es cierto, es muy sencilla de elaborar y afortunadamente no es necesario usar demasiados ingredientes.
Ingredientes de la casita de jengibre
Para la masa de la casita de jengibre
120 gramos de Mantequilla sin sal
120 gramos de Azúcar moreno o mascabado
1 Huevo
120 gramos de Melaza o miel de caña (se puede sustituir por miel común)
400 gramos de Harina de trigo común todo uso
2 cucharaditas de Jengibre en polvo
1 Cucharadita de canela molida
1/4 de cucharadita de nuez moscada
1/4 de cucharadita el clavo de olor en polvo
1 Pizca de sal
Para el glaseado
350 gramos de azúcar glass (azúcar impalpable o azúcar flor)
50 mililitros de agua
10 gramos de albúmina (1 y 1/2 cucharada)
Pasos para la elaboración de la casita de jengibre
Nota: Dividiremos el proceso en varias partes para que sea más sencillo de explicar.
Elaboración de la masa
Empieza poniendo sobre un colador la harina, el jengibre, la canela, el clavo de olor, la nuez moscada y tamiza todo junto. En esta receta podéis sustituir o eliminar el toque de especias a tu gusto.
Añade también la pizca de sal y remueve para repartirla bien.
Ahora, en el bol de la batidora añade la mantequilla a temperatura ambiente, junto al azúcar. Bate a velocidad media alta durante 5 minutos o hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa. Si queréis podéis sustituir el azúcar moreno o mascabado por azúcar blanco.
Pasado este tiempo bate un poco el huevo antes de añadirlo. De esta manera se mezclará mucho mejor con el resto de ingredientes. Una vez listo lo añades y bates 1 minuto más o hasta que el huevo se integre por completo.
Hecho esto, coloca la batidora a velocidad media. Añade una cucharada de la mezcla de harina y especias y vierte toda la melaza. La harina que has agregado ayudará a que la masa se mantenga ligada y que no se corte al incorporar la melaza.
Una vez se ha integrado la melaza, coloca la batidora a velocidad mínima, y ve añadiendo la harina poco a poco.
Cuando ya no veas restos de harina en la masa, deja de batir y comprueba que no haya ingredientes sin mezclar en el fondo del bol. Si es así, divide la masa en 2 partes.
Cortar las partes de la masa y horneado
Coloca una de las partes entre 2 hojas de papel encerado o de horno, y estira con ayuda de un rodillo hasta dejarla con un grosor de unos 4 milímetros.
Hecho esto acomoda las plantillas de la casita de la mejor manera posible tratando de aprovechar la mayor cantidad de masa estirada. Lo que veas que sobra, recorta y añade a la otra mitad de masa que habías reservado.
Una vez lista lleva las partes cortadas al congelador unos 15 minutos o hasta que la masa endurezca un poco. Pasado los 15 minutos, saca la masa del congelador.
Retira el papel de horno de la superficie y recorta siguiendo la forma de la plantilla.
Una vez has recortado las piezas que necesitas, traslada a otra hoja de papel encerado y sigue colocando más piezas con una separación suficiente para que las galletas no se peguen durante el horneado.
Coloca el papel encerado en una bandeja para horno y una vez que la tengas lista lleva al horno precalentado a 180° C, preferiblemente con calor arriba y abajo sin ventilador. Déjalas ahí durante 14 minutos o hasta que veas que empiezan a dorarse los bordes.
Saca las galletas del horno y deja reposar en la misma bandeja durante 10 minutos para que enfríen un poco.
Cuando ya no estén tan calientes traslada las galletas a una rejilla y deja enfriar a temperatura ambiente.
Repite los mismos pasos para tener todas las piezas completas.
Elaboración del glaseado
En un bol grande coloca el azúcar glasé y la albúmina, y mezcla bien con unas varillas.
Cuando la albúmina esté completamente repartida por todo el azúcar añade el agua mientras sigues mezclando hasta que no quede ningún grumo.
Armar y decorar la casita de jengibre
Coloca el glaseado en una manga pastelera y coloca allí un pico del número 2.
Decora cada una de las partes de la casa como gustes, dejando volar tu imaginación y siguiendo el patrón de una casa. Si gustas, puedes usar una regla para que se te haga más sencillo hacer líneas rectas.
Te aconsejo que hagas toda la decoración con glass antes de montar la casita. Así al poner todas las paredes de pie no se escurrirá nada y toda la decoración quedará en el mismo sitio donde la pusiste.
Para hacer la puerta puedes usar unos palitos de galletas y fijarlos en la casa con la misma glass con la que estés decorando.
También puedes usar un rotulador de tira comestible para hacer una guía para colocar las ventanas. Eso ayudará mucho para que todo quede más simétrico.
Antes de montar la casita, deja reposar durante un mínimo de 1 hora o hasta que el glass de la decoración endurezca.
Para montar la casita ayúdate de unos vasos o algún otro objeto que sirva para apoyar las piezas y mantenerlas de pie. Coloca glass en el borde de la galleta, y júntalas en el borde correspondiente. Continúa el mismo proceso con cada uno de las piezas de la casa.
Una vez que tengas los 4 lados de la casa, retira los vasos y coloca el glass en los bordes para pegar los tejados.
Acomoda el primer tejado y fija el otro lado del mismo modo. Para prevenir que los tejados se resbalen antes de que seque el glass coloca 2 vasitos a los lados para mantenerlos en su sitio.
Deja secar el glass a temperatura ambiente durante 1 hora o hasta que endurezca por completo. Pasado un tiempo coloca en un plato con grande coco rallado para simular la nieve y coloca la casita justo encima.
En el borde del tejado coloca unas gotitas de glass para que haga el efecto de nieve cayendo.
Tapa la punta de los tejados con una línea de glass y fija algunas gominolas.
Sobre el tejado fija una fina capa de azúcar glasé con ayuda de un colador para hacer un efecto nevado como toque final.
La casita de jengibre es perfecta para las fiestas, pues su sabor y textura evoca una verdadera sensación de nostalgia durante las fiestas. ¡Disfruta! y compartela en familia.