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Una súper guía para comprender la adolescencia
La fase de la adolescencia es fundamental en el desarrollo de todos los seres humanos, esta comprende los años que van entre el principio de la pubertad 11 o 12 años y el paso a la edad adulta que es más o menos a los 20 años.
La característica más resaltante de esta etapa es el paso de la dependencia infantil a la independencia adulta, y es justamente este proceso el que suele generar conflictos y tensiones tanto con los padres como hacia el mismo adolescente.
Dentro de las etapas de la adolescencia estos tienen que diferenciar su identidad actual de aquella infantil creada a partir de las características de los padres, por lo que la experiencia propia y el vínculo con sus iguales serán fuente fundamental de este proceso.
¿Cómo entender y tratar a un hijo adolescente?
Interésate por entenderlo
Es común dejarse llevar por los sentimientos de molestia y entrar en conflictos cuando un hijo parece querer pasar por encima de las normas o retar nuestra autoridad, por lo que la comunicación con los hijos de esta edad es compleja.
Sin embargo debemos hacer el trabajo de entender por qué actúa de la forma en la que lo hace y estar abiertos a establecer una buena comunicación que permita mediar.
Recuerda cuando tú fuiste adolescente
Esto puede ser de ayuda para entender cómo se siente tu hijo, no se trata de compáralo con como fuiste tú, pero trata de conectar con esa etapa y pensar en que cosas te pasaban, te angustiaban o qué tipo de apoyo hubieses querido de tus padres.
Es importante poder entender a nuestros hijos desde la experiencia propia, pero siempre contextualizándolo a la época actual y claro a las características de tu propio hijo, conoce sus habilidades y capacidades.
La necesidad de libertad, el querer explorar y la búsqueda de identidad son comportamientos por los que todos pasamos.
Respeta sus necesidades
Es importante no caer en una postura autoritaria con los adolescentes, es siempre importante también poner normas y limites claros, pero estar abiertos a entender las necesidades de nuestro hijo y negociar.
Déjalo cometer sus propios errores
La experiencia es una buena forma de aprender, puede marcarnos de forma positiva si entendemos cuales han sido nuestros errores y desarrollamos recursos para no volver a cometerlos.
No seas un papá excesivamente defensor, entendemos que esto puede ser difícil pero tu hijo debe aprender algunas cosas por su cuenta, esto no implica dejarlo sin cuidado o apoyo, tu estas para el en todo momento, pero debes fortalecer sus propios recurso que le servirán luego para el resto de su vida.
Comunícate con él o ella
Uno de los más grandes errores que pueden cometer los padres en esta etapa es adoptar una postura de dominación sobre sus hijos.
La comunicación es siempre más positiva y fluida si tu hijo se siente respetado, estimado, así podrá encontrar en ti la ayuda que requiere para crecer como persona.
Escucha activamente
Este punto va de la mano con el anterior, para poder comunicarnos con nuestros hijos debemos primero escucharlos de forma activa, es decir prestar atención tanto a su lenguaje verbal y no verbal con el fin de entender lo que nos dicen desde el amor y el interés.
¿La autonomía en la adolescencia es igual a rebeldía?
No necesariamente, como mencionamos las etapas de la adolescencia suponen la autonomía, esta se refiere a la capacidad de tomar decisiones por cuenta propia, esto no se corresponde siempre a la rebeldía.
Los adolescentes deben tener la oportunidad de satisfacer esa necesidad de libertad y lo pueden hacer aun respetando las reglas.
Ya que si como padres mantenernos abierta la oportunidad de discusión no habrá necesidad por parte los adolescentes de trasgredir dichas normas, sin embargo los conflictos son inevitables, aunque también son una posibilidad para el desarrollo del carácter de nuestro hijo.
¿Cómo afrontar esta etapa tan difícil para los padres?
Debemos considerar que los papás también pasan por una época de cambio, en ciertos instantes tienen la posibilidad de sentirse desbordados o rechazados por sus hijos y no es simple conservar su autoridad.
Es en este instante nuestros hijos comienzan a explorar nuevos horizontes, sin embargo aunque en ocasiones parezca que los amigos han sustituido a los papás en la confianza e intimidad, para el joven los papás siguen siendo la primordial fuente de estabilidad.
Por lo que esta fase es clave para afianzar la confianza padre e hijo, una personalidad profundo, y para ser un adulto maduro en las diversas zonas de la vida.
Los padres que comprendan este cambio, ayudarán a que su hijo crezca más sano en el aspecto psicológico y se encuentre más preparado para encarar los desafíos del futuro.