Cuento: Hay que escuchar a los padres
¿Alguna vez escucharon hablar sobre este cuento? Patrick era un pequeño niño de unos seis años que vivía solamente con su padre, su madre había muerto durante el embarazo.
Su padre estaba orgulloso de hijo que tenia y siempre iban a pescar al mismo rió.
Cada fin de semana Patrick iba a pescar con su padre al rió cerca de su casa. Demoraban unos 20 minutos en llegar caminado y se quedaba toda la tarde, desde que habían terminado la digestión hasta que empezaba a caer la noche.
Su padre siempre le decía que nunca caminara cerca de la orilla (el rió tenia una fuerte corriente y una catarata a unos cuantos metros). Es claro que el pequeño nunca le hacia caso a su padre.
Un típico día de fin de semana cuando ya estaban pescando Patrick observo un brillo en dentro del agua.
Esa luz atrapo los ojos del niño de tal forma que dejo lo que estaba haciendo y como poseído acudió a ver de que se trataba, camino unos metros por la orilla (cosa que su padre siempre le prohibía) y camino sobre un tronco viejo que se encontraba sobre en ese lugar (el tronco se encontraba sujeto a dos piedras que sobresalían de la orilla y del rió).
Por el peso del muchacho el tronco se partió y el niño callo al agua. Patrick comenzó a gritar desaforadamente pidiéndole ayuda al padre pero el padre no llego a tiempo, la corriente lo arrastro rió a bajo hacia la catarata.
El padre nunca volvió a saber del hijo. Cada fin de semana él sigue yendo a pescar como lo hacia con patrick.
El niño desconocía la fuerza del rió, era tan solo un niño y por no hacerle caso a su padre nunca mas volvieron a saber de el.